One Shots : Marvel

BUCKY/ LOKI

Era un día lluvioso y te apeteció quedarte en casa viendo una de tus series favoritas mientras comías palomitas disfrutando de la compañía de tus dos mejores amigos. O eso creías tu que eran, ya que ellos habían desarrollado sentimientos hacia ti, al igual que tú. Pero eras demasiado tímida todavía como para admitirlo ante nadie. Ya era bastante intentarlo ante ti misma. 

Suspiraste al ver aparecer en la pantalla a tu personaje favorito. Un rubio sarcástico cuyo pasatiempo favorito era matar espíritus y salvar a las personas de toda clase de cosas sobrenaturales. Ahora que lo pensabas tenía un carácter parecido a dos personas que tú conocías...

-Ay Dean -apoyé un mano en la barbilla mientras miraba como los músculos del protagonista se contraían al recargar una pistola de balas de plata-

El moreno despegó la vista del libro en el que estaba inmerso y clavó sus ojos en la pantalla de la televisión.

-¿Sabes que podría ser tu hermano? -dijo sarcástico-

-¿Sabes que tú podrías ser mi abuelo? -respondí de igual manera- 

El bufó irritado antes de cerrar el libro con un golpe sordo. Apoyó sus codos en las rodillas inclinándose hacia delante consiguiendo así un primer plano de sus ojos azules.

-Yo nací en el año 95 antes de Cristo, pequeña mortal insolente, no te consiento que me hables de ese modo, soy tu superior 

Me quedé helada y miré al soldado que comía una tarrina de  helado a mi lado. Le hice un gesto para que me ayudase, él entendió y dejó la tarrina encima de la mesa del salón para acudir en mi rescate. Se encogió de hombros.

-Lo siento Alina, pero creo que tiene razón

Le señalé con un dedo acusador incorporándome en el sofá

-¿Pero como te atreves? 

-Lo siento no puedo oponerme a la voluntad de un dios, si no algún día pesará sobre mi conciencia una terrible maldición -se giró hacia Loki con una sonrisa cómplice en los labios-

Me recosté de nuevo en el sofá poniendo el episodio de nuevo, por su culpa no me había enterado de lo que había pasado en la serie.

-¡Mierda! sois exasperantes, pero os quiero

En el momento en que esas palabras salieron de tu boca quisiste esconderte bajo las mantas de tu cama para no salir nunca más. Te habían pillado con la guardia baja y no habías podido evitarlo.  Ambos se miraron entre sí antes de girar sus ojos azules hacia ti. Tragaste saliva nerviosa por lo que podía suceder a continuación.

-¿Qué has dicho? -dijeron ambos al mismo tiempo- 

-Nada, no ha sido nada -me levanté del sofá tropezando con la manta en el proceso de huir de esa humillación- tengo que irme 

Corriste escaleras arriba para llegar cuanto antes a tu habitación, pero lo que no habías previsto es que cuando entraste y cerraste la puerta ambos ya estaban allí de nuevo. 

En tu habitación. 

Sentados en tu cama.

Mirándote. 

Ambos se levantaron, cogieron tus manos, una cada uno y se sentaron en la cama. Tú entre ellos.

-Quizás ahora puedas explicarnos que es lo que pasó allí abajo -comentó barnes-

Mordí mi labio provocando que la mirada de ambos hombres se desviase allí, lo que no era tu intención, te daban demasiada verguenza esas cosas. Simplemente era un gesto que hacías cuando estabas nerviosa.