One Shots : Marvel

"ALL PEOPLE END UP DOING IT"

El sudor resbalaba por la frente de Judith mientras seguía dándole golpes al saco frente a ella. Dentro de una semana los Vengadores tenían una importante misión para desmantelar una red ilegal de tráfico de armas en Oriente Medio, por lo que la reciente incorporación al equipo decidió que entrenaría duro para que sus poderes fueran amoldándose a su nuevo ritmo de vida. 

Tener super-fuerza no servía de nada si no entrenabas tu cuerpo para poder efectuar tales golpes, es por ello que desde que Fury les había anunciado lo de la misión se pasaba todas las mañanas en el gimnasio de la torre preparándose para ese día. 

El primer día estaba sola, no había nadie más a su alrededor a excepción de un gato llamado Mr Fizzles que Wanda había encontrado abandonado en la calle. Cuando le encontró le suplicó a Steve que se lo quedaran. El capitán no se pudo negar ante su petición, por lo dejó que se quedara con el gato.

Durante el segundo día tuvo que interrumpir su entrenamiento debido a que Banner le dijo que tenía que hacerse unas pruebas para su reciente nuevo estudio.

El tercer día fue diferente.

Antes de entrar al gimnasio escuchó cómo alguien le daba golpes a otro saco con fuerza. Entró con decisión y dejó su bolsa de deporte a un lado de su saco, donde la ponía siempre. El se dio la vuelta ante el sonido de sus pisadas y sonrió.

-¿Entrenando tan temprano? -preguntó, ella asintió-

-Me preparo para la misión -respondió haciendo un gesto con la cabeza hacia el- ¿Y tú?

-No podía dormir -confesó cruzando los brazos sobre el pecho unos segundos- tu eres la chica nueva ¿Verdad?

-Lo soy -asintió- ¿Y tú eres...?

-Bucky Barnes -se presentó haciendo un gesto de asentimiento con la cabeza-

-Judith Jackson -articuló dándole un golpe al saco-

El hombre observó el golpe con atención antes de comenzar a acercarse.

-Lo estás haciendo mal -indicó sujetando el saco con una mano para que se mantuviera quieto- tienes que meter el pulgar dentro de los dedos, así -hizo el gesto para que lo entendiera- si no corres el riesgo de romperte el dedo

-No lo sabía -confesó- gracias

El asintió esbozando una sonrisa sincera

-Prueba otra vez -la animó- 

Y así lo hizo. El cuarto día el comenzó a supervisar sus entrenamientos. Le enseñó llaves, bloqueos, consejos y muchas más cosas que Judith solo había visto en una pantalla de cine.

-Ya estás lista para la misión -celebró él el séptimo día- esos cabrones no saben la que se les viene encima

-Gracias por tu ayuda, Bucky -murmuró antes de quedarse en silencio unos instantes- ahora que nos conocemos un poco mejor ¿Puedo preguntarte algo?

-Vas a preguntarme porqué tengo un brazo de metal ¿Verdad? -aventuró robándole las palabras de la boca-

-¿Cómo lo has sabido? -quiso saber ella, el la observó detenidamente unos instantes-

-Todo el mundo lo acaba haciendo -respondió- aunque es una historia muy larga así que ¿Qué tal si te la cuento mientras tomamos un café?

-De acuerdo Barnes -sonrió ella- vámonos