Amiga, mamà

64 10 0
                                    

  Flor
  Salí de la oficina, rumbo a casa, pero antes hice una parada compré unas rosas para mi esposa, para mi bella esposa, al llegar, las coloqué en un florero, fui por mi hijo, le di las vitaminas, revisé que todo estuviera en orden en el cuarto de televisión, hicimos espacio, para que colocaran sus bolsas de dormir, en esa pijamada que era tan importante para Andrea, estando todo en orden esperé por mi esposa e hija en la sala, Florian dormía y yo revisaba algunos presupuestos, la puerta se abrió.
 
  - Estamos en casa madre- sonreí, Jazmín y yo con muchas bolsas de súper, mi madre vino a nuestro encuentro.
 
  - Hola, preciosa- bese la mejilla de mi hija, ella me dio una sonrisa- hola, amor- me acerque a Jazmin, la bese.
 
  - Hola- dije algo sorprendida, su actitud en la oficina fue de mucha seriedad, incluso la noté molesta.
 
  - Permíteme les ayudo- tomé algunas bolsas, las colocamos sobre la barra de la cocina, ordenamos todo algunas cosas, las subimos al cuarto de televisión, Jazmín ordenaba el espacio, colocaba algunas almohadas, Andrea estaba algo nerviosa.
 
  - Madre, ya – las mire a las dos.
 
  - Tranquila, ya está todo listo, para que recibas a tus amigas- guiño de ojos, ella sonrió, a unos minutos de que sus amigas llegaran a casa Jazmín, sostenía entre sus brazos al pequeño Florian, Andrea se acercó.
 
  - Jazmín- la mire.
 
  - Dime- yo intentaba que Florian no llorara.
 
  - Jazmín, muchas gracias por ayudarme a tener todo listo para esta pijamada, gracias- bese su mejilla.
 
  - Con todo gusto señorita, ahora solo disfrute, diviértase- sus amigas empezaron a llegar yo estaba con Florian cambiando su ropa, preparándolo para dormir, la puerta de su habitación se abrió, Flor apareció.
 
  - Te busca Andrea, quiere que le ayude con unas cosas- dije dejando caer los hombros mi hija prefería a Jazmín- te prefiere a ti wow- ella sonrió, me miró.
 
  - Okay, termina de cambiar a Florian por favor- Flor beso mi mejilla.
 
  - Como usted ordene bella- ella sonrió, esa sonrisa tan linda, tan tierna y a la vez sexy.
 
  - Ahora vuelvo- era mentira, Andrea y sus amigas me detuvieron por varias horas, entre mascarillas, golosinas y películas, estaba quedándome dormida, cuando al fin ellas se durmieron fui a la habitación, mi esposa se había quedado dormida, con la ropa puesta, sus gafas de lectura y un libro en su mano, me acerque despacio, quite sus zapatos, sus anteojos, el libreto y la cubrí con la manta.
 
  Jazmín
  Yo fui a la cocina, me serví un té, tomé el iPad y busqué un vuelo quería hacer un viaje de fin de semana con mi esposa, los últimos meses no hemos disfrutado tanto de nuestro amor de pareja, necesitábamos tiempo para dos, sonreí, sin pensarlo compré dos boletos de avión con hospedaje de 3 días, una sonrisa se dibujó en mi rostro, fui a la habitación, ella seguía durmiendo, Florian lloro y ella de un salto se levantó yo no pude evitar soltar una carcajada, ella me miró casi dormida.
 
  - Amor- camine hacia la puerta.
 
  - Flor, regresa a la cama cielo, iré yo- la tomé de los brazos y la regresé a la cama ella no dijo nada, se recostó, quedándose dormida al instante, yo fui a la habitación de mi hijo, lo tomé entre mis brazos, camine con él cantándole una canción, cuando estaba quedándose dormido, Andrea apareció en al puerta, sus mejillas estaban rojas, me acerque- ¿todo bien? – ella se acercó.
 
  - Tuve un problema- Jazmín me miró preocupada.
 
  - Que sucede, mi amor – me preocupe, ella se dio vuelta su ropa estaba manchada, y sus mejillas estaban rojas, yo la abrace- tranquila es normal, no es nada malo, es parte de tu desarrollo- intente convencerla.
 
  - Manche mi bolsa de dormir- me sentía apenada.
 
  - Vamos cambiemos todo- caminamos hacia la sala de televisión, quite sus sábanas- la bolsa de dormir, está intacta, traeré sábanas- le di una sonrisa, cambie las mantas y sábana- ahora ve al tocador- coloqué una bolsa pequeña con toallas sanitarias y algunas cosas más ella, las tomo.
 
  - Muchas gracias, por ayudarme- me abrace a ella con fuerza, ella era muy buena conmigo, era como una amiga, disfrazada de mamá, siempre me apoyaba y cuidaba de mi hermano y de mí.
 
  - Con mucho amor lo hago- ella levantó la mirada, estando abrazada a mi- ahora ve cámbiate e intenta dormir, si necesitas algo me llamas- besé su frente, me fui a la habitación, vi el reloj, era la una am, mi esposa extendió el brazo me abrazó hacia ella, su voz adormilada dijo.
 
  - Te amo.
 
  Flor
  Abrí los ojos con dificulta, la semana había sido muy cansada, tener un hijo pequeño a los 50 años era todo un reto, vi a mi lado a mi esposa, quien, dormida, no quise despertarla, me fui a la ducha, me vestí y fui a la cocina a supervisar el desayuno, la mesa, al estar todo listo, tomé un desayuno para mi esposa, lo llevé hasta la cama, al entrar a la habitación, ella dormía, me acerque, bese su hombro, al oído le dije.
 
  - Buenos días, mi amor- ella empezó a abrir sus ojos, bese su mejilla.
 
  - Hola, mi amor- le di una sonrisa, mis ojos se abrieron, ella me sonrió, se levantó y trajo una bandeja con comida y una rosa.
 
  - Esto es para usted, mi amor, se que se desvelo con las chicas- le di una sonrisa, besé su mano- te agradezco tanto que cuides de mi hija, que la apoyes, que seas su cómplice.
 
  - No tienes nada que agradecer, lo hago con cariño, ella- no sabía cómo decirlo, levanté la mirada- ella se ha ganado mi corazón, y es una hija para mi- los ojos de Flor brillaban, sonreí- ahora iré a cambiarme, es el desayuno de las chicas y después entregarlas a sus padres- le di una sonrisa, me levante de la cama, Flor fue por Florian, regreso con él entre sus brazos, se acercó a mi, me abrazo por la espalda.
 
  - Te amo, mujer perfecta- bese su cuello.
 
  - No soy perfecta amor- sonreí.
 
  - Lo eres, eres una mujer muy dedicada y una excelente madre- suspire- soy afortunada- tocaron a la puerta, yo dije- pase- sonreí.
 
  - Madre, estamos listas para el desayuno- les di una sonrisa.
 
  - Ahora vamos amor- le di una sonrisa, besé su frente, salimos los cuatro hacia el comedor, que estaba en la terraza, seis niñas comiendo, me acerqué a Jazmín quien estaba cerca de la mesa, le dije al oído- te imaginas que tuviéramos ocho hijos- los ojos de Jazmín se abrieron como dos platos, me miró de prisa, en tono seguro dijo.
 
  - No, no me imagino, son demasiados amor- dije mirándola confundida – hasta donde recuerdo tu proyecto era una y luego dos- la mire- ¿Cuándo cambiaste de opinión?- mis ojos estaban posados en ella.
 
  - Cuando te conocí todo mi proyecto de vida cambio- usted cambio mi vida- dije mirándola a los ojos con mi hijo entre mis brazos
 

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora