ESTO ES AMOR

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Flor

Vuelta a la realidad, pensé mientras me despertaba a su lado, una linda sonrisa se dibujó en sus labios, al verme , al sentir mis besos, yo suspire, la abrace con fuerza, bese sus labios, acaricie su mejilla, en tono suave dije.

- ¡Te amo!- suspire- quiero despertar así, todos días- le di una sonrisa, me sufro mirándola.

- Te amo, Flor- bese su mejilla- podemos despertar todos los días así, dormir  abrazadas, despertarme y ver tus ojos, sentir tu calor en las noches frías, hacer él amor , donde queramos.

- Si- sonreí, la idea de vivir con ella, de compartir , me hacía ilusionarme – quiero vivir contigo, tener nuestra casa, tener un hijo contigo- acaricie siempre mejilla, su cabello- que tenga tu sonrisa.

- ¿De verdad?- me levante , la mire.

- Si, quiero que formemos una familia, quiero hacer muchas cosas contigo- me levanté- incluso todas esas que dije que nunca haría- sonreí, la abrace.

- Me encantaría vivir contigo todas las cosas , aventuras, felicidad- tome sus manos, mire sus ojos- te admiro como profesional y cómo mujer- bese sus labios.

- Tú eres una gran mujer- la abrace por la cintura- eres una persona muy madura para tu edad, una mujer muy inteligente, alegre, con miles de cualidades y me tienes locamente enamorada.

- Estamos enamoradas, casadas- cuando dije eso vi el anillo en nuestros dedos- ¿ Debemos quitarnos el anillo? – pregunté mirándola.

- Creo que, si- dije con tristeza- es incómodo, tener que ocultar nuestra relación- la mire- yo quisiera decir: ella es mi esposa, mi chica.

- Paciencia, mi cielo- la abrace, la bese , nos quedamos así un par de minutitos.

- No te quites el anillo de compromiso- dije mientras la abrazaba- quiero que sepan que estás comprometida, que tienes a alguien que te ama y tu amas-ella sonrió.

- Mi vida- acaricie su mejilla, seguí abrazada a ella- no tengo ojos para nadie más, pero te vez sexy cuando estás celosa, me gusta, me encanta tu acento, tu risa, el hoyuelo en tu mejilla, me tienes loca, me fascinas, me encantas, tu completita.

- Te amo, no sigas – bese sus labios- no te dejare ir al trabajo, vamos a quedarnos a dormir, a hacer el amor- le dije mirándola.

- ¡Me encantaría!- la abrace con fuerza- pero tenemos mucho trabajo- bese su mejilla, la solté, fuimos a la ducha, salimos rumbo a la oficina, yo manejé y cuadras antes , cambiamos de lugar, nos quitamos los anillos y caminamos conversando del clima, del trabajo, de la ciudad, hasta que entramos la oficina, me estaba siendo difícil y complicado , sonreí.

- Bueno señorita, se queda en su oficina- coloqué mis cosas sobre el escritorio , me coloqué los zapatos de seguridad, ella me miró.

- Me encanta como te quedan esos zapatos- mis ojos estaban posados en ella- discúlpame no debí decir eso- me sonroje , me preocupe, no daba controlando lo que siento por ella.

- No te preocupes- salí de prisa, tomé mi celular y me fui a la operación, a la hora de comida, fui a mi oficina, ella estaba conversando con un tipo, lo cual me incomodó, me incomodó la forma el que él se acercaba a ella- toque la puerta, el tipo se alejó un poco, ella me miró.

- Vamos a comer- quería irme alejarme de ese tipo, que no era para nada d mi agrado.

- Claro, vamos- pase junto al tipo, tomé mi bolso, las llaves del auto, me paré frente a ella- ¿lista?- pregunte al sentirla incómoda.

- Claro, vamos- de inmediato camine hacia ella- nos vemos Gerardo y de preferencia tus temas lo vemos en la reunión de las cuatro, los lunes, o es necesario que vengas a la oficina, y menos que te portes así- el sabía de qué hablaba se sonrojó, me miró molesto.

- Enterado- no supe que más decir.

Jazmín

Caminamos en silencio, al llegar al auto, yo abrí la puerta, ella subió, estando adentro colocándonos el cinturón rompí el silencio.

- ¿Qué sucedió?- le pregunte, la mire, ella parecía estar molesta.

- No pasa nada- mentí, me incomodó- no pasa nada que yo no pueda controlar, tengo 50 años mi amor, se como tratar a tipos como ese- dije en tono muy segura.

- Pero yo- la mire- estoy para cuidarte, protegerte mi amor- insistí.

- En el trabajo no somos nada- eso me molesta pensé- sólo soy tu jefa y yo debo cuidar de ti, debo cuidar que te respeten, era mi niña, mi chica- le di una sonrisa- ahora vamos que muero por besarte- ella condujo, estando algo lejos de la oficina, se detuvo, me robó un beso rápido.

- ¿Te he dicho que te amo?- le pregunte estando muy cerca de ella.

- No, no me lo habías dicho y ya lo necesitaba- suspire, acaricie su mano.

- Te amo, te vez hermosa hoy, eres tan sexy poniendo patanes en su lugar- ella sonrió- y esa sonrisa, ese acento, ese tono de enojo, me pone- me acerque a su oido- hot.

- Mi amor- acaricie su pierna- no digas más , porque voy a quitar tu blusa y hacerte él amor aquí- dije decidida.

- Vamos a comer- baje del auto, comimos, regresamos a la oficina, deseando que la hora de ir a casa llegara, para poder estar a solas, al terminar el día, fui a mi oficina, tomé mis cosas, ella estaba sentada, hablando por teléfono cuando entre ella dijo.

- Okay mi amor, te veo el lunes, haz tus tareas y duerme temprano- cuando vi a Jazmín , le di una sonrisa, al colgar le dije- estoy lista para irnos.

- Vamos- caminamos hacia la salida, hacia el auto, al subir le dije- debiste saludarme a mi hija – ella me miró sorprendida.

- ¿Tu hija?- la mire confundida.

- Si , mi hija- encendí el auto- si es tu hija y tú eres mi esposa, la mujer de mi vida, entonces ella es mi hija- afirmé.

- Me encanta que lo digas así- sonreí, conduje, antes de llegar a casa pregunte- ¿paso por algo para la cena?.

- Si, por favor- sonreí- quiero recostarme en el sofá, ver una película, que me abraces- sonreí, fuimos a comprar , comida china, luego a la casa, al llegar a casa , cerré la puerta, la tomé de la cintura- deseaba tanto sentir tus labios- suspire- y reafirmo , con botas de seguridad, te vez muy bien- sonreí.

- Te amo, bonita y sexy esposa- sonreí- ahora debo cumplir con mis deberes- ella me miró.

- ¿Cómo así?- la mire, me senté en el sofá, ella soltó una carcajada.

- No, mi amor, no me voy a encuerar- ella me miró desanimada.

- Pensé que si- sonreí.

- No, me refería a que debo llevar a erato a caminar  y yo necesito también hacer ejercicio- le dije decidida.

- Te acompaño, los acompaño, debo cumplir con mi responsabilidad- ella sonrió- es nuestro hijo de cuatro patas- pero antes- la tomé de la cintura, la traje hacia mi- quiero un beso de eso ricos que sólo tú sabes dar- ella me beso- ahora si a hacer ejercicio, ya tomé fuerzas, sólo voy a cambiarme de ropa, ya vuelvo, entre a la habitación cuando salí, ella ya estaba en short, erato preparado.

- Estamos listos- caminamos los tres juntos, Flor juzgaba con erato, erato corría tras ella, luego de una hora volvimos a casa.

- Me encanta todo esto que estamos viviendo- sonriendo.

- Voy a la ducha- sonreí- ¿vienes? – dije mientras desabrochaba mi blusa.

- Claro que voy- la abrace por detrás- contigo voy a donde sea- fuimos ala regadera, besos , caricias, salimos del tocador, la llene de besos, abrazos, le hice el amor, me quede con ella, abrazada a mi, tomaba su mano- esto es amor, no tengo dudas.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora