MAGICO

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Flor

La escuche, la mirada puesta en ella, por un momento me sentí mal, no me imagino ni deseo jamás estar en una situación similar, no me imagino escuchar a mi esposa decir que ya no me ama e irse con otra, me acerque a Laura, la abrace tome aire y en tono suave dije.

-¡ Gracias por todo!- sonreí al recordar- por tu cariño , apoyo y entrega, por educar a nuestra hija, por impulsarme siempre- la solté, tome sus manos, nuestros ojos se encontraron.

- Flor yo te amo, tenemos una familia, podemos intentarlo, podemos- tome aire, fuerza- podemos olvidar el tema de esa chica- intente convencerla, estaba dispuesta a olvidar todo, a empezar nuevamente, reconquistarla, busque sus ojos, necesitaba saber si aun había amor, sus labios se abrieron.

- Laura- tome aire- no puedo, estoy enamorada, soy feliz, me siento complementada- sonreí, tenia razón el amor no se puede ocultar, amo a mi esposa, pensé mientras su recuerdo venía a mi mente.

-Me duele- las lagrimas rodaban por mi mejilla, entre cortaban mi voz, un nudo en la garganta, ella tomaba mi mano, al soltarme trajo un vaso de agua.

- Toma- extendí mi mano con el vaso de agua- te hará bien- un silencio, que yo rompí- deseo que estes bien, que continúes con tu vida- ella me interrumpió.

- No, ahora soy vieja- la mire- seguiré con mi vida por Andrea, ella es mi fuerza, mi vida, mi niña- suspire, seque las lagrimas- por ahora no buscare a nadie, no quiero una pareja- aclare, tome aire- ahora debes irte- camine hacia la puerta, con el rostro levantado , la mirada al frente, abrí la puerta, te esperan en tu casa- ella salió.

- Buena noche Laura- camine hacia mi auto, estaba tranquila, deseando que todo estuviera claro , conduje hacia mi casa, donde me esperaba mi esposa, sonreí al pensar en ella, hice una parada antes.





Jazmín

Sostenía un sobre entre mis manos, me mire al espejo, suspire, sonreí, estaba cerca de hacer realidad un sueño más, lo cual me pone feliz, lave mi rostro, la voz voz de Flor se escucho.

-    Bella- subí la escalera, buscando a mi amada esposada.

-    Amor, estoy aquí – sonreí- en la habitación- ella apareció.

-    Hola bella- me acerque , bese sus labios, la abrace.

-    Hola mi amor- sonreí.

-    Esto es para ti- extendí las manos.

-    Wow- sonrisa nerviosa – que lindo detalle- bese sus labios.

-    Me gusta sorprenderte- bese su frente.

-    Me encanta que lo hagas- sonreí.

-    Son lindas pero no se comparan a ti- suspire, rose su mejilla con mis manos- eres una mujer hermosa- suspire.

-    Tu eres más linda- bese sus labios.

-    Tu eres la linda, guapa de la relación- respondí.

-    Hacemos una linda pareja- suspire- eres mi complemente Perfecto.

-    ¿Ah si?- la mire a los ojos, esos ojos color miel que tanto amo.

-    Si- se acercó.

-    Lo prometes- yo que no creía en promesas, ni en un para siempre, está ahí diciendo esto.

-    No creo en promesas- la mire- pero te aseguro que eres mi complemente Perfecto, el amor de mi vida- sin decir más, nos besamos, abrazos, caricias, miradas, hicimos el amor, nos quedamos recostadas, mirándonos.

-    Cada momento contigo , es único- sonreí, quite su cabello , lo hice a un lado, la mire a los ojos- es mágico.

-    Tus ojos son mágicos- suspire- lo supe desde la primera vez que te vi, desde ese primer encuentro-recordé ese momento.

-    Te veías y eres muy guapa desde el primer momento en que te vi- vinieron a mi memoria ese encuentro, esa primera vez que estreché su mano.

-    Te hacías del rogar- sonreí.

-    No tú te hacías del rogar- me acerque quedando muy cerca de sus labios, perdida en su mirada, en su sonrisa.

Flor

Se quedó dormida en mi brazo, yo la abrace, respire su aroma, siempre serás mi sueño, la persona con la cual quiero despertar todos los días, dormir a su lado, pensé.

Jazmín
Desperté antes que ella, la mire unos minutos, coloqué mi reloj, los zapatillas deportivas, el impermeable, estaba lista para salir, me acerque, bese su mejilla de forma rápida y suave, salí a correr.

Flor
Desperté , ella no estaba, me quede unos minutos, acariciando el lado de la cama, pensando , sonriendo, soy la persona más feliz, suspire, la alarma sonó, me levante de la cama, fui directo a la sala, la cocina, encendí la cafetera, coloqué un poco de fruta en un contenedor, regresé a la habitación estaba por entrar a la ducha, Jazmín entro.

-    Hola mi amor- sonrisa, nerviosa, la abrace por la espalda, cera de su oído dije- ¿llegó a tiempo para acompañarte en la ducha?- bese su cuello, mis manos recorrían su pecho desnudo.

-    Tu siempre llegas en el momento preciso- sonreí- me encanta lo exacta y precisa que eres mami- sonrisa pícara.

-    ¡Te amo!- sonreí, entramos a la ducha.

-    Mi amor, se nos hará tarde y te recuerdo que tenemos una reunión muy importante- quería quedarme ahí con ella, o en la cama , pero tenemos trabajo, pensé.

-    Cierto vamos- le di la bata de baño, seque su cabello con la toalla, salimos , yo le di la mano para salir del baño, ella se vestía, yo le daba una sonrisa, a través del espejo.

-    ¡Te amo!- guiño de ojo.

-    Yo también te amo- suspire- mi Reyna- sonrisa pícara.

-    Te vez hermosa con esa ropa- la abrace- pero debo reconocer que me dan un poquito de celos que te vean, que te hablen- recordé que la vi con esa tipa.

-    No tienes porque- me di vuelta, coloqué mis brazos sobre sus hombros- bese sus labios.

-    Me encantas- sonreí, estaba pensando si decirle o no que la vi con esa tipa- mi amor no me gusta que Rocio se te acerque- lo tenia que decir, deje caer los hombros , la mire.

-    Yo no tengo ojos para nadie más- sonreí.

-    Lo sé pero- agache la mirada.

-    Pero nada, en mi vida y en mi corazón- levante su rostro con la yema de mis dedos- sólo existe usted- bese su mejilla- espero que quede claro- sonreí.

-    Lo pensaré- se acercó beso mis labios- así está mejor, vamos de hace tarde, caminamos hacia la cocina, le di su café, la fruta, salimos, tomadas de la mano.

-    Te amo, bonito día mi amor- sonreí.

-    Espera- la abrace por la cintura, la bese- tenia que hacerlo, todo el día estarás cerca de mi pero debo comportarme como tu jefa- sonreí.

-    Claro tienes el poder- soltó una carcajada.

-    No mi niña el poder lo tienes tú- me miró sorprendida- si el poder de volverme loca, de tenerme profundamente enamorada.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora