Day 28 "Sparkling shots" Drabble

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28. Haciendo algo ridículo.

Aquí tienen el día 28, donde veremos lo que tanto me han pedido. Un poco de los celos de Jack juju. 

No se preocupen, que además de estos, habrán muchos más.

La fiesta estaba en auge cuando Elsa entró con Jack del brazo. La pista estaba atiborrada de gente que saltaba, sudaba y se restregaban unos con otros. Alcohol, sexo y sustancias ilícitas, eran el perfume del amplio local donde se celebraba el cumpleaños de algún conocido de Jack, cuyo nombre ni el mismo Jack recuerda.

Era tan agitado todo, que estando quieta en su lugar, sintió gotitas de sudor bailarle por las clavículas hasta hundirse como lluvia en su escote; tras de ellos, Tadashi, Honeymaren, Astrid y Hiccup, discutían sobre algo del lugar, no adivinó si era sobre el cóctel que debían pedir o la música del lugar, aquella estaba tan alta que cualquier conversación a más de un metro de ella le resultaba indistinta, como en otro idioma.

—Si te sientes incómoda, me dices y nos vamos— le dice Jack con sus labios pegados a su oído, y aún así debe esforzarse por oírle.

—Descuida, estaré bien.— le responde del mismo modo y planta un beso en su mejilla.

Ya los seis se habían instalado en una mesa, cuando Miguel Rivera, con el cabello y el traje bañados en sudor, se acerca con aires acelerados directamente hacia Jack.

—¡Gringo!— le llama en español. Jack sabe que se dirigen a él y se gira a saludarle.

—¿Qué cuentas, Miguel?

—Amigo, Rapunzel está echa mierda en el baño y no deja que nadie la toque. Comienza a preocuparme.— suelta sin rodeos y Hiccup salta en su asiento, preocupado, pero ya ha bebido tanto que no cree ser capaz de ayudar a alguien en igual o peor estado que él.

Elsa ve como su novio pasa las manos por su cabello y la mira un par de segundos con duda. No necesita preguntar nada para saber lo que ronda por la cabeza de Jack.

—Ve con ella.— le dice antes de que él pueda separar los labios para hablar.

—No quiero dejarte sola...

—No me dejarás sola, estoy con los chicos— señala al grupo que mira con atención lo que ocurre. —Además, está sola, borracha y es tu mejor amiga... te necesita más que yo.

Genuinamente comprendía la situación, y por más dulce que le pareciera el hecho de que Jack dudara en ir a ayudar a su amiga por no abandonarla a ella, era consciente de que cualquier cosa podría ocurrirle a una chica ebria y sola en un lugar como ese... lo sabía por experiencia propia.

Ve la duda sonreír un poco en los ojos de Jack, antes de que asintiera y se pusiera de pie.

—Pero vuelve pronto,— lo toma de la manga de su camisa negra. —quiero bailar un par de canciones contigo.

Jack sonríe hermosamente, sólo para ella, y le deja un beso corto en los labios antes de desaparecer entre las columnas de gente pegajosa con hormonas hirviéndoles en la piel; segundos después, una camarera llega a su mesa con una bandeja llena de shots, y es cuando la fiesta en verdad empieza.


...


Las arcadas de Rapunzel son nítidas y repugnantes, tanto como el olor. Jack sostenía su cabello rubio para evitar accidentes, mientras su amiga descargaba sus penas tras un rompimiento en un inodoro. 

—Soy patética.— dice Rapunzel con los ojos acuosos por el esfuerzo cuando ya cree que no tiene nada que expulsar.

—No, no lo eres.— le responde Jack incorporándose y ayudándola a hacer lo mismo; con la punta del pie, baja la tapa del sanitario y hace lo mismo con la palanca, una mueca de asco poco disimulado está todo el proceso en su cara. —Sólo estás dolida, y eso es normal.

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora