Laura
Salí tan rápido, con una mezcla de sentimientos, no pude evitar llorar, cada paso que daba iba a acompañado de una lagrima, estando fuera de la plaza, me senté en la banqueta, Andrea se acercó, coló su mano sobre mi pierna.
- ¿Qué sucede? - la mire, seque la lagrima de su mejilla- ¿le llamo a mama? - pregunte preocupada.
- No, tranquila, estoy bien- mentí- me dolió un poco la cabeza- me levante, acaricie su rostro- ¿podemos volver a casa? - la mire, intente convencerla, caminamos hacia el taxi, subimos, al llegar a casa, ella muy atenta trajo analgésicos, un vaso con agua.
- Ve a descansar- besé su mejilla, para mi ella es mi mama, pensé mientras la veía sentada en el sofá, al borde de las lágrimas.
- Si, disculpa por arruinar el día de compras- me levante, bese su mejilla, la mire- creciste muy rápido, a penas y recuerdo a la pequeña niña que corría por toda la casa, que daba besos y estiraba los brazos para que yo la cargara- acaricie su mejilla- pero siempre serás mi bebe.
- Tú, bebe dice- la mire- que te vayas a dormir- la tome de la mano y la acompañe a la habitación- no te preocupes a la hora de comida, pido algo- le dije mirándola, fijamente- te quiero mucho- regrese y la abrace.
- Con ese abrazo me siento mejor- le dedique una sonrisa, pero por dentro mi corazón estaba hecho pedazos, quería llamarle, reclamarle, quería irme lejos y no volver jamás, di vueltas en la cama, me levante, me senté al borde de la cama, pensando, camine hacia la ventana, no voy a dejarte el camino fácil, niña, dije mientras veía mi reflejo por la ventana, estaba decidido, no pudo perder mi relación de 20 años, no quiero perder a mi familia, y aun cuando esa chica no sea un juego, encontrare la manera, pensé, intente calmarme, regrese a la cama, vi la noche caer, sin una llamada, los días pasaron, con un silencio por ambas partes, a veces la escuchaba a Andrea hablar con ella.
Flor
Recostadas en la cama, escuchando la lluvia caer, su aroma inundando mis sentidos, el calor de su piel, nuestra casa, nuestra habitación, era lunes, ella despertó temprano.
- Quédate un rato más conmigo- la abrace con fuerza hacia mí.
- Quiero ir a correr- dije sin moverme, ella me abrazo con fuerza y nos quedamos ahí por una hora, hasta que la alarma sonó.
- Por primera vez, quiero seleccionar posponer en la alarma- sonreí, ella también, nos levantamos directo a la regadera, al salir preparo la comida de Erato, le coloco un suéter, agua, juguetes, tomo los termos de café, caminamos hacia su auto, ella condujo, estando cerca dije.
- Me dejas una cuadra antes por favor- dije muy seria.
- ¿Ya llego mi jefa? - levante una ceja.
- Así, es ya llego la seriedad- sonreí- pero primero detente por favor, ella detuvo el auto.
- Servida jefa- bajo, sin decir nada, dio vuelta al auto, hasta llegar a mi ventana, la toco, baje.
- No, puedo ni quiero iniciar mi día sin- enmarque su rostro, la bese, un beso largo y profundo, la abrace por la cintura- ahora si podemos continuar.
- ¿Me utilizas? – la mire, ella volteo la mirada hacia mí.
- Eres mi símbolo sexual, la mujer de mis sueños, el amor de mi vida- levanto la mano, le mostré el anillo, una enorme sonrisa en mis labios- eres mi esposa, la futura madre de mis hijos- la mire- ¿y me dices que te utilizo? - una sonrisa en sus labios- te amo profundamente, me tienes loca, niña- ella condujo hasta llegar a la oficina, me dejo unas cuadras antes.
Jazmín
Una sonrisa en mis labios llegue antes que ella, coloque mis cosas, encendí mi laptop, mis compañeros empezaron a llegar, los minutos pasaron y ella apareció en la puerta, muy seria como de costumbre, yo intente ignorarla.
Flor
Entre, sería como de costumbre, mis ojos buscaban a mi esposa, pero intente disimular, salude.
- Hola, chicos buen día- una sonrisa se dibujó en mi rostro, yo ya no soy la misma pensé cuando esa linda sonrisa, se dibujó en su rostro, ellos respondieron.
- Hola, Flor, buen día- sonrisas.
Flor
Camine hacia mi oficina, mis pasos son diferentes pensé, mi reflejo se dibujó en la ventana, mi bolso, la laptop, mi alma llena de ilusiones, mi corazón enamorado, pensé, me quite el abrigo, lo coloque en el perchero, al igual que mi bolso, camine hacia mi escritorio, deje mi laptop, me senté, al levantar la mirada, ahí estaba ella, mi esposa.
Jazmín
Tenía los audífonos puestos, una canción romántica sonando, una sonrisa en mis labios y en mi pensamiento mi Flor, Flor dijo mi nombre mirándome.
- Jazmín, pasa a mi oficina por favor- ella parecía no escucharme, yo quería sonreír, pero no lo hice, me acerque, toque su hombro, ella de un brinco se levantó de la silla.
- Disculpa, no te escuché- dije apenada, sonrojada, su celular sonó, ella me miro son una sonrisa en los labios.
- Te salvo mi teléfono- sonreí, regrese a mi oficina, vi el nombre de Laura en la pantalla, vire los ojos, es la última persona con la cual quiero hablar pensé, colgué la llamada, insistió, minutos después la persona de recepción me marco.
- Ing. La buscan en la recepción.
- ¿Quién? - pregunte desinteresada, con la vista en unos documentos que firmaba.
- La señora Laura Bernal.
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FLORES
Storie d'amoreFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.