Jazmín
La música siempre es mi refugio, mi escape, hoy en especial me siento triste, melancólica, preocupada, perdida en mis pensamientos, escuchando música, pensando en todo y en nada, Flor se acercó, se paró frente a mí.
- Mi amor- me agache, quedando frente a ella, sus ojos se encontraron con los míos.
- Dime- me quité los audífonos, me levanté de la silla o al menos lo intenté, ella me detuvo.
- Es un viaje de una o dos semanas, no más- intente convéncela, mis manos sostenían sus manos.
- Si, yo sé que es parte de tu trabajo- le di una sonrisa, respiré profundo, se puso de pie, me puse de pie, inicio con su maleta, yo preparaba algunas cosas personales de ella, se acercó a mí, beso mi mejilla.
- Te amo mi amor- sonreí.
- Yo también te amo Flor- sonreí, al finalizar la maleta, me recosté a su lado, ella me abrazo, besó mi hombro, sus manos, bajaron a mis piernas, su cuerpo tibio, el rose de su piel, suspire, beso mi cuello- deseo hacerte el amor- suspire- una semana si ti será eterna- realmente lo será, voy a extrañarte pensé.
- ¿Viajarás cansada? – la luz de la habitación estaba apagada, ella seguía acariciando, besando mis hombros, mi espalda, no pude resistirme.
- Yo no voy a conducir- empecé besando su espalda, acariciando sus glúteos, su vientre, mis manos recorrían su piel, mis labios llenaban de besos cada espacio, mi cuerpo buscaba el calor del suyo, mis labios, encontraban los suyos, el sabor de sus besos, su aroma, la textura de su piel, nos volvíamos una sola, nos miramos a los ojos, en ese momento yo dije- voy a extrañarte tanto mi amor- bese sus labios- algo de mi sentía que al irse todo cambiaría que nada sería igual.
- También voy a extrañarte mi amor- estaba luchando para no llorar, me sentía triste al saber que se va.
- Te amo- acariciaba su mejilla, estaba sobre ella, mirando sus ojos, grabando cada espacio de su rostro, me acomodé a su lado, esta noche fui yo quien durmió en su pecho.
Jazmin
La alarma sonó, anunció nuestra despedida, ella la apagó, regreso a la cama de abrazo a mi yo suspiré, cerré los ojos durante unos minutos, mi alarma sonó, era momento de levantarse de la cama y así fue en silencio me fui a la ducha, ella me alcanzó.
- Te amo, eres el amor de mi vida- no quería irme, me encantaba mi trabajo, viajar conocer lugares, pero este viaje en especial no quería hacerlo, no quería irme.
- Yo también te amo, eres y serás toda mi vida mi único y gran amor- nos abrazamos, empezamos a llorar.
- Odio las despedidas- dije con la voz entrecortada, con las lágrimas escondiéndose bajo el agua de la regadera.
- Siempre me fui sin despedirme- dije mirándola a los ojos, con la vista nublada por las lágrimas.
- Será temporal- intente animarnos- pronto estaremos juntas, siendo la pareja feliz que somos, nos vamos a embrazar, vamos a formar una familia- era mi sueño.
- Así será, estaré esperando por tu- la abrace, la bese, salimos de la ducha, nos preparamos, fuimos al aeropuerto durante el camino nos acompañó un silencio, al llegar bajo su maleta, estando cerca de mí, me abrazo, beso mis labios.
- Nos van a ver- dije tímida.
- No me importa eres mi esposa- Tono firme- ese anillo en tu mano lo confirma, el acta de matrimonio lo afirma- ella sonrió, su sonrisa iluminaba mi vida, mis días- ahora ya puedo irme- sonreí.
- Que tengas un buen viaje mi amor- intente sonreír.
- Te veo en cinco días mi vida- suspire.
- Estar contando los días para verte- mis ojos posados en ella, ella camino dio unos pasos, se detuvo, regreso a mí, se lanzó hacia mi yo la abracé con fuerza, comenzó a llorar, yo evité hacerlo debía ser fuerte para ella, por ella
- Debo irme- seque las lágrimas, tome la maleta, ella seco mi lágrima, mi mano sostenía su mano, poco a poco se fueron separando y yo sentía que mi corazón se partía, abordé el avión y fue imposible para mi mantenerme fuerte, jamás había sentido esto, esta sensación de pérdida, este miedo a estar lejos de ella.
Jazmin
Ella se fue yo volví al auto, estando sentada con las manos sobre el volante un nudo en la garganta, que parecía romperla, las lágrimas aparecieron, recorrían mi rostro, rompían mi corazón, estaba rota, triste, vacía pasó una hora, me sentí un poco mejor, conduje, debía hacerme unos estudios por órdenes del médico del trabajo, al llegar estacione el auto, baje.
Flor
El avión aterrizó, tome mi bolso, camine hacia la salida, fui por mi maleta, pero antes quise llamar a mi esposa, pero no respondió, seguí mi camino, con una maleta, en mi Ciudad Lima, pero sin mi esposa a miles de kilómetros de ella, realmente no quiero estar aquí pensé, una chica me sonrió, sostenía entre sus manos un letrero con el logo de la empresa, me acerque, ella me sonrió.
- Hola- le di una sonrisa- ¿Flor? - la miré fijamente.
- Si, un gusto- extendí mi mano, ella la tomo, beso mi mejilla.
- Vamos te llevaré al hotel, para que descanses u mañana paso por ti para iniciar el proyecto- le di una sonrisa.
- Claro, gracias- intente sonreír, fuimos al hotel, ella me dejó yo entré, me puse cómoda, tome nuevamente mi celular e insisto con Jazmín.
Jazmín
Salí de los exámenes médicos, Flor me marco yo respondí.
- Hola, mi amor- suspire.
- Hola mi bella esposa, mi Jazmín- mi rostro cambio al escuchar su voz.
- ¿Todo bien? – pregunté, mientras colocaba mi suéter, dolía un poco mi brazo, pensé.
- Si, pero te extraño y quise marcarte, necesitaba escuchar tu voz, mi cuerpo recostado sobre esa cama fría de hotel.
- Me haces falta, te extraño- suspire, mi cabeza recargada sobre el respaldo del asiento del auto, escuchar su voz me daba calma, tranquilidad.
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FLORES
Roman d'amourFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.