"A storm inside the room" drabble

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En este Drabble hay chismecito con el Jelsa.

La puerta se abre y Elsa arroja el gafete VIP a la repisa más cercana, Jack, detrás suyo, tararea suavemente sus canciones e imita las ovaciones del público al final de su concierto.

—Debo admitir que no esperaba para nada esa recepción, en especial aquí en Osaka— comenta Jack cuando la cerradura hace 'clic'.

Elsa no responde, va al minibar que resplandece con la vista panorámica de la hermosa Osaka de fondo y se sirve un poco de whiskey seco. Sobre el vaso, mira las nubes espesar. Pronto va a llover.

—No creí que tuviera una base de fans tan grande por aquí, pero ya ves, me equivoqué— se ríe, contento. Como artista relativamente nuevo, no esperaba que su salto a la fama fuese de tal magnitud que tuvo que agendar fechas para lugares que ni él mismo calculó.

Mira la silueta de su novia, apoyada en la barra del minibar. Su suéter de lana, enorme porque alguna vez fue suyo, sus jeans ajustados y la botas de punta que de alguna forma lograban ponerla a su estatura. Preciosa. Aún más con una copa de whiskey en sus manos. Observaba, mientras se acercaba como depredador a sus espaldas, la sensualidad de sus labios abrazando la curva de cristal mientras sorbía licor sin tregua.

—Estoy exhausto— murmuró, aunque ella de nuevo no le respondió. Entonces, le acarició el vientre con delicadeza y besó su oreja —... pero aún es muy temprano para dormir, ¿no?

Elsa chasquea la lengua, rehusándose a sus insinuaciones, y lo codea lejos.

—Haz lo que te venga en gana— repone agresiva y se pierde en el umbral que da al baño.

Jack queda de pie sobre la alfombra de la suite, parpadeando. ¿Hizo algo mal?, repasaba en su mente lo acontecido esa noche y le resultaba prácticamente imposible que Elsa estuviera molesta por algo relacionado con él, sobre todo porque estuvo sobre un escenario dando su concierto el 95% del tiempo.

La sigue en sus pasos y mira por el espejo como se desmaquilla de a pocos, con movimientos suaves que ocultan cierta brusquedad. La misma que sus ojos se esfuerzan por transmitir.

—Hey...— la llamó con la cautela de quien llama a un ciervo —¿qué fue eso?, ¿todo bien?

Elsa suelta un suspiro de esos condescendientes y le dedica una breve mirada por el espejo.

—Sí, Jack, todo magnífico, ¿no lo ves?— fuerza una sonrisa sarcástica y no la abandona hasta ver qué Jack frunce el ceño.

—Oh bueno,— sonríe igual de sarcástico —entonces por favor avísame cuando tengas un humor terrible de verdad y así no lo confundo con tu primaveral humor, cariño.

Elsa arroja su toalla desmaquillante y le apunta con el dedo.

—No te atrevas a jugar ese juego conmigo.

Jack alza las cejas, indignado.

—¿Yo?, eres tú la que está arisca sin razón. Y cuando intento solucionarlo, me respondes con una actitud de mierda que no merezco— rezonga y se quita, con pocas ganas de seguir esa discusión.

Llega a la alcoba y por la ventana ve cómo las primeras gotas comienzan a chispear contra el cemento que compone los barrotes del balcón. Tiene los codos en las rodillas y respira pesado, intentando calmarse. A los minutos, los pasos de Elsa le llegan por la espalda.

—No puedes simplemente aburrirte de una maldita discusión y largarte, ¿sabes?— dice ella mientras se arranca las botas y las lanza a algún punto de la habitación. Jack no responde y eso parece molestarla más: —no sé por qué sigo esperando madurez de tu parte...

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora