Flor
Su pregunta , tenía respuesta, claro que la tiene pensé, ¿pero mi hija?, Laura la crió como su madre, son muy cercanas, ella ve en nosotras su refugio, su fortaleza, somos su familia, pensé, la voz de Jazmín me trajo de vuelta.
- ¿Cuándo vamos a terminar de jugar a que yo soy tu esposa, pero ella vive contigo?- la mire fijamente, ella se acercó.
- Pronto- la mire a ojos , enmarqué su rostro- vive en mi casa, pero no duerme conmigo, hace años ella y yo no tenemos nada- intente convencerla.
- Flor- la mire- ve a casa, te esperan- ella se acercó me abrazo por la espalda.
- Mi cielo te amo , te voy a amar toda la vida, no quiero a nadie en mi vida, ni en mi cama, solo a ti, me complementas , eres más de lo que soñé- la bese, la abrace por la cintura, la acerque a mi, mis manos bajaron por su espalda, hasta llegar a sus glúteos.
- Ve a casa- te separan- insisto.
- Cielo, no me puedo ir, así enojada- la mire, me acerque e intente provocar una sonrisa, en ese rostro serio.
- No , estoy molesta- la mire- no tengo porque estarlo- ella levantó mi mentón.
- ¿Estás segura?- la mire, su mirada, la expresión de su rostro era diferente.
- Ha sido un día de muchas sorpresas- suspire- de cambios.
- Ahora menos quiero irme- la mire, bese su mejilla- dame unos minutos- intente caminar, pero ella me detuvo.
- No, debes ir a casa, debes ver a tu hija, hablar con ella- la convencí.
- Pero no será tan fácil , deshacerse de mi, volveré mañana para quedarme, contaré las horas para verte- la bese en los labios, la abrace, suspire, no quería irme, no quería dejarla, pero debía ir a casa.
- Te veo mañana- regresé el beso que me dio, tomo su bolso, su chaqueta, el taxi llegó, la vi irse, regrese al interior de la casa, la casa enorme, vacía y fría, me sentí fuera de lugar, suspire, camine hacia la cocina, me serví una copa de vino, encendí la música, me senté en el sofá, cubrí mis piernas con una manta, Erato, se sentó a mi lado, yo bebía mi vino, el dormía y un miedo inexplicable me congelaba, tenía miedo, miedo de perderla, suspire, me recargue en el sofá.
Flor
El camino hacia casa se me hizo corto, más de una vez pensé en decirle al taxista que me regresara a mi casa, suspire, baje del auto, colocaron mis maletas en la entrada de la casa, abrí la puerta, entre camine, todo me parecía tan extraño, yo era una extraña en mi propia casa, todo me parecía tan distinto, tan simple, suspire, fui a mi habitación , deje mi maleta, camine hacia la habitación de Andrea, ella veía una película, al lado de Laura, yo abrí la puerta, y dije.
- Sorpresa- las mire, mi hija de prisa se levantó de la cama, camino hacia , un brillo en sus ojos, una sonrisa.
- Hola, madre- la abrace- te extrañe.
- Yo también mi amor, te extrañe- bese su mejilla, su frente- cada día creces más, ¿cada vez que regrese de viaje tendremos que ir de compras?- ella me miró sorprendida.
- ¿Por qué?- le pregunte preocupada- ¿tan mal me veo?.
- Nada de eso, eres hermosa, y cada día más alta, eres más alta que yo- la abrace- vamos a cenar, te invito- ella miró a Laura y me miró a mi- las invito- mi hija la abrazo a ella y yo a mi hija, subimos al auto, fuimos a cenar, yo estuve atenta a mi hija a su conversación, pero sabía que la hora de hablar con Laura, llegaría, pensé, ellas se levantaron de la mesa yo tomé mi celular, le escribí a mi Jazmín.

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FLORES
RomanceFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.