Así los quería cachar, puercos. Aquí tienen su adorado Befriend. Disfruten, pero no tanto ¿eh?
Luego de un rato, ambos con los labios hipersensibles e hinchados, reían y murmuraban estupideces al oído del otro. Nada en especial, sólo chistes sucios y sandeces que se les venían a la cabeza, producto de esa intensa necesidad que tenían de ver sonreír al otro. Tumbados en la cama, escuchan, muy apenas, el sonido de la puerta principal abrirse.
No dicen una sola palabra, se paralizan y agudizan el oído, tanto que pueden jurar haber escuchado el latir del otro corazón. Más allá de la puerta del cuarto de Jack, los pasillos y los muebles; Elsa alcanza a dilucidar sollozos o gimoteos doloridos de una mujer. Toothiana.
—Es Hada, — le dice a Jack, desenredando sus piernas de las de él en tiempo récord —parece que está llorando.
Jack abre los ojos, mucho. Pega un brinco, casi como si lo hubiesen eyectado los resortes del colchón, y se calza los zapatos tan rápido como puede; Elsa le imita.
Los dos cruzan el pasillo y las escaleras, no es mucha la distancia; el cuarto de Jack es el más cercano a la entrada. Elsa no habla con Jack en todo el proceso, ni siquiera se siente capaz de mirarlo de reojo, no cuando ahora cae en cuenta que hace poco tenía la cara hundida en su... bueno, entrepierna. Pero incluso así, bajo las mantas de bochorno que toman colores rojizos en sus mejillas por lo ocurrido, Elsa puede notar que Jack se ha puesto por completo en su papel de hermano mayor. Tiene el ceño fruncido y los ojos preocupados, mientras su energía parece irradiar un instinto de protección tan adorable, que se le atora un suspiro en el cogote.
Efectivamente, Toothiana está en la entrada, con la espalda sobre la puerta sin dejarse ver el rostro a través de sus rodillas. Ahí es cuando a Elsa le cae el balde de la angustia y se siente pésimo por su ensimismamiento tan... vulgar. Tanto Jack como ella, corren a tomarla en brazos; ella, como una muñeca de trapo, se deja hacer.
—¿Thiana? ¿Qué pasó?— Jack la abraza por los hombros, y Elsa procura apartar con delicadeza los mechones mojados del rostro de su amiga.
—¿Qué ocurre, cariño? Todo iba bien cuando hablamos...— Elsa recibe una seña de Jack, le pide que sirva un vaso de agua para Hada. Sin chistar ni ser una completa inexperta en moverse por la cocina de los St. North, ella saca la jarra y un vaso de vidrio.
Hada tiembla, pero logra tartamudear: —É-él es un idio-idiota.
—¿Quién?— Jack pregunta, y eso le confirma a Elsa que tal vez no tiene la historia completa.
Elsa y Hada comparten miradas, la primera pide autorización para responder con la verdad y la otra se la da; ya, ¿qué más daba?, Jack se enteraría tarde o temprano.
—Hans Westergard—. Elsa le pasa el vaso a Toothiana, ella tarda unos segundos, pues Jack está retirándole con el pulgar lo húmedo bajo su nariz, limpiándose luego las manos con una servilleta que Elsa le pasó.
La expresión de Jack se endurece y, de nuevo, Elsa comprende por qué él no tenía la versión completa de la cita de Toothiana.
—¿Ese mismo idiota al que te pedí que evitaras?
—Jack...— suplica entre sollozos, Tooth. Lo último que necesitaba era un regaño en esos momentos.
—Mierda, Toothiana, es que yo te pedí explícitamente que no te le acercaras. El tipo tiene un mal historial y lo sabes, no sé qué espera...
—Jack, de veras no es el momento,— interviene Elsa con la voz más dulce que pudo adoptar—luego tendrán tiempo para hablar, pero no creo que Tooth esté en condiciones de hacer eso ahora.
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Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]
Hayran KurguPorque amo las historias de amor, sobretodo si son cortas y porque Jack y Elsa son mi OTP. -Historia totalmente mía. -Para adaptaciones primero contactarse conmigo . -Es inadmisible cualquier copia parcial o total. -Los personajes no me pertenecen. ...