ENVEJECER A TU LADO

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  Flor
  Escuché las palabras de Andrea hacia Jazmín, me puse de pie camine hacia donde ella estaba, sin decir más la tome de la mano, salimos al jardín, estando a solas yo hablé .
 
  -¿Qué sucede contigo?- la mire fijamente esta vez yo estaba molesta con ella y con sospechas hacía Laura.
 
  - Te dije que quiero irme con Laura, no quiero estar aquí- yo estaba llorando, molesta, triste.
 
  - Eso lo hablamos antes de llegar aquí, te dije que pasarías fin de año y resto de vacaciones con ella- Andrea me miró.
 
  - Yo no quiero estar con Jazmín, tampoco quiero estar contigo- entre mis manos sostenía mi celular, mismo que mi madre quito- es mío no revises mis cosas- dije molesta.
 
  Flor
  Con el celular entre mis manos, levanté la mirada hacia mi hija, en ese momento entendí, que hice mal, se lo devolví.
 
  - Gracias- me levanté de la banca.
 
  - Estarás aquí unos días más, así que no quiero berrinches, te exijo respeto hacia mi esposa, hacia tus tíos y tus abuelos- ella me miró , sus ojos llenos de enojo.
 
  - ¿Puedo irme?- mire a mi madre, me dolía estar separada de Laura, extrañaba esos días con mi madre y Laura, suspire.
 
  - Ve a la sala, acepta los obsequios que tienen para ti por favor- Andrea me miró.
 
  - Si madre- camine hacia la entrada, al estar en la sala, mis tíos ,mis abuelos y Jazmin me dieron los obsequios.
 
  Laura
  El sol se colocó por mi ventana, una sombra, fue la encargada de abrir esas cortinas, cubrí mi rostro, un fuerte dolor de cabeza, nublaba mi vista, una voz familiar dijo.
 
  - Despierta, es hora de comer, de abrir los obsequios- Laura dormía, bebió mucho la noche anterior y también lloro.
 
  - No, déjame dormir- abrace la almohada, mi hermana se acercó, quitó la manta, yo me resistir a abrir los ojos.
 
  - Vamos Laura- ella no quería- faltan cinco días para que venga Andrea- cuando dije ese nombre ella descubrió su cara, se sentó al borde de la cama, una sonrisa se dibujó en su rostro.
 
  - Es cierto, debo ordenar la habitación, preparar todo para que ella esté cómoda- sonreí, me hace tanta ilusión ver a mi Andrea, suspire.
 
  - Vamos, necesitas comer algo- le dije mirando esa cara de alegria.
 
  - Me daré una ducha y te alcanzo- sonreí.
 
  - Claro té veo en la sala- salí de su habitación.
 
  Andrea
  En mi habitación, recostada sobre mi cama, escribí un mensaje para Laura.
 
  *te extraño mucho, feliz navidad*
 
  Laura
  Me vestí, fui a la sala mi familia estaba ahí, esperando por mi, al verlos suspire, su compañía, su amor, me daban fuerza y ánimo para seguir, el amor de mi familia, me devuelve las ganas de seguir, pase la tarde con ellos y por la noche le hablé a Flor.
 
  Flor
  Una velada en el jardín, compartiendo una manta con mi esposa, risas, broma, una fogata, el calor del amor de mi familia, Jazmín me acercó a ellos, me trajo de vuelva a casa, suspire, mi teléfono sonó, me levante, me aleje un poco, en la pantalla, el nombre de Laura.
 
  - Hola Flor, buena noche- mi amor, pensé, contuve ese suspiro, deseaba decirle feliz navidad mi amor, pero no debo.
 
  - Buena noche Laura- mi tono serio.
 
  - Feliz navidad para ti, tu familia y para nuestra hija- levante la mirada, debía concentrarme, no hablar de mis sentimientos.
 
  - Gracias Laura, igualmente para ti y tu familia- levante la mirada hacia mi esposa, le di una sonrisa.
 
  - Quisiera pedirte que me dejes ver a Andrea, se que vendrá en unos días, pero quisiera verla antes- respire profundo esperando su respuesta.
 
  - Esta bien, mañana la llevaré contigo – quizás Jazmín tenga la razón y Andrea esté más tranquila si la ve.
 
  - Gracias, también quisiera pedirte que hablemos con ella- voltee la mirada hacia mi familia, buscando el valor para el paso que daré- quiero quedarme en Lima, Andrea lo debe saber- cerré los ojos, me aferraba a la ligera esperanza de escuchar un: vuelve a Mexico.
 
  - Perfecto, mañana hablamos con ella- me daba calma saber que ella se quedaría en Lima- también tengo los documentos del departamento firmados, ese departamento es para ti- no podía dejarla sin nada.
 
  - Flor, yo no necesito que hagas eso , tengo a mi madre, y he pensado vivir con ella- mentí.
 
  - Ese tema no discute, esta decidido, te veo mañana- no le di tiempo de nada, colgué la llamada, camine hacia mi esposa, ella extendió su mano- si sigues sonriéndome así tendré que dar por finalizada la reunión y llevarte a la habitación- ella se sonrojó cuando yo dije eso a su oído.
 
  - Acepto- sonrisa cómplice, Flor se levantó del sofá.
 
  - Buenos chicos, chicas, madre y padre, nosotros nos vamos a dormir- sonreí, mi hermana respondió.
 
  - Les daré algo para descansen mejor- me levante fui a la cocina, regresé- esto es para ustedes- guiño de ojo.
 
  - Gracias hermanita- dije sonriendo, entre mis manos una botella de vino, dos copas, chocolates y algunas otras cosas, camine con mi esposa hacia la pequeña cabaña que destinaron para nosotros, al entrar, pétalos de rosa, una luz tenue.
 
  - Que lindo- sonreí.
 
  - Quiero estar contigo- coloqué las cosas sobre la mesa, cerré la puerta con seguro, enmarqué su rostro- deseo hacerte el amor- bese sus labios.
 
  - Yo quiero que lo hagas- bese sus labios, de manera suave, lenta, cambiando poco a poco hasta ser apasionado, sus manos quitaban mi pantalón deportivo, nos separamos, ella quitó mi suéter, soltó mi cabello, beso mi cuello, mi clavícula, me lleno de besos y caricia, miradas cómplices, nuestra respiración agitada, nuestros cuerpos moviéndose en perfecta sincronía.
 
  - Te amo Flor- bese sus labios, sus manos estaban en medio e mis piernas, mis brazos rodeaban su cuello, mis piernas estaban sobre sus piernas, sus manos me llenaban de caricias.
 
  - Te amo Jazmín, eres el amor de mi vida- nuestras miradas se cruzaban- quiero envejecer a tu lado, vivir el resto de mi vida contigo.
 
 

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