MI GRAN AMOR

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Flor

Las piernas me temblaban, los ojos de los padres de Jazmín no dejaban de mirarme, de analizarme, Jazmín beso mi mejilla, su padre extendió su mano y dijo.

-       Un gusto conocerte- mis ojos estaban mirándola, pensando cómo es que mi hija se casó con alguien mucho mayor que ella, pero cuando vi la sonrisa de Jazmín, la forma en que la chica la miraba, no tuve dudas mi hija estaba feliz y eso me hacía feliz a mi, mi esposa se acercó.

-       Un gusto – extendí la mano- soy Cecilia Islas- sonreí, sin dejar de mirarla, ella sonrió, estrecho mi mano.

-       El gusto es mío- estaba nerviosa, tome aire, Jazmín no soltó mi mano, nos sentamos ordenamos unas tazas de té, una entrada, esperamos la comida, los ojos de su madre clavados en mi, analizándome, Jazmín, beso mi mano, su madre preguntó.

-       ¿Hace cuanto se casaron? - una mujer mucho mayor, incluso mayor que yo, era notoria la diferencia de edades, la observé, esperando su respuesta, Flor respondió.

-       En unos meses cumpliremos un año de casadas- sonrisa nerviosa.

-       Si -suspire- un año de ser feliz con la chica de mi vida- apoye el mentón sobre el hombro de Flor, ella sonrió, mi mano entrelazada con la suya, el interrogatorio parecía terminar, disfrutamos de una comida, una larga conversación, llevamos a mis padres al hotel al llegar Flor dijo.

-       Me gustaría que se quedara en casa- sonreí, su padre me agradeció.

-       Te agradezco Flor pero no queremos molestar- sonreí mi hija agregó.

-       No es molestia- abrace a mi padre- mi casa es su casa y son bienvenidos siempre- bese su mejilla, intentando convencerlos, minutos después nos despedimos, Flor y yo fuimos a caminar, tomar un café y finalmente a escuchar música trova, recordando esa primera vez, sonreí, la mire de fondo la canción que una vez tocaron en esa primera salida, tome su mano, bese su mejilla, una sonrisa se dibujó en ese rostro que tanto amo.

-       Me gusta que me mires así- suspire- me alegra estar aquí, contigo- bese su mano.

-       Ahora no estoy con mi jefa- sonreí- estoy con mi bella esposa.

-       Me haces muy feliz- sonreí- me siento complementada.

-       Yo estoy feliz, tengo a la esposa más guapa e inteligente- bese su mejilla.

-       Me encantas- sonreí.

-       Te amo- el mesero se acercó, ordenamos cena y bebidas, más tarde la anime y fuimos a bailar, al llegar ella me miro.

-       Estoy fuera de lugar- dije mirando a mi alrededor chicos de la edad de mi esposa, me sentí incomoda, pero mi esposa como siempre me animo.

-       Venimos a bailar, divertirnos- tome su mano, bese sus labios, caminamos hacia la pista, ella bailaba conmigo, me abrazaba y besaba mi mejilla, mis ojos posados en ella, en su sonrisa.

-       Bailas muy bien- le dije mientras bailábamos.

-       Usted hace muchas cosas bien- guiño de ojo.

-       Podemos ir a casa- sonreí, me acerqué a su mejilla.

-       No se diga más- pague la cuenta, la tome de la mano, caminamos hacia el auto.

-       Las llaves señorita- le dije mirándola- Jazmin bebiste, así que manejare yo- dije seria, extendiendo la mano.

-       Aquí tiene señorita- bese sus labios.

-       Gracias, sube por favor- le abrí la puerta del auto, durante el trayecto, ella cantaba, sonreí, se veía feliz, al llegar a casa, encendió la radio, sirvió dos copas de vino, bailaba, tan relajada, tan feliz, llena de vida, mi vida, pensé, con los ojos llenos de amor, admiración hacia ella me quedé parada observándola, hasta que se acercó a mí.

-       La amo- acaricie su mejilla, la mire a los ojos- La amo mujer de mi vida, de mis días- suspire, ella me inspira, me provoca amor, ternura y pasión.

-       Jamás pensé sentir esto que siento por ti- la mire, acaricie su mejilla, su piel blanca, sus labios rojos, esos ojos color avellana, esa mirada llena de amor, de ternura- eres tan tierna, dulce, delicada conmigo, me haces sentir especial.

-       Eres especial, única para mi- bese su mejilla- amor de mi vida- nos unimos en un beso, sus manos se posaron en mi cintura, mis brazos en su cuello, nos separamos.

-       Bonita- acaricié su mentón- mi amor- sonreí.

-       Me gusta esa sonrisa, esa mirada, tu acento, es tan sexy, me encanta escuchar mi nombre de tus labios- suspire.

-       Eres el motivo de mi sonrisa, eres el motivo por el cual soy tan feliz, me siento viva a tu lado- enmarque su rostro-amo quien soy estando contigo.

-       Somos magia- sonreí, junté mi frente con su frente, con el corazón latiendo al mil, una inmensa alegría inundaba mi ser- el amor que siento por ti- suspire, ella me miraba fijamente- no lo sentiré por nadie más en mi vida, eres el amor de mi vida, mi único y gran amor.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora