"THE USUAL ONE, THANKS"

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-Ponme en la habitación de siempre, gracias

Stacy llegó de nuevo al hotel Centre donde se hospedaba de forma regular por motivos de trabajo. Esa noche pensaba relajarse y pasar una velada agradable, ya que a pesar de haber ido a la ciudad por motivos de trabajo, su jefe le dijo que no tenía nada para encargarle de momento, pero que estuviera pendiente del móvil por se acaso la necesitaba. 

La recepcionista asintió con la cabeza y le dio la tarjeta de acceso para la habitación sesenta y siete. Se dio la vuelta para verificar que el aparcacoches, un asiático joven y bastante mono, hubiera llevado su coche a la plaza correspondiente. Ladeó la cabeza para observarle, al tiempo que el cerraba la puerta de su coche. Se la quedó mirando unos segundos antes de reaccionar.

-Ya está estacionado su vehículo señorita -respondió educadamente- no se preocupe, lo cuidaremos bien 

-Ya lo sé, Shaun -respondió esta sonriente- no dejo que nadie más que tú conduzca mi coche, aunque sea por poco tiempo 

El asiático al ver que estaba coqueteando con él, se dejó llevar.

-Sabe que puede contar conmigo para lo que sea, señorita De Bruine 

-Por favor, llámame Stacy -le corrigió esta- solo mi madre me llama por mi apellido, y es cuando he hecho algo mal 

-De acuerdo entonces, Stacy -la llamó Shaun- espero que disfrute de su estancia

-Como todas las veces anteriores, este hotel es el mejor de la ciudad -respondió halagadora- hasta luego

-Adiós -se despidió el asiático a la vez que la observaba subir las escaleras a su habitación-

Sobre las nueve de la noche, Stacy decidió que era hora de salir a disfrutar un poco de lo que la ciudad podía ofrecerle. Su mejor amiga Marion la estaba esperando en una discoteca del centro de la ciudad, donde según ella, ponían los mejores chupitos de la zona.  

Se puso un vestido negro por debajo de las rodillas acompañado de unos zapatos de tacón y un bolso, ambos del mismo color. Se maquillo levemente los ojos en un suave color violeta, a juego con su pintalabios. Observó su imagen en el espejo de la suite y decidió que ya estaba lista para salir. Le envió un mensaje a su amiga para hacerle saber que iba de camino. Salió del hotel y pidió un uber.

El conductor no tardó nada en llegar, por lo que en menos de diez minutos ya se encontraba con su amiga sentada en una de las mesas de la discoteca.

-¿A que es una pasada? -dijo dándole un trago a la bebida que acababa de pedir-

-Si que lo es -admitió ella- este sitio es increíble ¿Cómo diste con él?

-Lo encontré navegando por tripadvisor -se rio dándole otro trago a su bebida, señaló la que estaba frente a mi- vamos ¡Pruébalo!

-Está bien, pero solo le daré un trago 

Agarró el vaso y le dio un solo trago. Y después otro. Y otro, hasta que no quedó nada. Sintió como le subía rápidamente a la cabeza y se empezó a sentir bastante más desinhibida y contenta.

-¡Esto está buenísimo tía! -exclamó- ¿Qué lleva?

-¡Ni idea! -exclamó su amiga que también iba bastante borracha- ¡A que es divertido! 

-¡Si es para partirse! -coincidió ella, y ambos empezaron a reírse como si les faltasen varios tornillos- 

Pasaron varias horas, y cuando el reloj dio las dos de la madrugada, Stacy decidió que era hora de volver al hotel. Miró a su amiga que estaba quedándose dormida sobre la mesa y le dio un suave empujón para que despertara. Ella se levantó rápidamente y la miró sin entender.

One Shots : MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora