Flor
Las palabras de Jazmín me dejaron pensando , quería y deseaba tener algo formal con ella, pero me asustaba la idea de ponerle nombre a esto tan lindo que estábamos viviendo, tome su mano, mis ojos sé clavaron en sus ojos y le dije.
- Somos lo que el tiempo decida que seamos- le dije mirándola.
- Es bueno saberlo, no tener etiquetas- me acerque y la bese- vamos a bailar.
- Claro, con todo gusto, pero esa música yo no la sé bailar – le dije mirándola.
- No te preocupes tu sólo muévete- tome su manos y bailamos cuando cambiaron el ritmo ella se quedó mirándome y dijo.
- Yo no sé bailar esa musica- me sonroje un poco a ella le gusta bailar y lo hace muy bien .
- Es salsa, te enseño- la tome de la mano y le enseñe unos pasos, después tocaron otra canción que me encanta- esa canción te la dedico- ella sonrió- por todas las veces que me coqueteaste- era la canción de procura de Chichi Peralta, ella me sonrió, baile con ella mientras cantaba esa canción, pasamos varias horas bailando, hasta que ella se acercó y en tono muy sexy me dijo.
- Mami, vámonos, quiero estar contigo a solas- ella me sonrió.
- Vamos, solo pago la cuenta – me acerque a la caja con ella de la mano, pague en efectivo y ella extendió su mano con su tarjeta, yo la tome y se la regresé- yo te invite- le dije muy segura- salimos del bar, tamamos un taxi y nos fuimos hacia el hotel, al llegar , yo pagué el taxi y ella volvió a insistir con pagar pero no la dejé, al entrar al elevador, ella se acercó a mi , me abrazo con fuerza.
- Me encantas- suspire- eres atleta, inteligente, guapa, sexy, muy buena en tu trabajo , bailas muy buen- la miré- ¿algo más que deba saber?- ella sonrió, sus mejillas rojas.
- Ah, veamos- levante el rostro y finjo estar pensando- Bueno eso creo que ya lo sabes- sonreí, acaricié su mejilla- que me encantas- ella me sonrió.
- Siempre se así conmigo- la abracé.
- ¿Así como?- tome su mano salimos de ascensor y entramos a la habitación.
- Cariñosa, detallista, me encanta como eres conmigo- bese sus labios apenas entramos a la habitación, sin pensarlo saque su blusa, bese sus labios, su cuello, mis manos quitaron su pantalón y mis labios estaban en sus labios, mis manos llenaban de caricias su cuerpo, ella hizo lo mismo conmigo, su cuerpo desnudo estaba a mi lado, sus brazos, cubrían mi cuerpo, su respiración agitada, acompañaba a la mía.
- Señorita, debo decirlo- ella me miró sorprendida-amó al Perú- ella sonrió.
- ¿Por que?- pregunte mirándola, ella estaba sobre mi.
- Por que de halla es la mujer más guapa, sexy, con un acento que me fascina- cara de boba otra vez.
- Mi amor si algún día no quieres nada conmigo- ella me miró – dímelo por favor, ella se quitó y se sentó al borde de la cama.
- Flor, no hablemos de eso , ahora estamos bien, nos estamos conociendo- suspire- va a durar lo que deba durar- la miré, no quise decirle que por ella aprendí a hablar portugués brasileño, que por ella conocí a la cantante Ana Carolina, porque a ella le gusta, no le dije que cuando me gustaba veía sus fotos en WhatsApp, que buscaba excusas para hablarle, que en más de una ocasión cuando hablábamos por teléfono, mi cara de boba y unas ganas de decirle que me encantaba su acento, suspire, ella rompió el silencio.
- Tienes razón- me levante me acerque a ella, quedando de frente-esos ojitos color miel, wow- ella recargó su cabeza en mi vientre.
- Tengo que decirte algo- ella me miró, se sentó a mi lado- varias veces escuché una canción y pensaba en ti, bueno fueron muchas- ella me interrumpió.
- Yo sé que te gusta mucho la música, por cierto- camine hacia mi bolso, saque una bolsa de color rosa- esto es para ti bonita- ella levantó la mirada hacia mi , tomó la bolsa.
- ¡Gracias!- abrí la bolsa, eran unos audífonos y una tarjeta de membresía para una plataforma- Wow, no era necesario- le dije , me levante y le di un abrazo.
- Quería regalarte algo- suspire- y recordé que te gusta la música, así que los compré, y de la membresía, bueno mi hija me dijo que esa era la mejor para escuchar toda la música, que quieras- guiño de ojo.
- Gracias, otra vez- ella se acercó.
- Es algo simbólico- sonreí, ella me miró con cara de sorpresa.
- ¿Simbólico?- pregunte.
- Si mi amor, hoy hace dos meses que empezamos- No quise ponerle nombre, ella sonrió.
- Oh, cierto- lo olvide- soy mala para las fechas mi amor, mi flaca- la abracé.
- Pero mañana puedo invitarte a desayunar- sonreí.
- Me parece muy buena idea- me acerque y la abrace- pero no quiero que sea mañana.

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FLORES
RomanceFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.