One Shots : Marvel

"YOU CAN'T ESCAPE AWAY FROM ME"

Loki sabe que vas a traicionarle desde antes de que intentaras matarlo con una pequeña daga  que escondías en el interior de tu túnica. El Dios del Engaño era plenamente consciente de lo que te provocaba su cercanía, aun así no se alejó de ti mientras te amenazaba con uno de sus cuchillos apoyado delicadamente contra tu garganta.

Habías hecho un sencillo trato con el : tu le darías los códigos de las puertas para que estas se abrieran, y el ha cambio te dejaría conservar tu vida. A efectos prácticos parecía un plan de fácil ejecución, aunque todo ello comenzó a complicarse cuando empezaste a tener ciertos sentimientos hacia el Dios. Este podía sentirlos emanando de ti en oleadas, como tu mirada se ensombrecía cuando le mirabas o cómo acudía a tus mejillas un suave sonrojo cada vez que discutáis. 

Loki se reía ante tus reacciones al principio, a lo que tu respondías haciéndole callar mientras le decías que era todo por culpa de su manera de ser. No le aguantabas, era un canalla cruel y malvado, el tipo de persona con el que no querrías tener nada que ver. 

Aun así allí estaba el, con su pelo negro cayéndole sobre los hombros de manera desordenada, su pecho definido pegado a tu espalda, y sus labios cerca de tu oído. 

"Mierda" pensaste al darte cuenta de que ahora si que estabas jodida del todo. 

-Sabía que me traicionarías -soltó interrumpiendo sus pensamientos- pero no pensé que fuera tan pronto

-Algún día tenía que ser -respondiste tratando de alcanzar el puñal que guardabas en el bolsillo de tu falda- lo siento, pero no puedo dejarte marchar -informaste- si el Gran Maestro se entera de que he dejado que su querido amigo se marche tendré problemas 

-Ya tienes problemas, Nymeria -susurró en tu oído- ¿De veras creíste que podrías escapar de mi? 

-Eso es exactamente lo que voy a hacer -soltaste al fin sosteniendo entre los dedos la empuñadura de la daga- 

Rápidamente te deshiciste de su agarre, empujando la pierna derecha hacia atrás, lo que le hizo retroceder ante la fuerza del golpe. Su verdosa mirada se clavó en la tuya a la par que se lanzaba a por ti. Forcejeasteis durante un rato hasta que conseguiste clavarle el arma en el centro del pecho. El te miró un momento y luego a la daga. Esta se deshizo con una neblina verde frente a tus ojos. 

Cuando te quisiste dar cuenta el te tenía atrapada otra vez. No sabías cómo, pero tus manos estaban ancladas a la pared encima de tu cabeza. Intestaste moverlas pero fue imposible. La mirada de Loki traspasó tus defensas en esos instantes. Un brillo depredador inundaba sus ojos claros mientras te observaba.

-Te lo advertí -murmuró esbozando una sonrisa de medio lado- no puedes escapar de mi 

-¿Qué es lo que quieres? -preguntaste tratando de mover los brazos una vez más-

-Los códigos, ese era nuestro trato -exigió- dímelos y te dejaré vivir

-No vas a matarme -respondiste muy segura de tu respuesta-

-¿Cómo dices? -inquirió mirándote con atención- he matado mujeres como tú antes -te observó con indiferencia- tu no eres diferente al resto de ellas

-¿Entonces porqué no me matas?

-Si lo hago no podrás decirme los códigos -alargó la mano, lo que hizo que apareciera un cuchillo corto en su mano derecha- a no ser que sepas algún modo de comunicarte con los muertos

-Te estás engañando  -murmuraste tratando de esquivar la punta del cuchillo que se acercaba poco a poco a tu yugular- el Dios del Engaño se está mintiendo a sí mismo -por primera vez habías dejado sin palabras al Dios, y eso de alguna manera te hizo sentir poderosa, por lo que seguiste hablando- se sincero contigo mismo por una vez en tu larga vida y dime la verdad 

El fijó sus ojos verdes en ti más detenidamente y poco a poco fue bajando el arma. Comenzó a acercarse lentamente. 

-Puede que últimamente haya sentido -se mojó los labios haciendo que desviaras la mirada hacia ellos- emociones humanas hacia ti

-¿Lo ves? -susurraste nerviosamente debido a su repentina cercanía- no era tan difícil

-No entiendes lo que has provocado -murmuró, su voz era peligrosamente baja y ronca a partes iguales- he intentando contenerme pero ahora -apoyó su brazo al lado de tu cabeza- no estoy seguro de poder seguir haciéndolo

-No lo hagas -respondiste perdiéndote en la profundidad de sus ojos claros- por favor, Loki

Loki puso dos de sus largos dedos debajo de mi barbilla y movió suavemente tu cabeza hacia un lado. Unió vuestros labios en un beso dulce pero apasionado. No dudaste en devolverle el beso, vuestras respiraciones se mezclaron, a la par que el hechizo que había puesto para que no movieras los brazos se deshacía de repente. 

Colocaste los brazos alrededor de su cuello, haciendo que el soltara un suave suspiro contra tus labios. Sentiste sus manos bajar hasta levantar tus piernas. Las enredaste en torno a sus caderas, a lo que el respondió apoyándote contra la pared, creando la suficiente fricción entre vosotros como para ambos jadearais audiblemente.

-Ven conmigo -pidió entre beso y beso- no dejaré que te quedes aquí con el

-El Gran Maestro me matará -susurraste colocando un mechón de pelo oscuro tras su oreja- no quiero morir

-No lo harás -te aseguró- te protegeré, no será capaz de llegar hasta ti te lo juro -te miró con delicadeza- ven conmigo

-Está bien -sonreíste haciendo que el lo hiciera también- el código de la puerta es 552697 

-¿Lo ves? No era tan difícil -respondió el repitiendo lo que habías dicho minutos antes- 

-Lo que tú digas -resoplaste haciendo un gesto con la cabeza hacia la puerta- vamos Laufeyson, tenemos una nave que robar