PENSAR EN MI

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Jazmín

Me preocupes por el ataque de celos de Flor , era secreto nuestro amor, ella me sonrió, beso mi frente, una risilla se dibujaba en su rostro.

- Mi amor- la mire- ellos ya lo saben- cuando dije eso el rostro de Jazmín cambio.

- ¿Cómo que lo saben?- me preocupes, ella me abrazo, sonrió.

- Tranquila mi jefe lo tomo muy bien, así que no tenemos porque escondernos, seguiré respetando tu desiciones de no tener muestras de amor, al menos no tan evidentes, pero ahora ya lo saben, ya lo sabe esa mujer , eres mi esposa, la abrace por la cintura- bese su mejilla, su hoyuelo.

- ¿Ya no habrá más escenas de celos?- la mire, con una ceja levantada.

- ¿Es tan evidente?- la mire.

- Si, demasiado- ella sonrió.

- Claro que estoy celosa, estoy arta de sus insinuaciones, pero ahora ya sabe que no debe meterse contigo, que no debe ni tan siquiera mirarte- mi tono firme y serio, estoy arte de su coquetería con mi esposa.

- Tranquila- la abrace con fuerza.

- Vamos amor, es tarde- caminamos juntas yo cargaba su bolso, ella caminaba a mi lado, entramos a la oficina, le dejé su bolso, le di un beso.

- Te amo, bella, bonito día- guiño de ojo.

- Los amo- sonreí, toque mi mano en su pancita.

- Te veo a la hora de comida- ella me sonrió,

- Al fin voy a comer con usted- salí de su oficina, con una sonrisa en los labios, soy muy feliz, pensaba, llegue a mi oficina, deje mis cosas, se siente bien estar de vuelta luego de un mes, pensaba, suspire, abrí las persianas, los rayos se sol se colaban por la ventana, abrí mi cajón, saque una foto con mi esposa y mi hija, la coloqué sobre mi escritorio, una sonrisa se dibujó.

Jazmín

Una sonrisa en mis labios, la mirada, puesta en mi laptop, mi teléfono sonó, en la pantalla el nombre de mi mejor amiga.

- ¿Cómo estas?- sonreí.

- Bien, estoy en el trabajo- una sonrisa se dibujó en mi rostro.

- Pensaba pasar hoy por mis cosas- dije sonriendo.

- Claro, te invito a cenar, tengo mucho que contactar y quiero que veas a alguien- una sonrisa, el brillo en mis ojos, era imposible no podía ocultar mi felicidad.

- Te veo a las siete, ¿está bien?- esperé su respuesta.

- Me parece súper, te veo a esa hora- sonreí.

- Besos a mi sobrino- colgamos la llamada.

Flor

Estaba en unas llamadas cuando mi esposa, entro a mi oficina, mi postura de mujer sería, cambio, le dedique una sonrisa, le lance un beso y un guiño de rojo, ella se sonrojó, se sentó a esperar por mi, al colgar la llamada, ella se acercó.

- Hola mi amor- bese su mejilla.

- Vamos a comer cielo- me levante de la silla, camine con ella sin poder tomar su mano, pero iba junto a ella, la chica más guapa de la empresa, al llegar al comedor , mi jefe nos vio, me llamó.

- Flor, ven, por favor.

- Hola, buena tarde – le di un beso en la mejilla, mi esposa, esperaba por mi en la otra mesa.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora