Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]

Day 30: "Unfair" One-shot

30. Haciendo algo sexy

Dedicado a Karensnow27 y a BellaCastle17 cochinas, ya se les hizo JAJAJAJAJAJAJ mentiris, las quiero❤️ y se los dedico porque es el que más esperaban JAJAJAJ

ADVERTENCIA: Escenas explícitas, smut, o como quieran llamarle.

Porfi, lean el mensaje del final.

El coliseo estaba colapsado, el rugido célebre de los visitantes se escuchaba por todo el lugar, mientras que los locales refunfuñaban camino a las duchas. El marcador mostraba una penosa derrota de dieciocho a seis, con números titilando en rojo sobre el tablero digital. Los dragones de Dreamworks High habían vuelto a darles una paliza, sin mucho esfuerzo ni fatiga.

Pero claro, cuando tenías a personalidades como Jack Frost y Guy Crood en la cabeza del equipo contrario, las probabilidades de ganar eran casi nulas para un equipo de rendimiento medio como lo eran los Fénix de Disney.

Su hermano, John, fue quién insistió hasta el cansancio con aquel encuentro, ignorando olímpicamente todas y cada una de las advertencias por parte del entrenador, sus padres, compañeros de equipo y ella misma. Juraba que habían mejorado, lo que no era del todo falso, pero aquello no era suficiente para derrotar a un equipo monstruoso como el de Dreamworks, que calificaba como uno de los mejores a nivel estatal. Y he ahí los resultados de su terquedad.

Las chicas a sus espaldas, recogían sus cosas decepcionadas, con los pompones caídos en mano y algunas con maquillaje corrido por las lágrimas, se tomaban muy en serio el espíritu escolar, a diferencia de su capitana, que sólo entró al equipo por su hermano y créditos extra.

—¿Y ahora qué hacemos, Els?— le preguntó Anna, desolada, cuando todas ya se habían ido a cambiar. Elsa permaneció cruzada de brazos, frustrada y con dolor de cabeza por la ridícula cola de caballo que se le obligaba a usar.

—No es justo,— comienza ella, ajustando levemente el moño blanco que sostenía su cabello en alto. —los de Dreamworks son más fuertes y experimentados, y aún así no tuvieron piedad con nosotros.

Sus ojos viajaban a través de los rostros desconocidos, empapados de sudor pertenecientes al equipo rival.

—¿Qué deberíamos decirle a John?— vuelve a preguntar Anna. —Mamá y papá dicen que podríamos ir a comer pizza si eso lo anima, pero aún no saben qué decirle, ya sabes cómo es.

Y ella sigue parloteando sobre posibles discursos de consuelo para su hermano, pero la mirada de Elsa se clava en el peliblanco que estaba de espaldas y deja de escuchar.

El nombre "Frost" sobre un claro número veinte le decían que aquel era el dichoso capitán del equipo que destrozó el ego de su hermano, no lo había visto en todo el partido, estaba muy concentrada en las rutinas de acrobacias y el chico nunca se aquietó en todo el juego, por lo que estudió con cuidado al sujeto mientras el rencor y la curiosidad se le arremolinaban en la cabeza; Era alto, con un porte despreocupado pero sin dejar de ser distinguido, la espalda se veía firme, tonificada, digna de un atleta, pero el rostro aún no se descubría.

Finalmente, cuando el tipo se dio la vuelta, a Elsa se le secó la boca con los ojos azules que miraban su entorno con indiferencia, como si ya estuviese acostumbrado a la victoria, los rasgos viriles pero suaves, estaban relajados mientras daba indicaciones a sus compañeros.

Y en lo que él se pasaba una mano por el cabello, goteando por el sudor que también se colaba precipitadamente por la piel cremosa hasta perderse bajo el uniforme, Elsa concluyó de Jack Frost no estaba nada mal.