Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]

"Coffee & Tea pt. 1" drabble

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—¡Elsa, Jack ya llegó por ti! ¡Baja!

El color abandona el rostro de Elsa y revisa fugazmente la hora solamente para comprobar que, efectivamente, ya era hora de la cita con su novio y ella ni siquiera se había peinado.

Cierra con fuerza el ejemplar de Dumas que estaba estudiando para su próximo parcial el lunes, y salta directo al baño. Al menos tuvo la precaución de ducharse antes, pues tal vez algo dentro de ella sabía que iba a terminar en esa situación. Cepilla sus dientes y cabello tan rápido como puede, angustiada de que, cuando la bese, Jack pueda sentir aún el rastro del capuchino que tomó mientras estudiaba, en sus labios. Lo odió por unos instantes, pues se suponía que debió textearle cuando estuviese a punto de salir de su casa. Pero, claro, al revisar nuevamente su celular, no sólo se encontró con dos textos, sino también una llamada perdida.

Era una idiota.

Se puso el vestido blanco tan rápido que su piel lo resintió, y olvidó los tacones por unos tenis; aguantaría sólo por ese día las bromas de Jack respecto a su diferencia de alturas. Aunque realmente le encantaba, jamás lo admitiría.

—¡Voy!— bajando las escaleras, rogaba porque su maquillaje no estuviese hecho un asco y su perfume no se hubiese evaporado.

Sencillamente no estaba en su mejor momento. Pero Jack, estaba como siempre, parado al pie de las escaleras, observándola como si fuese una aparición divina. La más bella de las artes. Eso lo dijo una vez estando ebrio hasta las pestañas: "El más bello arte es el octavo; amarte". Cursi como Jack sobrio jamás sería, o tal vez sí, pero tartamudearía demasiado al decirlo.

—¿Qué tal el estudio?— saludó Jack sonriendo, así como siempre que sabía exactamente lo que pasaba por su cabeza y le recordaba que no necesitaba disculpas ni explicaciones.

—Pesado— respondió y besó su boca. Sabía que Jack no aceptaría una disculpa, siempre fue comprensivo en ese aspecto, así que no gastaría saliva en ello. —¿Qué le pasó a tus piercings?

Sus pulgares inevitablemente fueron a parar a la ceja y nariz de Jack, la aleta nasal derecha para ser exactos. Ahí yacían los agujeros casi imperceptibles, desnudos, sin las piezas de metal que a ella le encantaban.

—Tuve que quitármelos para el trabajo, ya sabes, no se ve bien que un profesor de niños tenga una varita atravesada en su ceja y una argolla en la nariz— Jack sonríe, pareciera que no le afecta, pero Elsa sabe perfectamente que sí.

—Pero creí que a los niños les encantaban— recuerda las anécdotas que su novio siempre le contaba sobre los pequeños que toqueteaban sus piercings, hablando de lo cool que era su maestro por tenerlos.

—A los niños, no a las directivas— Jack suspira, la ha ayudado a subir al auto y luego el regresó al piloto con los labios apretados. Eso era señal de que dejara el tema.

En silencio, ella alcanza su mano sobre la palanca de cambios. Tiernamente acaricia el dorso de la mano más grande con su pulgar.

—Que se jodan esas directivas— masculló y Jack se rió.

...

—Ninja te extraña, ¿sabes?— comenta Jack jugando con los palillos como si fueran baquetas sobre la mesa.

El restaurante asiático favorito de ambos estaba particularmente lleno esa vez. Algo totalmente normal, pues era sábado y estaba ubicado en el ruidoso centro de San Francisco.

—Sí, lo escuché chillar en nuestra última videollamada— Elsa apoya su codo en el respaldo de la silla de Jack y a su vez, la cabeza en su mano, sólo para verlo de cerca. Su Jack era tan lindo.

—Es un traidor, te quiere más que a mí— refunfuña el peliblanco.

—Él te adora, lo sabes. Sólo que yo soy su madre y necesita de mí— se encoge de hombros. Jack tararea de acuerdo con la mirada fija en ella. Elsa sabe exactamente lo que piensa, y también muere de ganas por besarlo, pero sabe que él no dará el primer paso, así que ella misma se lanza hacia adelante y pesca un pico de los labios ajenos.

Jack chilla y se echa para atrás, avergonzado.

—¿Por qué haces eso?— murmura entre dientes con la cara roja.

—¿Por qué no?, eres mi novio y quiero besarte– sonríe, absolutamente dispuesta a tener esa discusión de nuevo —¿ahora no puedo?

Jack sacude la cabeza y mira nuevamente a sus palillos.

—Claro que sí, pero estamos en público— responde en voz baja. La sonrisa de Elsa se ensancha y él está siendo tan adorable que no hesita en besarle la mejilla. Jack no se quita pero ríe nervioso y rasca el puente de su nariz en un vago intento por tapar su cara con las manos.

—¿Por qué te pones tan tímido, huh?— picotea su abdomen con suavidad.

—Porque soy norteamericano— murmura como si fuera obvio.

—¿Y?

—Que ustedes los europeos son mas exhibicionistas que nosotros— vuelve a reírse entre dientes —, ya habíamos hablado de esto antes.

—No me importa, yo quiero mostrarle a todos cuanto te quiero— Elsa toma el rostro ajeno como presa de sus manos y reparte besitos a lo largo y ancho mientras Jack se retuerce, muriendo de vergüenza.

—Juro que en privado me voy a vengar— él entrecierra los ojos. Elsa sabía que eso no era una broma. Parte de la personalidad de Jack es mostrarse tímido a las muestras de afecto públicas, su cultura era un extra. Pero a puertas cerradas, cuando eran sólo ellos o sus más cercanos, se transformaba en alguien completamente diferente; un coqueto de primera. No iba a mentir, a Elsa le encantaba ser la única que disfrutara de esa faceta de Jack, así que respondió:

—No puedo esperar.

Creo que esto será otra miniserie de drabbles más sueltos, es decir, sin mucha trama de por medio; sólo momentos cute y muy doméstico todo. Espero les guste. Decidí llamarla Coffee & Tea pues ya verán que estos Jack y Elsa son muy distintos, pero se complementan muy lindo. Tengo varias mini historias planeadas para esta nueva serie.

Por cierto, creo que no está demás aclarar que el piercing de la nariz de Jack es la clásica argolla lateral, no un septum. Cuando le mostré este drabble a algunas de mis amistades, entendieron que se trataba de un septum, pero no.

Lamento cualquier error ortográfico o de redacción cometido.

Gracia por leer,

Con amor, Nani.