"YOU'RE A GENIUS MA'AM"

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No era fácil ser una mujer durante la Segunda Guerra Mundial, y menos trabajando en un laboratorio como era el caso de Gia. Ese día se había levantado optimista ya que parecía que estaban haciendo grandes progresos en sus experimentos. El señor Stark como todos los días a esa hora, se veía inmerso entre cachivaches y papeles de los cuáles se iba guiando para crear lo que el denominaba "el invento del siglo". 

La joven miró el reloj de pared y resopló con cansancio. Eran las cinco y media de la mañana, en serio ¿Quién se levantaba a a esas horas? La respuesta era sencilla, él. 

Se quitó las gafas de soldar que llevaba y se dio la vuelta al notar su presencia. La saludó con galantería, inclinando la cabeza hacia delante.

-¿Qué la trae por aquí tan temprano, señorita Pruit? -cuestionó volviendo a girarse hacia lo que estaba haciendo-

Gia trató de no ofenderse al ver que no le ponía la atención  suficiente, aunque a decir verdad, él era el único que la trataba como a un ser humano. El resto de los científicos no la dejaban estar cerca de donde estaban los inventos, ni tan siquiera tocar nada. No era bien visto que las mujeres trabajaran, y menos que fueran científicas y compartieran espacio con los hombres. El Señor Stark había sido el único que le había dejado revisar sus notas y aportar ciertos datos que podían ayudarle a mejorar en sus experimentos. 

-Me he dado cuenta de algo, señor -dijo comenzando a explicarse- si no recuerdo mal, el experimento que está llevando ahora acabo es un bomba ¿Correcto? -preguntó y el se dio la vuelta hacia ella de nuevo-

-No una bomba cualquiera -levantó el índice haciendo énfasis en sus palabras- LA bomba, la primera bomba atómica 

-De acuerdo -asintió esta- ¿Ha hecho algún avance nuevo del que no tenga conocimiento? -preguntó, el alzó las cejas sorprendido-

-No que yo recuerde por el momento -respondió- ¿Tiene alguna sugerencia? 

-Ya que lo menciona, si, tengo varias -dijo señalando la silla a su lado- ¿Puedo sentarme?

-Por favor, adelante -la invitó haciéndole sitio-

Ella se sentó delante de la mesa donde él trabajaba, cogió pluma y papel y empezó a explicarse. 

-Usted a intentando replicar la explosión que haría la bomba bombardeando núcleos de uranio con neutrones -dijo dibujando varias bolitas que chocaban unas contra otras-

Howard escuchaba con atención mientras esta esta seguía hablando.

-Pero ¿Qué pasaría si pudiéramos crear más energía? -dibujó varios rayos acompañados de más bolitas más pequeñas- Podríamos crear un pulso electro-magnético lo suficientemente fuerte como para dejar a oscuras a los alemanes durante semanas 

-¿Y cómo sugiere que hagamos eso? No tenemos los recursos suficientes para llevarlo a cabo

-Usted es el científico ¿No? -cuestionó lanzándole una mirada de reojo- algo se le ocurrirá

Este gruñó por lo bajo a la vez que asentía con la cabeza. La joven señaló los puntos sobre el papel. 

-Supongo que si -respondió- pero ¿Cómo podemos generar esa cantidad de electricidad? Es imposible 

Ella sonrió a la vez que dividía una de las bolitas a la mitad bajo la escrutadora mirada de Stark. 

-Dividiendo los átomos -respondió haciéndole abrir los ojos con sorpresa- si logramos dividir los átomos en dos partes iguales liberaríamos una cantidad de energía jamás vista, además de otros elementos -dijo dejándole completamente anodadado- ¿Qué le parece? Nada mal para una mujer ¿Verdad?

-Yo nunca dije que usted fuera menos por ser una mujer, señora Pruit, al contrario -se giró hacia ella- creo que es una de las mentes más brillantes que hay en este laboratorio, mucho más que la de muchos compañeros científicos 

-¿De verdad lo cree? -preguntó mirándole a su vez-

-Pues claro que si, Gia -la llamó- desde el primer día que llegaste supe que nos darías 100.000 vueltas a todos -se detuvo esbozando una sonrisa sincera- eres un genio -señaló sus dibujos- y esto solo lo confirma -dijo- debemos contárselo a todos cuando empiece el turno 

-¿Cree que me escucharán? -preguntó preocupada-

-Les obligaré a hacerlo -la tranquilizó- estaré a tu lado todo el tiempo -sonrió- es tu descubrimiento y eres tú la que tiene que mostrárselo al mundo

-Gracias Señor Stark -murmuró conmovida- no se que haría sin usted

-Creo que te las apañarías muy bien -su sonrisa se hizo más amplia- tienes carácter, Gia y eso es muy importante en este oficio 

-Tiene razón -asintió ella- bueno, iré a la cocina a por café ¿Quiere una taza? -preguntó y el asintió levemente-

-Tráeme una, si no te importa -se frotó los ojos- creo que si no me dormiré sobre los papeles

Ella sonrió divertida a la vez que hacía el gesto del pulgar hacia arriba

-De acuerdo, en seguida vuelvo 

-Hasta luego -se despidió él viéndola marchar-

Cuando se fue, Howard se dio cuenta de que lo que realmente importaba no era lo que descubrieras o en cuanto tiempo lo hicieras, sino que tuvieras personas a tu alrededor para compartir esos avances Y tenía muy claro que Gia era la persona a la que quería enseñárselos por el resto de sus vidas.

Cuando se fue, Howard se dio cuenta de que lo que realmente importaba no era lo que descubrieras o en cuanto tiempo lo hicieras, sino que tuvieras personas a tu alrededor para compartir esos avances Y tenía muy claro que Gia era la persona a la qu...

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