"YOU CAN SHOOT ME AND I WOULD BE THANKFULL" (PARTE 2)

39 1 0
                                    

-¿A que debo esta inesperada visita señorita...?

-Simmons -mintió Allie- pero puede llamarme Allie 

Después de haber descubierto que Killgrave había escondido su nombre al lado del nombre falso que le aportó al hospital, Allie (el cuál no era su verdadero nombre y tampoco lo es su apellido) decidió que era el momento de, como cualquier persona normal que no trama nada malo, como así era, llamar al timbre. 

La voz que le respondió era amable aunque detectaban cierto magnetismo en ella, suponía que sería fruto del don que muchos decían que poseía. Stacy (que así es como se llamaba en realidad) iba a probar si lo que decía era verdad. Si lo era, se ganaría un aumento, si no una tremenda humillación, pero por lo menos habría descubierto si era verdad o no lo que afirmaba con tanto rotundidad.

Cuando llegó a la puerta no tuvo que picar de nuevo, el ya la esperaba tras ella. Abrió la puerta y con un gesto de la mano la invitó a pasar al interior. La casa era acogedora, con los muebles limpios y ordenados, todo decorado siguiendo una relajante gama de tonos grises y negros. 

Se sentó en uno de los sillones y le instó a que hiciera lo mismo. Así lo hizo, dejó el bolso a su lado y se miró un momento al suelo antes de alzar la mirada para enfrentarle. Lo primero que había que decir de Killgrave era que no era tanto el aura poderosa que desprendía, sino la intensidad de su mirada.

Sus grandes ojos marrones observaban todo con una curiosidad inagotable, como si quisiera abrirte por dentro con un bisturí para poder estudiarte. Se sirvió un vaso de bourbon con ayuda del minibar que había sobre la mesa de cristal frente a ellos. 

-¿Quieres algo? -le preguntó mientras derramaba lentamente el contenido en el recipiente-

-No, estoy bien, gracias -respondió apretando los labios en una fina línea-

-Relájate -pidió observándola fijamente-

Ella sacudió la cabeza confundida 

-¿Perdón? -cuestionó, no segura si lo había oído bien-

-He dicho que te relajes -repitió- 

Ella no sintió nada

-¿Sabes que cuando más le dices a una persona que se relaje, menos lo hace? 

El se reclinó hacia atrás sin dejar de mirarla 

-Interesante -murmuró dándole un trago a su bebida, antes de dejarla sobre la mesa- bien ¿A qué has venido si puede saberse? 

-Claro, perdona -soltó esta algo azorada- soy reportera del Mail, mi jefa me ha pedido que te entreviste

-¿Para qué? -preguntó poniéndose un poco a la defensiva-

-Bueno hay ciertas personas que dicen que posees "habilidades especiales" -explicó mirándole fijamente- a mi jefa y a nuestros lectores les gustaría saber si eso es cierto 

-Lo es -respondió simplemente-

Ella sacó su libreta y apuntó una cosa antes de volver a mirarlo. El no había despegado la mirada de esa joven a la que al parecer, no le afectaban sus poderes. Lo cuál solo hacía esa conversación más entretenida de lo que el había previsto que sería. 

-Tengo anotadas varias preguntas que quería hacerte ¿Te parece bien que te las haga?

-Depende de lo que tenga que responder -contestó observándola- 

Ella carraspeó sin saber muy bien que decir, y empezó con las preguntas.

-¿Cómo definirías tus habilidades?

-Habilidad, solo es una  -le corrigió recolocándose en el sillón- poderosa, muy poderosa y adictiva 

-¿Qué quieres decir? -preguntó ella cogiendo el bolígrafo con fuerza- 

El posó los codos en las rodillas inclinándose hacia delante antes de responder.

-Una vez que empiezas, ya no puedes parar 

Sus ojos se centraron en los de ella y esta sintió que se ahogaba en ellos. El esbozó una sonrisa de medio lado, como si supiera que de alguna manera su cambio de posición le había afectado, antes de volver a echarse hacia atrás.

-¿Cuál es tu don exactamente, podrías explicármelo? 

-Tengo una pregunta mejor -replicó- ¿Porqué lo llamáis "don"? No es un don, es un regalo -explicó- uno del que estaré agradecido todo mi vida 

-¿Cómo lo conseguiste? -preguntó ella-

-Sufrí un accidente con varias sustancias químicas -explicó- casi no lo cuento -rio recordándolo, lo cuál no era para nada gracioso desde el punto de vista de Stacy- pero sobreviví, y como recompensa, me concedió este regalo 

-¿Quién te lo concedió?

El sonrió. Le gustaba esa joven, ahondando no queriendo ir directamente al grano como todos los demás.

-El destino, Allie -la llamó por su falso nombre, y aun así le hizo estremecerse- 

-De acuerdo, una última pregunta -dijo y el asintió curioso- ¿Te has planteado alguna vez si hay alguien más como tu por ahí?

-No me lo planteo, sé que los hay -respondió dándole un trago a bebida de nuevo- 

-De acuerdo, hemos terminado por hoy -dijo cerrando la libreta- 

-¿Por hoy? -preguntó observándola mientras recogía sus cosas-

-SI, volveré mañana si no te importa. Necesito más información 

El la miró fijamente antes de acompañarla hasta la puerta 

-Por supuesto ¿A qué hora? 

-A las diez

-A las diez será entonces -asintió abriendo la puerta- hasta mañana 

-Adiós -dijo- has sido muy amable, no me lo esperaba 

El sonrió ampliamente apoyándose en el quicio de la puerta 

-Me alegra oír eso

Ella se despidió con la mano y bajó las escaleras en dirección a la calle. Killgrave cerró la puerta y pensó que estaba deseando que la misteriosa chica regresara mañana con más preguntas interesantes.



One Shots : MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora