FLORES

LOCAS ENAMORADAS

    Flor
  Camine tomada de su mano, bajo la lluvia, el clima perfecto y romántico, pensé,  al llegar a casa fuimos  ala ducha al salir, preparamos desayuno, ella se acerco a mi, me abrazo por la espalda.
 

  - Contigo disfruto hasta cocinar- sonreí- haces especial todo, incluso aquello que no me gusta.
 

  - Mi amor, mi niña- bese sus labios- tú eres especial, única e irrepetible  y estando contigo, todo, incluso lo mas simple parece mágico- nos dimos un beso suave, al soltarnos nos miramos a los ojos como dos tontas, dos locas enamoradas, ella rompió el silencio.
 

  - Te amo, me amas- suspire- gracias por estar en mi vida, formar parte de mis días.
 

  - Planeo pasar el resto de mi vida a tu lado, juntito a ti- con la yema de mis dedos toque su nariz.
 

  - Acepto- guiño de ojo, ella me dio los platos.
 

  - ¿Te encargas de poner la mesa?- guiño de ojo.
 

  - Claro señorita- tome los platos, coloque los vasos, la jarra de jugo, Flor coloco el desayuno.
 

  - Disfruta el desayuno- guiño de ojo.
 

  - Usted también mi amor-  su sonrisa, sus ojos, suspire.
 

  - Hoy no quiero salir- dije en tono suave.
 

  - Tienes que ir a ver a tu hija- le recordé.
 

  - Quiero quedarme a tu lado, todo el día- sonreí.
 

  - Mi amor, me encantaría- no me dejo continuar.
 

  - Sì- ya se , debo ir a ver a mi hija- la mire- ven con nosotros, vayamos al cine, a comer- ella me miro sorprendida.
 

  - Quiero respetar el espacio, su espacio con ella- insistí.
 

  - Lo entiendo, pero quiero que se conozcan, que convivan- guiño de ojo- no te lo había dicho pero- ella me miro fijamente.
 

  -¿Pero?- levante una ceja, con la mano sostenía el cubierto.
 

  - Quiero que venga  a vivir con nosotros- llevo tiempo pensándolo- pero no estoy convencida pensé- me detengo por  Laura, ellas dos son muy unidas.
 

  - Yo amo todo lo que venga de ti- la mire, tome su mano-  por lo tanto tu hija es bienvenida aquí con nosotros- ella sonrió.
 

  - Gracias, mi amor, eres tan linda- sonreí.
 

  - Pero es un tema que deben hablar,  Laura, Andrea y tú - sonreí.
 

  - Si- deje caer los hombros, sé que será complicado hablarlo con Laura, pero debo hacerlo.
 

  - Así que no te preocupes por los platos, yo los lavo- a pesar de odiar lavar trastes pensé- ve con tu hija, diviértete, relájate- guiño de ojo.
 

  - Lo haré- sé levanto de la mesa, yo camine tras ella, la abrace- Estaré pensando en ti- le dije al oido.
 

  - Mi amor, relájate- sonrisa nerviosa.
 

  - Lo estoy- realmente es complicado hablar del tema de mi hija con mi esposa, pero aun es mas complicado hablarlo con mi ex pareja, camine hacia la escalera, me cambie de ropa, tome una chaqueta y regresa a la sala ahí estaba ella, mi Jazmin.
 

  - Eres hermosa- mis ojos como siempre llenos de amor y admiración.
 

  - Te amo- nos dimos un beso, un abrazo fuerte.