FLORES

PREOCUPADA

    Laura
  Nuestros ojos clavados mirándose, los míos llenos de amor, de dolor, los de ella de indiferencia, un silencio, que no me atrevía a romper y ella, ella no tenia intenciones de hablar, de aclarar menos de disculparse por su actitud, estaba frente a ella, cerca, muy cerca, pero lejos de su corazón, Andrea se acerco, me miro.
 

  - Madre - mire a Laura, regrese la mirada hacia mi madre - ¿nos vamos?- ella me miro, sonrió, un brillo en sus ojos.
 

  - Claro mi amor- la abrace, bese su mejilla, tome su maleta, caminamos hacia el auto, conduje hacia una plaza comercial, durante el trayecto mi hija me contaba de sus estudios, sus días en el colegio, risas, bromas, la tarde paso muy agradable, cuando vi el reloj , quería volver a casa, le dedique una sonrisa a mi hija, ella correspondió, se acerco.
 

  - Madre- la mire- te extrañaba- ella me abrazo, ahora es más cariñosa pensé.
 

  -  Yo también te extrañe mi amor- sonrisa, ahora vamos a casa podemos ordenar algo de cenar, ver alguna película- la abrace mientras caminábamos hacia el auto, un muñeco de peluche llamo mi atención mientras caminaba me detuve.
 

  - ¿Qué sucede madre?- la mire.
 

  - Ven, entremos a esa tienda-  la tome de la mano y entramos, yo pregunte por un peluche que me gusto y se que a ella le gusta, el famoso snoopy , lo tome, me acerque a la chica  que atendía el lugar para pagarlo, levante la mirada y vi también un globo, sonreí, le dije- ese también por favor- una sonrisa en mis labios, mi hija me observaba sin decir nada, pero sorprendida, se notaba en su rostro, ese rostro que empezaba a dejar de ser de niña para convertirse en una adolescente, sonrió.
 

  - Estoy segura que también le gustaría esto- le di una tarjeta, mi madre es otra totalmente, se ve feliz, pensé.
 

  - Gracias- sonrisa complice, pague las cosas, salimos hacia el auto, en el camino mi hija cantaba una canción, me uni a ella, al llegar a casa, vi las luces apagadas, lo cual se me hizo raro, entramos mi hija y yo- pasa, bienvenida- ella entro.
 

  - Qué lindo perrito- dije al ver a un pequeño perrito, él se acerco a mí yo lo tome entre mis brazos, lo acaricie.
 

  -  Se llama Erato- sonreí, deje las llaves, el bolso, la maleta, tome mi celular- ponte cómoda mi amor- bese su frente, fui a la cocina, tome el celular y le marque a Jazmin, su teléfono sonaba pero enviaba a buzón, luego de dos intentos me di por vencida, regrese donde estaba Andrea- mi amor ven, vamos, para dejes tus cosas- caminamos hacia la escalera- esta será tu habitación puedes decorarla cuando gustes- sonreí.
 

  - Gracias madre- sonreí, dejo la maleta en la entrada.
 

  -  Si quieres ponerte la pijama, refrescarte, yo esperare en la sala- sonreí.
 

  - ¿Se puede quedar Erato conmigo?- sonreí.
 

  - Claro- salí de la habitación, vi mi reloj, eran las 8:00 pm, revise mi celular, no tenia mensajes de ella, no quise insistir, prepare una frazada, en el cuarto de tv, ordene la cena, para tres, mi hija seleccionaba la película,  yo estaba algo inquieta, por no saber nada de Jazmin, la cena, llego, cene con mi hija, vimos la película en compañía de Erato, vi el reloj eran las11:00 pm, mi hija se estaba quedando dormida, yo la cubrí con la manta, me quede a su lado, acariciando su cabello, sin darme cuenta me quede dormida.
 

  Jazmin
  La comida con Talía se convirtió en cena, la cena en ir a un bar, beber algunos tragos, bailar, hace mucho no salía a bailar pensé, la estaba pasando muy bien, tanto que no vi mi celular,  en la mesa éramos 6 personas, Talía, dos amigas , dos amigos y yo,  sin darme cuenta eran las 2:00 am, revise mi celular, llamadas de Flor, pero ningún mensaje, debe estar preocupada por mi pensé, Talía se acerco.