ALTERAS MIS NEURONAS

91 14 0
                                        

    Flor 
  Mis ojos posados en la madre de mis hijos, el tiempo ha pasado, tan de prisa, si hablamos de edad, y tan lento para demostrarle a mi esposa todo el amor que me inspira, toda la paz, la tranquilidad que ella me da, suspire, coloque mis zapatos, salí de la habitación camine de prisa, con paso firme, con una sonrisa en los labios, algo nerviosa debo confesar, llegue a ese nuestro lugar especial, así lo llamo ella, sonreí, todo estaba ordenado y organizado como lo pedí, mi hija lucía un vestido rojo, mi pequeño un pantalón color arena y una camisa blanca, su sonrisa, la sonrisa de mis hijos, me acerque a Andrea. 
  - Que guapa madre- ella me abrazo, beso mi mejilla, yo sostenía la mano de Florian.
  - Hola, mi amor- me incline, tome a mi hijo entre mis brazos, mi pequeño de dos años y mi hija ahora de 15 años, sonreí- crecen muy rápido- los mire, con un brazo sostuve a mi hijo con el otro abrace a mi hija- pero siempre serán mis pequeños. 
  - Madre, así será siempre- le di una sonrisa- ahora ve a esperar a Jazmín, yo cuido de Florián- le di una sonrisa. 
  - Gracias, mi amor- me acerque mis padres, a los padres de Jazmín, cuando ella y yo nos casamos no invitamos a nadie, así que ahora que cumplimos dos años queremos compartir con ellos esa alegría, luego de saludar a sus padres, espera por ella al final del camino, cuando la vi a aparecer con ese vestido blanco, que enmarcaba su figura y resaltaba con su mirada suspire, le di una sonrisa. 
  Jazmín
  Cada paso que me acercaba a ella, cada mirada posada en mí, la sonrisa de nuestros hijos, nuestros padres y amigos más allegados, una profunda alegría y felicidad, estando a pasos de mi esposa, las manos comenzaron a sudarme, las piernas me temblaban, mis ojos estaban posados en ella, quien extendió su mano, yo la tome, ella beso mi mejilla. 
  - Mi amor- bese su mejilla.
  -Mi cielo- caminamos hacia la mesa, una persona nos esperaba para una ceremonia, tomadas de la mano, inicio, duro un par de minutos, antes de finalizar mi esposa coloco otro anillo acompañado de unas hermosas palabras. 
  - Esposa mía, me esforzare cada día por ser la mejor persona para ti, por llenarte de amor, dedicarte tiempo, atenciones, de cuidarte, haré todo lo posible por hacerte feliz, gracias por llegar a mi vida, por hacerme tan feliz- la mire a los ojos- con este anillo, renuevo mi compromiso de amarte toda la vida- ella sonrio, tomo su anillo, me miro a los ojos.
  - Amor, mío siempre te lo he dicho, no solo me gustas y te amo, también te admiro profundamente- coloque el anillo- gracias, mi amor, por inspirarme, motivarme y retarme intelectualmente, activas mis neuronas- ella sonrió, nos unimos en un beso, en un abrazo. 
  - Feliz aniversario, amor de mis días, amor de mi vida- sonreí. 
  - Feliz aniversario mi cielo- suspire, nuestros hijos y familia se acercaron a felicitarnos, mi hermana se acercó. 
  - No podía faltar a la boda de mi única hermana- dije mirándola, ella abrazaba a mi madre, al escuchar mi voz, la soltó me miro. 
  - Hermanita- me acerque entre lágrimas, bese su mejilla, la abrace. 
  - Te extrañé tanto- dije tomando sus manos, ella sonreía, entre lágrimas. 
  - Yo también te extrañe pequeña- sonreí, voltee a ver a mi esposa- ella es mi esposa- Flor se acercó. 
  - Hola Flor Rosales, mucho gusto- extendí mi mano, pero ella me abrazo y beso mi mejilla. 
  -Mucho gusto Flor - sonreí- cuñada, soy Giovanna -sonrió. 
  - Me da tanto gusto conocerte- dije tomando la mano de mi esposa quien estaba feliz, esa noche bailamos, bebimos, tomamos fotos, mi esposa, estaba inmensamente feliz y yo, yo era la mujer más afortunada del mundo, del planeta, mis ojos posados en sus ojos, mientras de fondo la canción que me dedico she Elvis Costello, mis manos posadas en su cintura, ella abrazada a mi cuello, su aroma, el latido de mi corazón, solo para mí, suspire. 
  - Uno siempre vuelve al lugar donde amo la vida- dije en tono suave a su oído. 
  - Yo soy feliz en cualquier lugar si es contigo- bese su mejilla. 
  - Soy feliz cuando me abrazas, cuando duermo en tu pecho- suspire. 
  - Yo soy feliz cuando beso tus labios- suspire- eres perfecta mi amor, ¿cómo te lo explico? - le dije al oído. 
  - ¿Puede ser esta noche? - dije en tono suave. 
  - Haces volar mi imaginación- sonreí.
  - Tu boca hace maravillas cuando estamos a solas-una sonrisa pícara. 
  - Me acerque a su oído de quitarte ese vestido, la abrace con fuerza. 
  - Me encanta la idea- sonrisa pícara. 
  - ¿Podemos irnos ya? - la mire. 
  - Vamos- dije mirando sus ojos, ella tomo mi mano, se acercó a su hermana. 
  - Rita, te encargo mucho a mis pequeños- le dije tomando su mano. 
  -Disfruten su viaje y no te preocupes por ellos- sonreí, les di un abrazo a cada una y un beso. 
  - Gracias- le dije sonriendo. 
  - Con gusto Jazmín- guiño de ojo, las vi desaparecer tomadas de las manos yo estaba tranquila y feliz de ver a mi hermana tan enamorada y correspondida. 
  Flor
  Nuestro primer viaje solas, sonreí, las maletas estaban en el taxi, yo tomaba la mano de mi esposa, mi esposa se veía hermosa, con esos jeans, con ese suéter y su cabello suelto, mis dedos entrelazados con los suyos, me sonrió.
  - Te amo- le di una sonrisa, ella beso mi frente, yo me quede recargada sobre su hombro. 
  - También te amo mi mexicana hermosa- suspiré, al llegar al aeropuerto, bajamos del taxi, yo le di la mano para bajar, caminamos tomadas de la mano, entramos al aeropuerto. 
  - Nuestro primer viaje solas- suspire. 
  - Los niños estarán bien mi amor, Rita cuidara de ellos- intente convencerla. 
  -Lo sé, pero es nuestro primer viaje luego de dos años- mi esposa me abrazo. 
  -Tranquila, merecemos un tiempo a solas- le di una sonrisa, extendí mi mano, ella la tomo, entramos al aeropuerto, formadas en la fila para documentar las maletas, ella parecía distraída, yo la abrace, ella suspiro. 
  -Gracias por este viaje- suspire. 
  - Lo merecemos amor- bese su frente. 
  - Gracias por ser tan buena esposa, madre y amiga- ella sonrió. 
  - Es un placer mi cielo, ser tu esposa- después de documentar las maletas fuimos a la sala de espera, entre sonrisas y coqueteos la hora de abordar llego, durante el viaje ella durmió, era de madrugada, yo la abrazaba, ella dormía, verla ahí, tenerla entre mis brazos, suspire, en ese momento lo entendí, teníendola a ella, tenía todo, mi mundo era perfecto, si ella esta, me quede dormida abrazándola. 
  Jazmín 
  Desperté, antes de mi esposa, cuando los rayos de sol se colaron por la ventanilla, ella dormía, yo tome mi celular, le tome algunas fotografías, ella despertó, me miro.
  - Hola, mi amor, buenos días- dije mirándola, ella sonrió. 
  - Buen día amor mío- sonreí. 
  - Estamos a media hora de llegar- sonreí. 
  - En este país me pediste ser tu esposa- vinieron a mi mente muchos recuerdos. 
  - Desde ese momento y hasta el día de hoy, puedo decir que lo mejor que he vivido ha sido a tu lado, de tu mano- bese su mano, nuestros ojos se encontraron. 
  - Me alegra tanto saberlo- guiño de ojo, ella se acercó a mi oído.
  -Muero por hacerte el amor- ella sonrió. 
  -En unas horas mi amor- guiño de ojo, al aterrizar el avión bajamos, fuimos a tomar un taxi, después al hotel, al llegar ella me miro, sonrió, entramos al hotel, llevaron las maletas, al subir al elevador, ella sonrió, una sonrisa pícara, al entrar a la habitación y colocar las maletas, la persona salió, ella cerro.
  - Te amo, señora de Rosales- levante su cabello, bese su cuello.
  - Yo también te amo- me puse nerviosa cuando beso mi cuello, ella con besos y caricias recorría mi piel, desabrochaba mi blusa, se sentó yo quede de pie frente a ella, poso sus labios en mi vientre, hizo una pausa, me miro a los ojos, en tono suave y con ese acento que tanto amo dijo. 
  - Cuando yo te vi pensé el amor existe y se vistió de ti.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora