Flor
Escuchar esas palabras, ver la seguridad en su mirada, ella es la chica más segura y decidida, suspire, sonreí, mi corazón latía al mil, mis la felicidad en mi rostro, en su rostro, me miró.
- Entiendo si ya no quieres- al no tener respuesta pensé que había cambiado de opinión.
- No, no jamás- me acerque a ella, la abrace por la espalda- es lo que más deseo, tener un hijo contigo, mi primer sueño se cumplió con el primer paso, el segundo cuando fuiste mi esposa, y ahora el tercero es tener un hijo contigo y que Andrea venga a vivir con nosotros- bese su mejilla, la solté, ella se dio vuelta, quedando frente a mi.
- Quiero que lo hagamos- sonreí- quiero tener una hermosa o hermoso hijo contigo- ella me cargo, dio vueltas conmigo.
- Yo deseo que tenga esa sonrisa, esa mirada, esa frescura, ese porte, todo de ti, mi amor- la bese, la abrace, nuestros labios se unieron, al soltarla dijo.
- Propongo un brindis- le llevé una copa de vino.
- ¡Salud!- levante mi copa brinde con ella- me siento feliz y agradecida con la vida por traerte a la mía. .
- ¡Salud!- amada mía, mi esposa- di un trago a mi copa, camine hacia el estéreo, esta canción te la dedico- sonreí- mujer hermosa te amo- de fondo Simplemente amor de Amanda Miguel y Diego Verdaguer, se acercó, me tomo por la cintura, yo coloqué mis manos en su cuello, bailamos, mientras entonaba la canción en mi oído.
- Me vuelves cursi, jamás pensé cantarle a alguien, jamás pensé, estar enamorada como ahora lo estoy- la abrace con fuerza, se recargó en mi pecho- la ventaja de ser más alta que tú- solté la carcajada.
- Lo bueno viene empaques pequeños- sonreí, guiño de ojo. .
- Eso no lo discuto, eres hermosa- acomode un mechón de su cabello, tras su oreja- el primer día que te vi, pensé: que chica tan linda, hermosa, inteligente, desde que entraste por la puerta, me cautivaste, tu belleza, tus ojos- suspire, recordé ese momento.
- Debo confesar que algo yo también- sonreí, me puse algo nerviosa.
- Lo sabía, ves era nuestro destino, estábamos destinadas a ser, a conocernos- sonreí.
- Tenemos un hilo rojo, la gente bueno mis amigos más allegados dicen que hacemos bonita pareja- sonreí, mire sus ojos negros, su piel morena, su sonrisa , esa sonrisa que me parece tan sexy, única y especial, pensé.
- Yo estoy totalmente de acuerdo, somos la pareja perfecta, el matrimonio, mas feliz- la abrace- te amo bonita, te amo- suspire.
- Te amo, soy muy feliz a tu lado, el sexo es perfecto, la conexión, tenemos tanto en común, soy afortunada.
- Debo confesar que jamás había tenida sexo tan rico como contigo- sonreí- por cierto- la abrace, vamos a la habitación.
- No, aquí, dentro de poco no podremos tener sexo por toda la casa- solté una carcajada- tendremos horario familiar- sonreí.
- ¿Por qué?- la mire confundida, sus ojos se encontraron con los míos.
- Andrea vivirá con nosotros y no podemos estar haciendo esas cosas frente a ella- aclare, una sonrisa se dibujó en sus labios.
- Claro, pronto llegará, ella- me acerque, abrí su bata- después nuestro hijo- acaricie su pierna, bese su cuello- me encantas- suspire, mientras la admiraba.
- Y tú a mi- la lance al sillón, me senté frente a ella en sus piernas.
- Tu aroma, tus labios, cuello, todo me gusta de ti, todo me fascina- suspire, bese sus labios como si de eso dependiera mi vida, mis manos acariciaban sus piernas, sus muslos, sus entre piernas, mis labios, bajaron a su cuello, quite su bata, ella quitó playera, nuestros torsos desnudos, ella se levantó, le quite el resto de la ropa y ella a mi, su cuerpo se movía al compás de mis manos, su cuello, llenos de mis besos, sus labios, su cuerpo tibio, sus piernas, nuestro rose, nuestras miradas cómplices, caricias, pequeños y ligeros gemidos, ella se arrodilló frente a mi, beso mi cuello, mi clavícula y continuó con su recorrido, paso por mi vientre, mis piernas, mis pies, hasta llegar a mi entre pierna, levantó la mirada, yo sonreí, mis piernas temblaban, un gemido, se me escapó, suspire, ella se sentó frente a mi.
- Esto es literalmente hacer el amor- suspire, ella se sentó frente a mi beso mis labios, tomo mis manos- esto es tocar el cielo mi amor- me recargue en su hombro, así nos quedamos unos minutos.
Flor
Lunes por la mañana la mujer más bella, frente al espejo, acomodando su cabello, colocando un poco de maquillaje en su rostro, me acerque.
- Eres la chica más linda- la abrace por la espalda- te amo esposa mía.
- Yo también te amo- sonreí, me di vuelta, bese sus labios- me tengo que ir mi amor- bese sus labios.
- Tu jefa soy yo- sonreí, la tomé de la mano- y como tú jefa que soy te autorizó, que me des un beso- bese mi mejilla.
- Me tengo que ir- sonreí.
- No, ese beso no me gusto, ahora me debes un beso y un abrazo- hice cara de niña berrinchuda, se acercó.
- Un par de nalgadas mejor- se la di- ella sonrió.
- Ahora quiero hacerte el amor- dije llevándola a la cama.
- Llegaré tarde- dije mirándola, mientras se quitaba la bata de baño y me quitaba la blusa.
- Estás con tu jefa en una reunión- bese su cuello.
- Una reunión muy importante por cierto- sonreí- es imposible mirar esa sonrisa y no desear besarla, te veo y deseo hacerte el amor.
- Si, con esa sonrisa menos voy a soltarte- sonreí, nos fuimos un poco tarde al trabajo, llegamos al mismo tiempo pero separadas, ella bajo del auto, ese pantalón de vestir azul, algo ajustado, dejaba ver sus glúteos, una blusa, rosa de manga corta, unos zapatos altos, lentes de sol, levantó la mirada hacia mi, me sonrió, yo desee besarla, entro antes que yo, al entrar la vi conversando con esa chica que tanto odio, los celos me ganaron- Jazmín, buenos días- dije mirándola, la tipa volteó la mirada hacia mi.

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FLORES
RomantizmFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.