"DOESN'T ANYONE SLEEP AROUND HERE?"

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Logan se despertó en mitad de la noche debido a una una pesadilla. Nunca había sido capaz de dormir una noche entera sin que recuerdos de cosas que el no recordaba haber vivido asaltaran su mente. 

Inspiró profundamente poco a poco, tratando de volver a llevar aire a sus pulmones. Cuando lo consiguió, se puso en pie y caminó por los largos pasillos de la Mansión X, para ir a la cocina. 

Ya que estaba claro que no iba a volver a dormirse, necesitaba algo que le quitara el sueño, preferiblemente algo con alcohol. Observó que la luz de una de las pequeñas salitas estaba encendida y se acercó para ver a un niño de unos seis años sentado frente a la televisión. 

Cruzó los brazos sobre el pecho y se reclinó contra la jamba de la puerta, mirándolo en silencio. El crío se dio cuenta de su presencia, y sin girar la cabeza hacia el preguntó :

-¿No puedes dormir? 

-Mira quién habla -apuntó Logan señalándolo con la cabeza- ¿No deberías estar en la cama? Es muy tarde

Howlett observó que cada vez que el niño parpadeaba, el canal de la televisión frente a el cambiaba con su movimiento. 

-Yo no duermo -murmuró girándose para mirarlo- buscas la cocina -declaró, no era una pregunta, señaló con el índice el pasillo por el que había venido- está al fondo a la izquierda

-Gracias chaval -respondió- oye ¿Cómo te llamas? 

-Marvin -dijo el niño-

-¿Como Marvin Gaye? -cuestionó Logan, el niño frunció el ceño con extrañeza-

-No sé quién es ese -argumentó haciendo que Logan pusiera los ojos en blanco-

-Claro que no -resopló haciendo un gesto de despedida con la cabeza- yo soy Logan, por cierto 

-Sé quién eres -afirmó el volviendo a centrar la mirada en la televisión-

Logan prosiguió su camino hasta la cocina. También había luz allí. Cuando entró, vio a Maeva inclinada sobre una enorme tarrina de helado de chocolate. La relación entre ellos era un poco extraña, a veces paternal y otras veces como si ambos sintieran algo por el otro. 

Logan le había salvado de un mutante que intentaba matarla hacia dos semanas, y tal y como le dijo el profesor, le había traído aquí para protegerla. Había completado su misión, ella estaba viva y a salvo, pero por alguna razón el saber esas cosas no parecía ser suficiente para el. Ni para ella, dada la forma en la que le estaba mirando en esos instantes. 

Esta detuvo la cuchara a medio milímetro de su boca en cuánto le vio

-Vaya -reflexionó el en voz alta- ¿Es que aquí nadie duerme?

-Al parecer no -respondió llevándose la cuchara a la boca- ¿Otra pesadilla?

-Si -murmuró abriendo la nevera- ¿Hay cervezas?

-Esto es un colegio, Logan -le recordó esbozando una sonrisa divertida- no hay nada con alcohol

-Mierda -resopló cerrando el frigorífico- está bien, al menos ¿No hay algo que no sean zumos?

-Debe de haber refrescos en ese armario de ahí -lo señaló con la cabeza-

Logan se acercó a donde indicaba y alzó el brazo para coger la botella, haciendo que los músculos de sus potentes brazos se tensaran con el movimiento. Maeva luchó por apartar la mirada, pero le fue imposible, era como si su cuerpo tirara del suyo como un imán. 

El se dio la vuelta con la botella en la mano, pillándola con las manos en la mesa. Sus mejillas se volvieron de un tono rojizo, y aunque Logan podía oler las feromonas que estaba segregando su piel en ese momento. 

One Shots : MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora