Salir del clóset era todo un evento para quien se identificaba como parte del colectivo LGBT+, una ceremonia que incluía nervios, charlas largas y a veces, llanto.
Para Miguel Rivera las cosas resultaron bien, en términos generales. Su familia lo abrazo, y aunque su abuela no apoyaba el colectivo, lo respetó y dijo que nunca dejaría de amarlo. Eso sin duda trajo gran alivio a su corazón liberado.
En la escuela, las cosas fueron distintas.
La gente pareció aceptarlo con facilidad, incluso no le dieron relevancia al tema. Pero nunca faltaban los idiotas, machitos de turno que le jugaban bromas pesadas respecto a su sexualidad. Como si fuera una atracción de circo o algo así. Tipos populares, con dos neuronas funcionales que creen que el respeto es demasiado para ellos.
Como los del equipo de soccer al que pertenece, por ejemplo.
Al enterarse, los primeros en comenzar las burlas fueron Gastón y Scar, le siguieron Lefou y Peter, mientras que el capitán del equipo permanecía ajeno a las jugarretas que lo incomodaban cada vez más.
No es que Jack Frost fuera uno de esos idiotas o hiciera oídos sordos a las burlas, es sólo que nunca se atrevió a decirle más que un par de palabras sobre el equipo, y tenía algo de temor ante la posibilidad de que fuera uno de ellos. Y si es que era así, estaba frito, porque al ser el capitán, fácilmente le haría la vida imposible en el equipo antes de que pudiera siquiera defenderse.
Ya un par de personajes le habían pedido al entrenador que lo cambiaran de horarios para no tener que cambiarse frente a él luego del entrenamiento, eso hacía el tiempo de duchas más incómodo. Como ahora.
Con el vapor aún picando su nariz, los adolescentes en toalla, caminaban casi pegados a los lockers como si algún tipo se plaga o mal olor emanara de él. Se cubrían el pecho y hacían muecas de asco, mientras el resto se hacían los ciegos. Jack aún no llegaba, solía quedarse charlando con el entrenador hasta tarde y se duchaba después de todos.
—¡Cuidado, Rivera!— le dice Gaston. —Vamos a cambiarnos, así que no vayas a descontrolarte.
Las risas de sus amigos le siguieron. Miguel aprendió a ni siquiera subir la mirada ante eso.
—No quiero sorprenderte observándome, Rivera, porque tendremos problemas.— dice Scar.
—Que Miguel sea gay no significa que tú seas atractivo, Scar. Lamento bajarte de tu nube.— Jack Frost está entrando al vestidor, con las manos en los bolsillos y el bolso colgándole del hombro. —Las chicas no te prestan atención, ¿qué te hace creer que Miguel por ser gay sí lo hará?
Murmullos y vítores mascullados se oyen por la estancia, Jack camina como si nada hasta su casillero y se saca la camiseta bajo la mirada ofendida de Scar y su grupo, no dicen nada, sólo lo miran enfadados.
—¿Qué? ¿Se les perdió algo?— Jack los mira con suficiencia. —Tal vez no es Miguel el que deba controlarse.
Miguel se tensa en su puesto, y el silencio es espeso, como la bruma de cabello en su cabeza, pero aprieta los labios y espera una respuesta.
—Vamos, cap, sólo jugábamos...— dice Gaston. —No hay necesidad de tanta agresividad.
—Bueno, yo también jugaba con ustedes. Aquí todos podemos jugar rudo ¿no es así?— Frost tiene ese aire de confianza, soltura, que en otra ocasión le parecería atractiva a Miguel, de no ser porque ya tiene alguien en la mira. Sus ojos pequeños y azules, recorren el espacio, las caras estupefactas del equipo parecen agotarle la paciencia. —¿Que acaso no tienen que llegar a sus casas? ¡Andando!
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Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]
FanficPorque amo las historias de amor, sobretodo si son cortas y porque Jack y Elsa son mi OTP. -Historia totalmente mía. -Para adaptaciones primero contactarse conmigo . -Es inadmisible cualquier copia parcial o total. -Los personajes no me pertenecen. ...