Jazmín
Una sonrisa, la mirada puesta en las flores, las palabras de esa chica me sentía aún más especial, regresé la mirada hacia la chica.
- Soy afortunada de tener a mi lado- sonreí, llevaron mis flores hacia mi oficina, cuando salieron tomé la tarjeta, lo que decía, suspiré, una sonrisa se dibujó en mis labios, decidida camine hacia la oficina de mi esposa pero estaba ocupada, volvía a mi oficina, a la salida pasé por un ramo de rosas, para mi esposa, al llegar a casa ella aun no llegaba, Andrea hacia la tarea, Florian dormía y yo me cambie de ropa, fui directo a la cocina, prepare pasta, para la cena, coloqué las rosas en un flores, luego sobre la mesa, el reloj marcaba las ocho de la noche, los niños dormían y yo esperaba en la sala por mi esposa, con un libro entre las manos, la puerta se abrió, ella entro.
- Hola, mi amor- sonreí al verla, se sentía bien llegar a casa y saber que ella esperaba por mí, suspire la verla, la sala estaba a media luz, sobre la mesa, velas, flores, dos copas y dos platos, ella camino hacia mí.
- Hola, mi amor- la abrace, bese sus labios, su aroma inundaba mis sentidos.
- Mi esposa, bella- la abrace con fuerza.
- Te esperé para cenar- me acerqué a su oído y dije- los niños duermen.
- Una cena romántica- suspire- me encanta la idea- caminamos hacia la cocina, tomadas de la mano- huele delicioso- me acerque, ella sostenía un refractario entre sus manos.
- Hecho especialmente para ti- bese sus labios, me acerque al microondas coloqué la comida, ella tomo las copas, caminamos hacia la mesa, estos momentos me encantan pensé.
- Amo, tus detalles- bese su mejilla, su suave y tersa mejilla.
- Y yo los tuyos- me acerque la abrace – esta hermoso el ramo de flores que me enviaste- suspire.
- Mi bella Jazmín- la tomé por la cintura y la traje hacia mi- los detalles son poco, parecen nada para expresar cuanto te amo- sus ojos cafés me dejaban sin palabras.
- Te amo Rosales, amo cada cosa de ti, amo ese corazón noble, esa sonrisa, tu acento, la seriedad en tu rostro- nos besamos, mis brazos posados en su cuello, sus manos, posadas en mi cintura, nuestros labios, unidos en un beso, el momento Perfecto, hasta que la alarma del microondas nos recordó que la cena estaba lista.
- Hasta el microondas se pone celoso, cuando estás comido- Jazmín soltó una carcajada.
- Exageras- ella llevo la botella de vino, la copas , regreso, sabía que debíamos hablar sobre un tema, pero no quería discutir con ella, tampoco economatos por alguien que simplemente no me interesa, ella se animó y continuo.
- No exagero- guarde silencio- yo sé que no es el momento- no quiero parecer una loca celosa, que se imagina cosas, ni quiero hostigarla con mis celos, pero estoy cansada de esto primero Rocio y ahora esa loca, de Veronica, ella se acercó.
- ¿Para qué? - la mire fijamente, tomé sus manos- para hablar de nuestros sentimientos y emociones, siempre es el momento- la mire- ¿Qué sucede?- sus ojos me miraban, buscando la respuesta.
- Sucede que quizás alucino, pero estoy cansada de que esa mujer esté mirándote, que busque excusas para hablarte, es fastidiarte para mi- deje caer los hombros, Jazmín me escucho atenta.
- Hablaré con ella- bese su mejilla- por mi parte, ya no tengo ojos y menos interés en llamar o tener su atención, la única atención que me gusta es la tuya- acaricie su mejilla- sólo esos ojos mirando a mi- suspire.
- La tienes toda la vida, la tendrás - la abrace, ella estaba a la altura de mi pecho, yo cerré los ojos, me hace tan feliz tenerla conmigo, suspire, bese su frente, ella sonrió.
- Aclarado el tema- sonreí- vamos a la mesa, es hora de cenar- caminamos hacia la mesa.
Flor
La cena romántica, tranquila, sonrisas, miradas, lavamos los platos, acomodamos, colocamos cada cosa en su lugar, fuimos a ver a los niños y finalmente a la habitación, mi esposa se quitó la ropa, yo no podía dejar de verla, me acerque, la abrace, su estómago desnudo al oído le dije.
- Te vez tan sexy- sonreí, mis manos seguían abrazándola, por la espalda- te haría el amor, pero estoy muy cansada- ella soltó una carcajada.
- Tranquila no es necesario hacerlo todos los días- continúe cambiándome, estaba algo cansada.
- Yo no quiero que me dejes por alguien más joven- mi mayor miedo, me aterra la idea de perderla, la amo, como jamás había amado en mi vida, ella sin decir nada se sentó a mi lado, pasaron unos minutos, en silencio, luego de esos, ella entregado sus dedos con los míos, en tono suave dijo.
- Yo no no me casé contigo por unos años, tampoco tuve un hijo para después dejarte, yo hice mi proyecto de vida contigo, yo en mi presente y futuro estaré contigo, eres mi esposa, la madre de mis hijos- suspire- hago lo posible por mostrarte y demostrarte que te amo, que eres una mujer encantadora, bella y única- Flor, yo te amo, amo cada cosa de ti, cada detalle tuyo, amo tu inteligencia, esas conversaciones que tenemos, incluso el silencio que para nada es incómodo, el sexo es importante pero es más importante tener a alguien con quien ser tu, alguien a quien admirar , alguien a quien al tomar de la mano, sientas que puedes vencer cualquier obstáculo, sentirte acompañado, amado y respetado, yo en ti encuentro todo eso y más- me levante, me apoye sobre mis rodillas, estando frente a ella, enmarqué su rostro y con toda seguridad dije- yo te amo, te amare en estas y todas mis vidas, eres el amor de mi vida, mi chica.
- Te amo y el solo hecho de imaginarme sin ti- guarde silencio.
-No lo imagines- sonreí, seque su lagrima- eso jamás pasara- junte mi frente con la suya.
- Te amo- ella sonrió.
- Estamos juntas para siempre y por siempre, para la eternidad- suspire.
- Gracias por escucharme y entenderme, ese es mi mayor miedo- agache la mirada- perderte.
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FLORES
RomanceFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.