"Befriend pt.3" One-shot

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Este capítulo lo tenía escrito hace rato, pero dude en publicarlo, tal vez porque las descripciones si bien no son nada fuera de lo normal, si son un tanto más explícitas y gráficas de lo que suelen ser mis escenas de este tipo. Así que si eres ultra sensible con estos asuntos, queda bajo tu propia responsabilidad leer esto.

¿Lo peor? Este capítulo no es ni de lejos el más cochino de todos los que habrá JSJSJAJAJJAJAJA. Pero supongo que eso a los que se quedaron aquí, no les molesta.

Sin más, disfruten.

Elsa se pierde por completo en los sutiles movimientos que Jack hace al secarse la espalda con la toalla, ignorando por completo la suya que espera ser utilizada entre manos. Sus hombros y demás músculos en la espalda se contraen y contornean tentadoras hendiduras en la piel.

Jack se compone de la más sensual armonía entre unos hombros y espalda anchos, que se estrechan hasta una fina cintura y caderas envueltas en el material goteante del traje de baño azul petróleo.

—Veo que no te interesa mucho secarte a ti misma por el momento—. Dice Jack, aún sin dar la vuelta.

La sangre corre furiosa hasta sus mejillas y las infla como un globo de aire.

—¿Por qué no vienes y me ayudas a secar?

Él no hace gran cambio en su voz, pero aún se percibe el murmullo de una insinuación, una bruma sexual contenida entre ambos. Muy espesa.

Sin pensarlo dos veces, ella lo encara y recibe la toalla ajena, está mojada y fría, huele a cloro. Frota con cuidado su abdomen y pecho, como si fuera a desgarrarse la piel si ejerce mucha presión. Se muerde los labios, traviesa, cuando deja que las yemas de sus dedos se distraigan y escapen de la tela fibrosa para recorrer por sí mismas los relieves de su torso esbelto y firme. Siente la mirada del dueño clavársele en la coronilla.

—¿Hay mucha agua acumulada en mi estómago? Te estás demorando bastante ahí—. Murmura Jack y ella salta para atrás, avergonzada, atrapada y rígida. Lo escucha reírse a boca cerrada mientras se desliza en una bata de baño con sus iniciales a un costado.

Él no dice nada más, sólo toma la toalla seca restante, abandonada por ella en una de las tumbonas sofisticadas que rodean la piscina y la mira con precaución.

—¿Puedo?

Se mira a sí misma empapada, y se vuelve a Jack con la toalla en su mano, extendida hacia ella. Asiente con la cabeza, sorprendida de la repentina necesidad que siente de gozar la tibieza y el aroma de Jack en ese momento. Así que contiene un suspiro cuando él empieza por el cabello, luego el cuello, aprecia que se halla saltado el busto y continúe con el abdomen, apretando un poco la tela de su ropa para escurrir un tanto el agua.

En un movimiento poco necesario pero gratificante, él la toma por la nuca acercándola suavemente. Desliza la toalla por su espalda y se detiene en la zona baja sin amagar más allá, tan sólo queda estático en su puesto, observándola como con delirio y ella intenta darle permiso con los ojos para que él inclinase la cabeza con confianza y tomase sus labios de nuevo.

Entonces, eso fue lo que hizo.

Pronto los chasquidos se volvieron a hacer presentes y compitieron con los del agua. Está tan enfrascada en comerse los labios de Jack que no es consciente de que sus pies ya no tocan el suelo hasta cuando salen del área de la piscina. Él tiene su espalda rodeada con el brazo derecho y el izquierdo está sosteniendo sus piernas. Avanza con ella en brazos a lo largo del pasillo, hasta dejarla en la puerta de la habitación de Hada, tiene la toalla sobre sus hombros, protegiéndola muy débilmente contra el frío que hace, fuera de la calidez del lugar donde estaban. Pero cuando la puerta es abierta, el calorcito de la calefacción encendida la alivia por completo.

Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora