PAUSA

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Jazmín

Entre a mi oficina, molesta con Flor, quien minutos después apareció, entró sin tocar.

- Necesitamos hablar- la mire fijamente, ella no me miraba, yo me acerque- amor- ella volteo a verme.

- No es el lugar ni el momento- me puse de pie, me alejé de ella- hablamos más tarde por favor- estaba molesta.

- Si, tienes razón- Salí de su oficina, fui a la mía, me senté en mi silla, preparé alguna información, horas más tarde me llamaron a una reunión, ahí estaba Jazmín, le dediqué una sonrisa al entrar, ella a penas y me miro.

Jazmín

La hora de ir a casa, llegó Flor me esperaba cerca del auto, yo caminaba con Rocio, conversando, al llegar donde estaba Flor, me sonrió.

- Hola, mi amor- le dije sin importar que estuviera Roció, Jazmín me miro.

- Hola- mi tono tímido, no sabía que hacer o cómo actuar ante la presencia de Roció, quien se despidió.

- Buena tarde chicas- sonreí, besé la mejilla de Jazmín, pose mi mano en su cintura.

Flor

Cuando vi su mano en la cintura de Jazmín me moleste, mire fijamente a Roció y en tono seguro dije.

- Gracias por acompañas a mi esposa, hasta el auto- le di una sonrisa- que tengas buena tarde.

- Igualmente, Flor, buena tarde- camine hacia mi auto, algo celosa e incómoda.

Jazmín

Subí al auto, ella subió de copiloto, no dijimos nada en todo el camino, me detuve en una cafetería, ella preguntó.

- ¿Qué hacemos aquí? - pregunté mirándola, ella bajo del auto, yo tras ella.

- Vamos a hablar, pero o haremos aquí- ella me miro, confundida.

- ¿Podemos hablar en casa? - la miré fijamente, no entendí su cambio de actitud de un día para otro, tampoco entendía esas salidas con Roció.

- No, prefiero que sea en un lugar neutral- insistí, camine hacia la entrada ella junto a mí, solicite la mesa de la terraza, había muy poca gente, nos sentamos.

- Ordenemos algo de tomar- llame al mesero, mis ojos estaban posados en los suyos buscando la respuesta a mis preguntas.

- Claro ahora vuelvo, iré al tocador, podrías ordenarme una taza de té de frutas rojas por favor- ella me sonrió.

- Con todo gusto mi amor- sonreí- ¿prefieres café? - ella es amante del café en todas sus presentaciones.

- Él te está bien por favor- camine hacia el tocador, al salir me mire al espejo, respire profundo, camine hacia la mesa, la cafetería en esa área seguía vacía, el lugar perfecto, me senté Flor me miro, dejo su celular a un lado.

- En seguida trae tú te- le di una sonrisa, tomé su mano, ella la quito- no comprendo tu actitud- la mire- un día me amas, estuvimos juntas anoche y hoy estas así, molesta conmigo.

- Yo tampoco entiendo tu actitud- ella me miro.

- ¿Cuál actitud? - espere su respuesta, el mesero se acercó, nos trajo las bebidas. ella le dio una sonrisa y un gracias, sus ojos me miraron, yo volví a tomar su mano, en tono suave le dije.

- Amor- sonreí- te amo- mi teléfono sonó.

- Atiende, espero- me levante de la mesa, camine hacia la esquina de la terraza, ella se quedó sentada hablando, al terminar camino hacia mí.

- Dime que quieres hablar- ella me miro.

- ¿El teléfono no volverá a interrumpirnos? - levante una ceja, mi taza de té estaba sobre la mesa.

- Lo apagué- le di una sonrisa, intentaba relajar la situación.

- Flor, yo me siento perdida, fuera de lugar, bajo la sombra de Laura- lo dije con todas las letras.

- ¿Laura? - la mire- ella salió de mi vida hace un año o quizás más- me quede parada sin decir nada más, ella miro hacia otro lado, pasaron unos minutos, sus ojos regresaron a mí.

- Ella sigue tan presente en nuestras vidas, que ya solo falta que viva con nosotras- ella iba a hablar.

- Jazmín, por favor- ella no me dejo continuar.

- Permíteme terminar Flor, quizás la culpa de todo sea mía por llegar y meterme a sus vidas, tu estabas con ella y yo salía contigo- en ese momento me sentí culpable por haber destruido una familia, ahora que voy a ser madre, entiendo que no me gustaría que hicieran lo mismo con la familia de mi hijo.

- No, fue así- intenté convencerla- vivíamos en la misma casa, pero ya no teníamos nada de pareja, dormíamos en habitaciones separadas, yo fui clara con ella le dije que estaba contigo- el miedo a perderla se apoderaba de mí, sus ojos indiferentes, sus manos lejos de las mías.

- Todo el tiempo ella está presente en nuestras vidas- tome aire, respire profundo supongo que para darme valor- yo ya no puedo seguir así, no quiero tener siempre su sombra en mi vida, no quiero compartirte- cuando dije eso ella se acercó.

- Yo no tengo nada con nadie más, mi amor, mi tiempo, todo es para ti, solo para ti- la tome de los brazos, esos brazos que estaban cruzados enmarquen su rostro- te amo como todo mi corazón, con mi alma, Jazmín cambiaste mi vida para bien, me enamoraste, estoy loca de amor por ti- ella solo me veía, sus brazos seguían cruzados.

- Yo ya no puedo seguir así- lo dije y sentí que un peso se quitaba de mí, pero también una profunda tristeza, mis ojos estaban luchando por no llorar, mi corazón y mi cabeza tenían una lucha constante, mi corazón decía que no la dejara ir, mi cabeza me decía que era lo mejor que tenía una situación que arreglar y que mi hijo merece estabilidad.

- No digas eso- acaricie su mejilla- yo te amo con todo mi corazón, eres lo mejor que me ha pasado- nuestro amor, nuestra bonita historia de amor no puede tener pausa y menos un fina, no un final triste- a lagrimas salían de mis ojos, mi corazón parecía estrellarse- no quiero perderte- la voz entrecortada.

- Flor tenemos un año casada y en este año todo el tiempo Laura aparece- una mezcla de enojo, de tristeza había en mis palabras.

- Esta por mi hija, amor- mi tono desesperado, mis manos buscando con desesperación sus manos, mis ojos intentaban convencerla, tranquilizarla. 

- Andrea es a excusa para ella, pero no pensé que también lo fuera para ti- regrese a la mesa, tome mi te, le di un trago, ella me abrazo por la espalda.

- Tratemos de encontrar la solución juntas por favor- me abrace a ella con fuerza, cerré los ojos, respire su aroma está deseando escuchar un sí .

- La decisión y lo mejor que podemos hacer es que- lo pensaba, o trataba de entender, de asimilar, de decir sin llorar.

- Podemos solucionarlo- un profundo miedo, un miedo que me hacía llorar.

- Tu necesitas aclarar la situación con esa mujer- mi tono firme, pero mi corazón derrumbando.

- Amor, yo no tengo nada que clarar- dije segura, me acerque e intente besarla ella se alejo.

- Claro que tienes, y lo sabes- con un nudo en la garganta le dije- cuando arregles tu situación y ella este fuera de tu vida, entonces hablamos- tome mi bolso y salí del lugar, sin decir nada más, al estar fuera empece a llorar.

Flor

Tome mi bolso, coloque un billete y salí de prisa tras ella no podía dejar ir al amor de mi vida, la vi estaba por subir al auto, la abrace, con fuerza la abrace como si ello dependiera mi vida.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora