COMO EL PRIMER DIA

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  Flor
  Sobre su escritorio deje una carta que decía:
 
  Mi amada Jazmin
  Todos los días de mi vida, son mejor cuando estoy a tu lado, tu presencia ilumina mi vida, tu amor es el motor que le da movimiento a mi corazón, por ti deseo vivir otras vidas para poder coincidir contigo mi amada y bella esposa, amor de mis días, de mi vida, te amo, te admiro y le agradezco a la vida por encontrarte.
 
  Con amor Flor
 
  Jazmin
  Esa carta entre mis manos, un suspiro, una sonrisa, abrace la hoja contra mi pecho, y me pregunte: ¿ se puede ser más feliz de lo que soy?, la respuesta era sencilla, no, yo soy afortunada tengo la mejor esposa, tengo dos hijos maravillosos, un empleo que me encanta, sonreí, tome mi celular, llame a la florería, solicite el ramo más grande de rosas rojas, solicite los traigan a la oficina, deseaba , tener un detalle con ella, sonreí, en la nota solicite le colocaran.
 
  Sei la ragazza piú bella che abría mai visto.
 
  Flor
  En mi oficina, concentrada, en una reunión con un grupo de compañeros, tocaron la puerta, yo dije.
 
  - Pase, por favor- levante la mirada, un repartidor entró solo escuche su voz, el rostro no se veía , lo cubría el gran ramo de rosas.
 
  - ¿Señora de Villanueva?
 
  - Soy yo - dije con el pecho hinchado de orgullo y alegría, el repartidor preguntó dónde colocar ese ramo de flor, yo le inquieta que sobre mi mesa a un lado de mi escritorio, un compañero comentó.
 
  - Wow, se nota que te aman.
 
  - Si- respondí con las mejillas sonrojadas, con una sonrisa en los labios, al terminar el día laboral a la salida me encontré con mi esposa, recargada sobre mi auto con unos lentes de sol le di una sonrisa, me acerque- ¿te he dicho que pareces una modelo?- ella sonrió.
 
  - No, no lo habías dicho- sonreí.
 
  - Eres una modelo- acaricie su mejilla- eres tan bella mi amor, que la luna te envidia , envidia tu belleza, eres guapa, bella, hermosa- sonreí, me acerque con intenciones de besarla, pero ella no acepto.
 
  - Vámonos de aquí amor- subimos al auto, ella condujo, estando lejos, estacionó el auto, yo sonreí.
 
  - ¿Puedo besarte?- la mire.
 
  - Te estabas tardando- bese sus labios, sus manos acariciaban mis piernas, nuestro beso era largo, suave, tierno y se tornaba apasionado, nos separamos, me miró a los ojos.
 
  - Podría  hacerte el amor aqui- ella sonrió, sus labios estaban hinchados, enrojecidos, rei.
 
  - Vamos a casa, a nuestra cama- Guiño de ojo, ella sonrio.
 
  - Vamos- conduje, al llegar a casa, cerramos la puerta , nuestros bolsos en la entrada y empecé a besarla, a besar su cuello, sus labios, sus mejillas- te amo- dije mientras desabrochaba su blusa, mis labios sedientos, besaban sus labios, sus manos, se aferraban a mi cuello, caminamos hacia el sofá, nos recostamos, mis labios, besando sus labios.
 
  - Rosales- hicimos una pausa- te amo y te deseo igual o más que el primer día- ella sonrió, colocó un mechón de mi cabello tras mi oreja.
 
  - Me encanta saberlo- sonreí- ¿te seguiré gustando cuando sea una viejita con bastón?- si tengo miedo a los años pensé.
 
  - Seré tu bastón, tu guía, no podrás desahacerte de mi- ella sonrió.
 
  - No tengo intenciones de hacerlo- suspire- al contrario te quiero junto a mi toda mi vida, bueno lo que me resta- ella sonrió.
 
  - Concedido- sus besos buscaron los míos, sus manos acariciaban mis piernas, pero el timbre sonó, nos levantamos de prisa, acomode mi blusa, mi falda, ella abotonó su blusa, dobló las mangas, camino hacia la puerta, pero primero me beso.
 
  - Mi amor- dije al ver a mis péqueños, Andrea se abrazo a mi y Florian estaba entre los brazos de mi Jazmin.
 
  - Te extrañe madre- bese su mejilla, me acerque a Jazmín- me alegra verte- sonreí, bese su mejilla.
 
  - Y a mi , me alegra, tanto tenerlos en casa a mis hijos, mis amores- por un minutos ignoramos a , Laura- quise virar los ojos, pero ante todo soy una dama, la mire- ¿que tal?- le di una sonrisa.
 
  - ¿Cómo estás?- pregunte , se veían tan contentas juntas, eran una familia, el amor se notaba.
 
  - Todo muy bien y más ahora que ha llegado la alegría del hogar- dije mirando a mis hijos, Florian estaba entre los brazos de Flor, Andrea también estaba junto a Flor, yo Mire a Laura- pasa por favor- la mire, Flor y los niños entraron a casa.
 
  - No quiero molestar- dije apenada.
 
  - No es molestia- sonreí- cuidaste de los pequeños durante el viaje- sonreí- y te lo agradezco, lo menos que puedo hacer es ofrecerte un vaso de agua- mi tono y actitud de cortesía.
 
  - Gracias- acepté, entramos a su casa, los niños estaban con Flor, yo los observaba con ternura, quizás un poco de celos hacia Jazmin, sonreí, una sonrisa nerviosa- agradezco tus atenciones, Jazmín y agradezco el amor que le das a mi pequeña- si, quería dejar claro que era mi hija, hija del amor de mi vida y mía- sonreí.
 
  - No hay nada que agradecer , Andrea es una niña hermosa y yo la siento como mía, forma parte de mi , es hija del amor de mi vida- suspire al verlos, jugando en la sala.
 
  - Claro, eres afortunada- sonreí, camine hacia la puerta, Andrea me alcanzó.
 
  - ¿Te vas?- la mire.
 
  - Si mi amor- sonreí, bese su mejilla y la abrace, pero mañana, nos vemos para comer- sonreí.
 
  - Claro- le di un beso en la mejilla- ella salió de la casa, yo volví con mi hermano y con mi madre, Jazmín la despedía.
 
  Jazmin
  Mi acto de cortesía y amor, pensé cuando Laura se fue, a veces pensé que nunca saldría de nuestras vidas y otras como esta aparece, siendo una total obsesionada pensé, entre a la casa, mi esposa estaba en la sala con los niños me acerque, me uní al juego.
 
  Laura
  No me fui al hotel , me fui al bar, como toda una cobarde, como una mujer herida que no supera a su ex, suspire, me acerque a la barra, ordene un wisky, me senté en la barra , viendo las manecillas del reloj, avanzar, que no lograba superar, pensaba, entre copas, entre una música triste de fondo, viendo más personas bebiendo, quizás ahogando penas o quizás solo brindando.
 
  Flor
  La noche llegó , los niños dormían , mi esposa y yo solas en la habitación, me acerque a Jazmín, bese su hombro, ella con los ojos cerrados dijo.
 
  - Estoy cansada amor- dije casi dormida.
 
  - Descansa amor mío te amo- yo también estaba cansada, ya no tenía la misma energía, ya no era la misma mujer joven de treinta años, y el miedo a no seguir su paso a veces me hacía malas pasadas , despertaba en mi celos e inseguridad, pero sus detalles, me hacían creer, suspire, cerré los ojos, pidiendo tener la misma energía que ella para disfrutar nuestro amor y nuestra vida, esa vida que inició cuando la conocí.

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