CRECIENDO

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  Jazmín
  Cuando sentí esas manos di un brinco, me provoco un susto esa acción de inmediato deje mi bolígrafo sobre el escritorio, levanté la mirada y me di curita, la dueña de las manos dijo.
 
  - Esa pose señora- ella me miró la expresión de molestia cambió al ver que era yo, sonrió, sus mejillas estaban rojas, cual dls manzanas, su hoyuelo apareció.
 
  - Me asustas, amor- ella sonrió.
 
  - Recordé esa ocasión donde te sonrojaste porque te descubrí cantando- sonrisa- tú apenada me abrazaste- suspiré- ese abrazo me encantó – ella se acercó.
 
  - Puedo superar ese abrazo- me acerque la abrace y bese sus labios, un beso tierno y suave.
 
  - Si- suspire, nuestros ojos mirándose con amor, con ternura y pasión, se acercó nuevamente, me besó, yo la abrace por la cintura, esa cintura que me vuelve loca, tocó a la puerta, era la recepcionista.
 
  - Ingeniero Jazmín, la busca una persona.
 
  - Gracias, que pase por favor- ella salió Flor me abrazo nuevamente y beso mi mejilla.
 
  - Iré por mi bolso supongo que es la niñera para llevar a Florian al pediatra- sonreí, la niñera entró con mi hijo entre sus brazos, yo me acerque, lo tome entre mis brazos, bese su mejilla y le dije- mi amor, qué guapo y grande estás, te pareces a mami- él sonrió, mis ojos llenos de amor, de ternura- Iré por mi bolso, ahora vuelvo- Salí con mi hijo entre mis brazos, toda una madre orgullosa, camino a mi oficina, me detuvieron algunas compañeras para conocer a mi bebé, mi esposa salió de la oficina, Florian al verla se fue con ella, yo entré por mi bolso, al salir ahí estaba la tal Rocio, haciendo sonreír a mi pequeño.
 
  Rocio
  Florian me veía y sonreí, yo estaba feliz haciendo reír al pequeño y estando cerca de Jazmín, su sonrisa al ver al pequeño se ve tan linda pensé, tan tierna, con una sonrisa en los labios le dije.
 
  - Te hizo muy bien la maternidad, te ves muy linda- suspire, mi cara de niña y mis ojos posados en esa bella sonrisa.
 
  - Gracias Rocio- volteé la mirada hacia mi esposa, le di una sonrisa- debo irme, gusto en saludarte- camine hacia mi esposa.
 
  - ¿Nos vamos? - miré a mi esposa le sonreí, de reojo observé cómo Rocio cambió de expresión, se notaba celosa e incómoda, yo prácticamente la ignoré.
 
  - Si amor- ella colocó su brazo sobre mi hombro, yo sostenía a mi hijo entre mis brazos.
 
  - Vamos mis amores- sonreí, me siento la mujer más afortunada y feliz, fue en ese momento cual volteé la mirada hacia Rocio, le di una sonrisa, llena de orgullo- buena tarde Rocio.
 
  - Que pasen buena tarde- me quede con las manos llenas del aroma del bebé y de Jazmín, ese aroma tan único, las vi desaparecer hacia la salida.
 
  Flor
  Subimos al auto, conduje sintiéndome la mujer más feliz del planeta, al llegar al pediatra nos llamaron.
 
  - Señoras Rosales.
 
  - Hola buena tarde- le di una sonrisa.
 
  - Pasen por favor.
 
  Jazmin
  Estaba algo nerviosa, hoy tocan vacunas lo cual me ponía nerviosa, supongo que Flor lo noto, porque tomo mi mano, me dio una sonrisa, yo correspondía, a mi bebé lo revisaban, lo pesaban y medían, yo esperaba paciente, con los ojos puestos en el, el médico se acercó, colocó al bebé entre los brazos de Flor, con una sonrisa dijo.
 
  - Es un bebé muy sano, tiene buen peso y está creciendo acorde a los meses que tiene, por mi parte sería todo.
 
  - Gracias- le di una sonrisa mi esposa estaba más tranquila.
 
  - Los veo en un mes.
 
  Flor
  Salimos del consultorio, yo con mi hijo y Jazmín haciendo el pago, yo estaba con mi bebé, besando su mejilla, abrazándolo, sus ojos parecían verdes, no podía dejar de ver a mi hijo y abrazarlo, suspire, en voz bajo dije.
 
  - Te amo hijo- suspire nuevamente mi esposa cerca del oído dijo.
 
  - Nosotros también te amamos mi amor, eres una excelente madre y esposa- bese su mejilla.
 
  - Somos- sonreí, salimos del consultorio, Andrea estaba con Laura, mi hijo tenía ya cinco meses, estaba tan Bello, al llegar a casa, fuimos a recostarlo, estaba dormido, mi esposa se quedó al pie de la cuna, observándolo, yo me acerqué- Es muy parecido a ti – le dije al oído, besé su mejilla.
 
  - Tiene cosas tuyas- la miré, tomando su mano, la cual estaba posada en mi mano- es muy inteligente como tú, tiene tu sonrisa- sonreí.
 
  - Tiene tus ojos, la forma de tus labios, el color de tu piel- suspire- es una hermosa Niño y será todo un galán- el rostro de mi esposa cambio- no seas celosa amor- bese su mejilla.
 
  - Te amo- suspire.
 
  - Yo también te amo, desde el primer momento en que te vi- besé sus labios.
 
  - Tu voz me enamoro, tu seriedad, intentaba hacerte sonreír, pero tú seguías seria- ella besó mi mano.
 
  - Yo deseo envejecer a tu lado, ver crecer a nuestros hijos, dormir todos los días a tu lado, abrazarte, mi amor, amor mío, amor de mis días, de mis noches, gracias por llegar y descongelar mi corazón, por hacerme creer en el amor verdadero- la abrace, su cabeza apoyada en mi pecho.
 
  - Eres la mujer de mis sueños, la mujer perfecta para mi- sonreí- amo todo de ti- recordé sus caras cuando ve a Rocio cerca de mi- incluso cuando estás celosa te vez sexy- ella me miró con carita de niña molesta.
 
  - ¿Ah sí que disfrutas verme celosa? - la mire con una ceja levantada.
 
  - Te ves sexy- me acerqué a su oído y le dije- vamos a nuestra habitación- ella sonrió, nos fuimos, a lo largo del pasillo, ella me besaba, me abrazaba, al llegar a la habitación, empecé a besar sus labios, sus mejillas, su cuello, mis manos abrieron su blusa, la acaricié con mis manos, besé su piel, me detuve entre sus piernas, ella estaba tan concentrada que no escucho cuando tocaron la puerta, pero yo sí, me detuve, me levanté, en tono suave dije- ahora voy- Flor se levantó de prisa, se acomodó el pantalón, la blusa, yo fui al tocador, ella tras de mi, pasaron unos minutos y fuimos a la sala ahí estaca Laura con Andrea.
 
  Laura
  Era evidente lo que hacían en su habitación, por alguna razón me sentí incómoda y celosa, me levanté del sofá, besé la mejilla de Andrea.
 
  - Debo irme mi amor, te veo mañana- camine hacia la puerta, al pasar cerca de Jazmín, la mire- Gracias- camine de prisa, Flor estaba junto a Jazmín, yo la mire y le dije- me permites unos minutos Flor por favor- ella soltó la mano de Jazmín.
  - Claro- caminamos hacia la puerta, nos detuvimos me miró.
 
  - Te pido que tengas cuidado cuando estés- no sabía qué palabra usar.
 

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