One Shots : Marvel

"I LIKE TO KNOW, WHO I'M PLAYING WITH"

📍NOTA : ESTA HISTORIA ESTÁ BASADA EN EL GAMBITO DE X-MEN ORIGINS WOLVERINE, AUNQUE MI FAVORITO ES EL DE CHANNING TATU, ESTE SHOT LO ESCRIBÍ CON EL COMO PROTAGONISTA ¡ESPERO QUE OS GUSTE! ¡DECIRME EN LOS COMENTARIOS QUE OS HA PARECIDO, SI VEO QUE OS HA GUSTADO ESCRIBIRÉ PARTE DOS (LA VOY A ESCRIBIR DE TODAS MANERAS XD) PERO DECIRME POR FAVOR SI OS HA GUSTADO DE TODAS FORMAS📍

Remy volvió a barajar las cartas y las repartió de nuevo con rapidez sobre el tapete. La timba de aquella noche prometía ser la mejor del año. Muchos jugadores de póker de todo el país habían ido allí a hacer negocio, esperando volver a casa con los bolsillos llenos de dinero.

Sus esperanzas se vieron mermadas cuando, tras un par de rondas, el desconocido de la gabardina de piel de aspecto excéntrico se estaba llevando todo su dinero. Nadie sabía cómo lo hacía, el caso es que a cada partida les quitaba más y más dinero.

-Que reparta otro las cartas a la próxima –dijo uno de los jugadores cogiendo las que le habían tocado- quizá el problema sea que no estén bien barajadas

-Las cartas no son el problema, señor Lafallete –intervino el del abrigo de piel con su pronunciado acento francés- el problema es el hombre que las tiene en su poder y no sabe aprovechar su potencial

-Esta vez voy a ganar, Lebeau –amenazó señalándolo con el índice-

Antes de que pudiera tirar una carta, una joven se acercó rápidamente hacia donde estaban los hombres alrededor de la mesa. Remy la observó unos instantes, su mirada se cruzó fugazmente con la de ella.

-¿Te has perdido, preciosa? –se burló uno de los jugadores- ¿Quieres que llamemos a tu mamá?

El resto soltó una carcajada cargada de sarcasmo y diversión. Todos menos Remy, que permanecía expectante, observándola con atención, tratando de prever cual sería su siguiente movimiento. Era muy extraño. Con los demás era fácil ver en su cabeza las intenciones que tenían, pero no era lo mismo con ella. No lograba ver más allá de su mente.

-Tengo veinticinco años, saco de carne –escupió mirando al hombre que había hecho la broma en primer lugar- y mi madre lleva sin preocuparse por mi desde que tenía dieciséis –argumentó- así que ¿Porqué no mueves tu enorme trasero y dejas tu lugar a otra persona con más suerte que tu?

-Maldita zorra –gruñó- ¿Cómo sabes que no he tenido suerte? –inquirió-

-Tus bolsillos están vacíos –observó- los tíos como tú se guardan la pasta en los bolsillos de la chaqueta para tener los billetes a mano y pagar las birras con más rapidez –explicó- ¿Porqué no vas a tomarte una ahora? ¿Mhm? –se encogió de hombros- total, con esa mano no ibas a ganar

El hombre se levantó rápidamente con el puño en alto con intención de pegarle. Ella detuvo su puño antes de que impactara en su rostro. Aquello no era posible. La fuerza del puño de aquel tipo tendría que haber sido suficiente para tumbarla. En su lugar ella apretó la mano del hombre que estaba encerrada dentro de su puño, haciendo que este gimoteara de dolor.

-Si no quieres que te parta los dedos, te sugiero que te vayas –susurró- ¿Me has entendido?

-S-s-sí –jadeó el hombre- por favor –una mueca de dolor atravesó su rostro-

Esta le soltó, el hombre se sujetó el puño con la otra mano.

-Largo –ordenó ella-

No tuvo que pedírselo dos veces. El ahora ex – jugador se dio la vuelta y salió del local con rapidez. Sin mediar palabra, se sentó en el lugar que había dejado en silencio. Alzó la mirada y observó a los presentes alrededor de la mesa con una sonrisa antes de fijar la mirada en Remy de nuevo.

-Caballeros –saludó- ¿Por dónde íbamos?

-Acabábamos de repartir –respondió el mirando las cartas en las manos de los jugadores, listas para ser lanzadas- pero debido a tu reciente incorporación haremos el reparto de nuevo

-No te molestes –murmuró cogiendo las cartas del hombre al que acababa de echar- estas me sirven

El la miró con curiosidad

-¿Estás segura, señorita...?

-Dubois -se presentó- Léa Dubois –frunció el ceño- ¿Porqué quieres saber cómo me llamo?

-Me gusta saber con quién estoy jugando –respondió esbozando una sonrisa divertida-

-En ese caso dime tu nombre –le sostuvo la mirada- así estaremos en igual de condiciones

-Touché –murmuró el moreno- mi nombre es Remy Lebeau

-¿Le diable Blanc? –cuestionó mirándolo con fijeza, el asintió- ¿Qué hace alguien como tú en un sitio como este?

-Podría preguntarte lo mismo, chéré –susurró escrutándola con la mirada- un lugar plagado de estafadores, borrachos y drogadictos no es el lugar ideal por el que una mujer deba deambular sola

Ella apoyó los codos sobre la mesa. Remy vio que sus ojos eran de un intenso color marrón gracias a la luz de la lámpara de techo.

-Hemos venido a jugar ¿No? –cuestionó, el asintió lentamente- pues que empiece la partida