FLORES

ORDENANDO

Flor

Mis manos cerradas, apretando los puños, estaba molesta, enojada con todo, Laura me miro, se levantó del sofá, tomo su maleta.

- Claro que me largo de tu vida- sus palabras me dolieron, fue como si un terremoto me moviera, como si me obligara a salir de ese lugar que estaba quedando en ruinas, camine hacia la puerta, antes de salir Flor dijo.

- Mucho éxito- me adelante le abrí la puerta, en una semana tu departamento estará vacío, Andrea y yo nos mudaremos, este departamento es lo único que tendrás de mi- ella salió sin decir nada, cerré la puerta, fui a la cocina, tome una botella de agua, me senté a un costado de la ventana, pensando, buscando las palabras adecuadas para hablar con mi hija, paso más de una hora Andrea apareció, de forma tímida se asomó, yo le di una sonrisa al verla.

- ¡Hola! - dije tímidamente, mi madre estaba seria observándome.

- Ven mi amor- Andrea camino hacia mí se sentó a un lado mío, permanecimos en silencio un par de minutos hasta que ella pregunto.

- ¿Por qué se fue Laura? - La casa se sentía diferente sin ella, mi madre me abrazo.

- Se fue porque era lo mejor para ella y para mí- Andrea me miro confundida- si preciosa, ella y yo debemos estar lejos porque ya no tenemos una relación, ahora solo nos unes tu- mi hija escuchaba atenta, nuestra relación termino, ella merece buscar a alguien más y ser feliz, así como yo soy feliz con Jazmín- Andrea guardaba silencio, pasaron unos minutos y pregunto.

- ¿Pero yo podré verla?, ¿salir con ella?, ¿Qué vaya por mí al colegio? - no quería dejar de verlas.

- Claro que podrás verla, siempre contaras con el amor, apoyo y cuidado de ella y mío, solo que ahora no viviremos juntas, ya no se verán a diario, pero seguirán en contacto- Andrea pareció tomarlo bien, fuimos a cenar, solo ella y yo.

Laura

Al salir del apartamento, me quedé sentada en un parque cercano, estaba tratando de asimilar lo sucedido, recordando sus palabras, la seriedad y frialdad de sus palabras, la noche empezaba a caer, el frio calaba los huesos, metí las manos en los bolsillos de mi suéter deportivo, gente iba y venía, yo tomé aire, tome valor, me levante camine hacia la parada de autobús quería tomar el camino más largo, quería pensar que era un mal sueño, el autobús se acercaba a casa de mi madre, yo me puse de pie, baje, respire profundamente, cada paso, parecía alejarme más de ellas, estando frente a la puerta, respire hondo, abrí, entre, mi madre al escuchar la puerta pregunto.

- ¿Eres tú Fernanda? - me asuste al escuchar que abrían la puerta.

- No, madre- camine hacia el interior, ella salió de la cocina- soy Laura- dije al borde de las lágrimas, mi madre camino hacia mí, como si lo supera todo, me abrazo con fuerza, yo rompí en llanto.

- Tranquila- la abrazaba con fuerza contra mi pecho- estas a salvo- le repetía, bese su frente, ella se separó de mí.

- Otra vez pensé que todo podía mejorar que podríamos volver a ser la familia feliz, que alguna vez fuimos- me senté sobre el escalón, mi madre se acercó, se sentó a mi lado.

- Ya pasó más de un año- dije sería, con la vista al frente- debes soltarlo por tu bien- tome su mano- esa relación término, finalizó- mi tono serio, mis palabras eran serias y secas, pero debía ser así.

- ¿Entonces porque me busca? - pregunté con los ojos llenos de lágrimas.

- Ella no te busca, tú las buscas- sus ojos veían los míos buscaban respuesta- no tengo todas las respuestas mi amor, solo sé que siempre voy a querer y desear verte feliz y contenta- la abracé, le preparé un té, salimos al jardín.

Jazmín

Pasaron dos semanas, las semanas más duras y difíciles, en todo momento estuvo conmigo, Thalía, consolándome, animándome, hoy es un día especial, digo frente al espejo, acaricio mi vientre, el cual empieza a verse más grande, una sonrisa en los labios, un brillo en mis ojos, un inmenso amor creciendo en mi corazón, Thalía con una sonrisa en los labios dijo.

- Esa foto definitivamente la voy a enmarcar- me acerque, toque su pancita- hola, mi amor, debes dejarte ver, la tía Thalía, quiere conocerte-Jazmín sonrió.

- Lo conocerás hoy- sonreí.

- Vamos es tarde- salimos de la habitación, subimos a mi auto, conduje en su rostro había algo de melancolía, yo sé que ella desearía que Flor estuviera aquí, tome su mano- todo saldrá bien, tú eres muy fuerte y el bebé será igual- la anime.

- Gracias por estar conmigo- sonreí- con nosotros.

- No tienes nada que agradecer yo sé que tú en mi lugar harías lo mismo- sonreímos.

- Esa promesa de borrachera fue sincera, lo sabes- llegamos al ginecólogo, bajamos del auto, caminamos hacia la entrada, la enfermera dijo mi nombre.

- Señoras de Rosas.

- Hola- escuchar eso me alegraba, pero recordaba a Flor, entramos Thalía conmigo, estábamos listas para conocer al pequeño o pequeña, una sonrisa nerviosa en mis labios estaba por conocer al amor de mi vida, sonreí, una lagrima rodo por mi mejilla, Thalía tomo mi mano.

- ¡Que nervios! - sonrisa nerviosa- ¡Que alegría! - él bebe apareció, ahí estaba, el medico dijo.

- Es un niño, tienes 3 meses de embarazo.

Flor

Dos semanas han pasado, dije mirando por la ventana, viendo la lluvia resbalarse por la ventana, acompañando mis lágrimas, estaba sola en ese apartamento, en ese quinto piso, un sábado por la mañana, un día nublado, me recargue sonreí el respaldo del sofá, con la mirada puesta en la ventana, Andrea estaba con Laura, quien al parecer entendió que la quiero fuera de mi vida, solo viene por Andrea y la espera abajo, nuestro contacto se limita a hablar de nuestra hija.

Laura

Desayunando con Andrea un día de lluvia, me sentía tranquila, poco a poco estoy olvidando o al menos dejando de lado, mi situación con Flor.

Jazmín

Salimos del médico, nos fuimos a desayunar, después de compras, la despensa, al pasar por una tienda de bebes, Thalía me tomo del brazo.

- Ven, espera quiero entrar- Jazmín me miro confundida.

- ¿A qué? - la miré, sin moverme, a mí también me llamaba la atención las cosas de bebe desde que supe que estaba embarazada, pero quiero comprar todo cuando falten unas semanas para su nacimiento.

- Voy a comprar algo para mi sobrino, hijo, ahijado- sonreí.

- Esperemos 5 meses más- insistí, algunas veces escuché que comprar cosas con anticipación, no está bien.

- Es un obsequio especial y tranquila todo estaré bien, yo estaré para cuidarlos a los dos- la anime, entramos tome un oso de peluche color café, una manta color amarillo.

- Muchas gracias- le dije sonriendo, todo me hace sentir ilusionada, me imagino con mi bebe, tomando su mano, jugando con él, velando su sueño, cuando de sus primeros pasos, cuando diga por primera vez mama.

- Con todo mi amor para los dos- la abrace- recuerdo que quedamos en no hablar del tema de Flor, pero ella debería saber que están embarazada.