Day 2: "I want you" Drabble

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3. Por la mañana/perezoso

Las fiestas universitarias son salvajes. Bastante.

—¡Fondo, fondo, fondo!— siente el ardor del tequila bajar hasta su estómago, siente que le quema. La ebriedad toma control de ella aunque haya dejado chorros escaparse por las comisuras de su boca y ahora el alcohol se encharque en su escote.

Bueno, eso depende de con quien te juntes.

—¡Anna, Rapunzel!— Megara las aborda mientras ella se pega a las paredes, evitando cualquier contacto con los sudorosos estudiantes copulando a su alrededor. —Me encanta tenerlas aquí, pasen, esta es su casa.

Elsa nunca había sido fan del alcohol, lo tomaba sólo por el ambiente. Pero nunca la llevaba a hacer cosas buenas.

—¿Dónde están tus amigas?— es una voz cálida, rasposa, si cantara sería un tenor sin duda.

Con los ojos empañados, encuentra la mirada azul de quien la sostiene en brazos y lleva por toda la fiesta. No tiene idea de dónde está Anna, o Rapunzel. Ellas se fueron hace mucho, y la idea de quedarse con él no le desagrada.

—Eres taaaaan guapo—. Hipa y se ríe, ahogada en alcohol. —Te tengo muchas ganas.

Eran vagas imágenes, la apartaban con delicadeza y envolvían en una cálida chaqueta más grande que ella, mientras le susurraban al oído que tenían que irse.

Es de mañana, y lo sabe por el incómodo resplandor que le ataca los ojos. Ve naranja tras los párpados, pero no se atreve a abrirlos porque han abierto la puerta del cuarto.

Ella finge estar dormida, y hunde la cabeza en la almohada, captando su olor aterradoramente familiar.

Esa colonia...

Sólo la reconoce de un lado y ruega por estar equivocada.

—Sé que estás despierta—. Le dicen luego de un ruido seco, como un cristal contra la madera. —Debes tomar algo, no me sorprendería si estás borracha aún.

Sabe que no dejará de hablar, así que abre los ojos con el ceño fruncido y el arrepentimiento en el centro de su cabeza. Frente a ella, Jackson Frost está en toda su gloria, recién bañado y vestido. No se ve molesto, pero su bonita cara está relajada y no se ve feliz tampoco.

Inconscientemente, lleva la mano a su pecho y se tranquiliza de sentir aún el encaje de su vestido sobre ella, la falda está en su lugar y parece que sólo le faltan los zapatos.

—Tranquila—. Él le extiende el vaso con una pastilla efervescente disuelta en él. —No hicimos nada, estabas muy borracha y yo no soy un cretino como te empeñas en creer.

Le pica la lengua, no le gusta el gas, pero eso queda en segundo plano con el comentario que acaba de escuchar y revuelve los ojos sin dejar de tomar.

—Yo no pienso eso...— relame sus labios cuarteados, con briznas del labial rojo en las grietas irritadas.

—Lo haces, pero ese ya no es mi problema—. Se encoge de hombros. —¿Cómo te sientes?

Elsa se detiene unos segundos a pasar lista de sus extremidades y cabeza. Los brazos, piernas, todo está en su lugar y su cabeza sólo duele un poco. Sorprendentemente sólo tiene mucho sueño.

—Todo bien, en realidad—. Bosteza —Sólo tengo sueño.

Jack recibe el vaso vacío y lo deja en la mesita a un costado de la cama doble que conoció tan bien en su momento. Se sienta a su lado y la mira con detenimiento.

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora