Day 9: "What the hell?" Drabble

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9. Con amigos

La música era fuerte pero las risas del grupo encontraban la forma de colarse entre los beats.

—¡Hiccup! ¿Verdad o reto?— todos estaban reunidos en la sala de la gran casa Haddock, cervezas esparcidas por todo el lugar y alguna que otra gota rebalsando la afelpada superficie de la alfombra.

Era una usual noche de viernes entre los ocho chicos, que habían optado por zafarse de las fiestas un rato y pasarla bien en casa de alguno jugando Verdad o Reto, usualmente propuesto por Jack, el menor del grupo.

—Reto.— respondió el castaño, desafiante. Las miradas de todos viajaron ahora a la pelirroja que parecía meditar los posibles retos que pudiera imponer, no desaprovecharía la oportunidad de ridiculizar a Hiccup. Sonrió maquiavélica cuando reparó en la opción perfecta.

—Te reto a que llames a tu madre y le digas que tienes un fetiche con los pies.

La sala se inundó en carcajadas por la expresión atemorizada en los ojos verdes del muchacho.

—¡No haré eso!— manoteó al aire, indignado.

—Tienes qué,— Elsa hizo una pausa —de lo contrario tendrás que tomar, y no creo que a Valka le agrade verte tan mal.

—Tampoco le agradará que tenga un fetiche de pies.— reclamó Hiccup, recibiendo miradas falsas compasivas y unas palmadas en el hombro por parte de Eugene.

—Fue un gusto conocerte, amigo.— le dijo el otro castaño mientras Jack le pasaba su teléfono desbloqueado con el contacto de su madre esperando a ser usado.

Los miró a todos irritado.

—Los odio.

Y pulsó "llamar".

(...)

Los jóvenes seguían inmersos en su juego. Burlándose ocasionalmente de Hiccup y el hecho de que cuando su madre volviera a la ciudad, irían juntos al psiquiatra por sus "gustos depravados".

Ahora era el turnó de Elsa, que ansiosa esperaba la famosa pregunta.

—Els, ¿verdad o reto?— Rapunzel dio un sorbo a su bebida mientras miraba con atención a la platinada, a sabiendas de lo que escogería.

Si no estaba mal, escogería reto. Su prima siempre había sido atrevida y temeraria, por lo que aquella era casi que una respuesta automática, que aprovecharía al máximo porque ya sabía que la pondría a hacer.

—Reto.

Bingo.

Hace unos dos años ya, más o menos cuando la pubertad comenzó a hacer estragos en Jack, Rapunzel -los demás también- comenzó a notar cierta tensión entre ellos. No se atrevería a decir que era romántica, pero tampoco meramente sexual, estaba más bien en un punto medio entre las dos, a veces empujando para ciertos lados más que para el otro.  Pero como era de esperarse, ninguno hacía nada al respecto, y Elsa era la más descarada al negarlo, probablemente por su negación a sentirse atraída por alguien tres años menos que ella. Pero esta era la oportunidad de la vida, al tener en sus manos el poder de cortar aquella tonta tensión y que las cosas entre esos dos se aclararan de una vez por todas.

Luego de hacer sus respectivas muecas desafiantes, le sonrió.

—Te reto a que juegues Siete minutos en el paraíso con Jack.— infló el pecho, orgullosa de las expresiones perplejas de todos, incluyendo la de Jack.

—Uuh...— corearon los demás, mientras Elsa sonreía nerviosa.

—Yo...

—No creo que sea una buena idea, Raps, Elsa no se ve feliz.— intervino Jack con genuina preocupación, antes muerto que incomodar a Elsa o alguna otra chica que no demostrara el mismo interés en él. Antes de que alguien pudiese agregar algo, la risa de Elsa los enmudeció a todos.

—Maldición que te pusiste creativa con loa retos, Raps,— se secó una lagrima falsa. —pero no lo haré cariño, lo lamento. Jack es sólo un niño y...

—Uuuh....— de nuevo aullaron los demás mirando a Jack, que ahora más que preocupado se veía indignado.

—¿Sabes qué?— el peli blanco se levanta del sofá. —cambié de opinión, sí lo haré.— ahora mira a Elsa desde arriba. —andando.

—¿Qué?... no iré a ningún lado, Jack. Hablo en serio, eres un pequeño aún, no sabrías qué...

—Entonces ven conmigo si no hay nada qué temer.— le tendió la mano a la rubia.

Ahora la tensión entre esos dos podría cortarse con un cuchillo, todos miraban la escena extasiados e intrigados por si Elsa tomaría la mano de Jack o no.

Pero ninguno realmente pensó que luego de un suspiro, la mayor tomara la mano más grande y se levantara junto a él.

—No entiendo qué pretendes con esto Jack...— le dijo divertida a lo que Jack encogió los hombros.

—Demostrarte lo que un "niño pequeño" puede hacer.— sin más, tiró de ella al pequeño armario más cercano y cerró la puerta tras de sí. Dejándolos a todos estupefactos.

—Joder...— se atreve a hablar Kristoff.

—Rápido, Mer. Toma el tiempo.— le indica Anna a la pelirroja que activa el cronómetro, para dejar pasar los 7 minutos exactos.

(...)

—¿Cuánto más falta?

—Ya unos pocos segundos.— Rapunzel responde a Eugene, batallando como los pasados 6 minutos por oír así sea el más mínimo ruido proveniente del armario desde su posición. Lo que ha sido imposible.

—¿Ustedes creen que ellos estén...?— sugirió Kristoff, Anna le golpeó el hombro.

—Ya faltan 10 segundos.— dijo la pelirroja sin apartar la vista del cronómetro.

—¡¿Oyeron?! ¡Faltan 10 minutos, chicos!— les gritó Eugene a la pareja en el armario.

—¡10!, ¡9!, ¡8!, ¡7!, ¡6!— todos gritaban al tiempo para asegurarse de ser oídos por sobre la música y la gruesa puerta de caoba que los separaba. —¡5!, ¡4!, ¡3!, ¡2!, ¡1!

—¡Tiempo!

Justo después del grito final de Rapunzel. La puerta se abrió, revelando a Jack con el cabello ligeramente más desordenado de lo usual, acomodando su chaqueta con una tranquila sonrisa triunfante entre sus hinchados labios.

—¿Qué demonios...?

Elsa interrumpe la pregunta de Hiccup saliendo también del cuarto. Con el cabello suelto y la mirada perdida.

—¿Elsa...?

—Shh.— calló Elsa, apoyando su peso en la pared más cercana. —Tengo que procesar.— tapó boca igualmente hinchada con una de sus manos mientras se deslizaba hasta quedar sentada en el suelo con la mirada entre el mueble de las servilletas y el comedor. —Estoy bien... sólo... no me hablen por la próxima hora.

Con las cejas arqueadas, todos miraron a Jack que fanfarroneaba con la mirada la reacción de su mayor, dejándolos a todos con la duda que parecía tener Elsa también.

¿Qué carajos pasó ahí?

¡Día 9 completado!

Perdonen de nuevo la demora, es que estoy trabajando en este nuevo proyecto y las clases no me permiten actualizar tan a menudo como me gustaría.

Lamento la mala redacción de este drabble, tengo que admitir que este me salió especialmente mal pero tampoco quería dejarlos así. Así que aquí tienen bebés.

Porfis estén pendientes de mi próxima novela Jelsa que se llama "Amigos imaginarios", los estaré actualizando respecto a cuando la publicaré, pero espero poder hacerlo para la próxima semana.

Gracias por leer.

Con amor, Nani.

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora