TERCERA PARTE ROGERS SHOT

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POV STEVE

-Dinos donde están para que puede meterles una flecha entre los ojos -dijo clint furioso-

-Hacer las maletas, nos vamos a Tokio 

Miré a moon para comprobar su reacción, ella asintió con la cabeza en mi dirección haciéndome saber que estaba bien, se acercó a mí y me susurró :

-Vamos a por esos hijos de puta

-Esa lengua -sonreí-

-Te sorprendería saber que más cosas puedo hacer con ella

Rodé los ojos y una sonrisa lasciva escapó de mis labios

-¿Me estás retando?

-Por dios no ¿Cómo se me ocurriría retar al Capitán América?

Le di un codazo avergonzado, notaba como un sonrojo se extendía por mis mejillas

-Ya vale moon -dije riéndome- 

Ella se separó con una sonrisa alzando las manos en señal de rendición. 

-Está bien ya paro 

La cogí del brazo y la puse contra la pared inmovilizando su cuerpo con el mío de manera que casi no quedaba espacio entre nuestros labios hablé cerca de ellos casi rozándolos.

-Me tienes loco cariño


POV MOON

La cercanía de su cuerpo, su voz, su suave aliento en mis labios y su voz ronca todo era demasiado para mí y sentí como me mojaba cada vez más, pero la frase que dijo a continuación fue la gota que colmó el vaso.

-Me tienes loco cariño

Tragué saliva con fuerza y mi respiración se aceleró, él se dio cuenta y sonrió arrogantemente, sabía el efecto que me provocaba su cercanía y no tenía problema en reconocerlo

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Tragué saliva con fuerza y mi respiración se aceleró, él se dio cuenta y sonrió arrogantemente, sabía el efecto que me provocaba su cercanía y no tenía problema en reconocerlo. Me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja, sus dedos tocando ligeramente el lóbulo de mi oreja. 

-Luna Hargreeves, Clint quiere verte en el laboratorio ahora.

Steve se separó de mí con una sonrisa cómplice

-Ve nos vemos después

Agité la mano nerviosamente

-Claro adiós

Me costó bastante andar con las piernas firmes, conseguí doblar la esquina y cuando me aseguré de que no me veía me apoyé contra la pared con una mano en el pecho intentando controlar la respiración y mi corazón que amenazaba con salirse de mi pecho en cualquier momento. Cuando conseguí estabilizarme me dirigí a donde me habían llamado.

-¿Me llamabais? 

Bruce se quitó las gafas y se frotó los ojos mientras que Clint estaba apoyado en una esquina limpiando sus flechas. Bruce habló primero.

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