NO PUEDE SER

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Jazmín

La primera noche sin ella, tome aire, quite el edredón que cubrí mi cama, coloqué las almohadas en el lugar vacío de Flor, recordé su sonrisa, su acento diciendo: buenas noches, mi amor, su sonrisa, deseaba sentir su abrazo.

Flor

La alarma sonó, abrí los ojos, estaba en un lugar desconocido, sola en una cama fría, en una habitación que no era la mía, extrañando a mi esposa, tome aire, tome calor me levanté de la cama fui a la ducha.

Laura

Hoy era el día, hoy mi niña se iría de vuelta a Mexico yo la acompañaré solo al aeropuerto, viajará sola, pensaba mientras la veía dormir, suspire, cerré la puerta de su habitación fui a la cocina, preparé café, jugo, ella en cualquier momento iba a despertar así que preparé su desayuno, el timbre sonó, fui a la puerta, abrí, no podía creerlo, en tono alegre dije.

-    Flor – mis ojos posados en ella- que alegría verte- es un sueño hecho realidad, pensé, la abracé, con fuerza, ella se alejó.

-    ¿Dónde está mi hija? - pregunté mirándola.

-    Está bien, esta dormida- la mire, deseaba abrazar a mi pequeña, Laura me inervaba, yo no me sentía bien.

-    Pasa por favor- me hice a un lado, ella entró.

-    Gracias- recorrí la casa con la mirada- jamás había entrado a esta casa- le dije.

-    Si, bueno ahora ya la conoces- sonreí, una loca idea venía a mi cabeza: volver a empezar.

-    Así es- mi mirada choca con la suya- veré a mi hija y me iré- agregue.

-    Eres bienvenida- una sonrisa se dibujó en mi rostro.

-    ¿Lo soy? - la mire fijamente su madre jamás quiso recibirme en su casa, siempre fue muy grosera conmigo por eso Laura se alejó de su familia.

-    Eres bienvenida – suspire- ¿te ofrezco café? - la mire.

-    Si, por favor- ella se levantó, yo tome mi celular

-    Ahora vuelvo – camine hacia la cocina, estaba feliz de tenerla en casa, es un sueño hecho realidad, una sonrisa en mis labios, preparé café, regrese a la sala, ella tenía el celular entre sus manos, una sonrisa en sus labios- aquí está su café- sonreí.

-    Gracias- di un sorbo, mi hija apareció- mi amor- camine a su encuentro, con una sonrisa en los labios, bese su mejilla, la abrace.

-    Mamá- empecé a llorar me sentía feliz por verla.

-    Tranquila preciosa- seque sus lágrimas, Laura se acercó, se unió al abrazo, Andrea sonrió,

-    Ahora me siento muy feliz- las mire a las dos- porque estoy con mis dos mamas- Suspire, me sentía feliz, alegre, bese la mejilla de cada una, mi madre Flor dijo.

-    Yo debo ir a la oficina- cuando dije eso Laura me miró confundidas.

-    ¿A la oficina? - la mire, no entendía.

-    Si, estaré aquí una semana- cuando dije si Andrea brinco.

-    ¿Puedo quedarme con Laura esta semana e ir contigo por la tarde? - deseaba escuchar un si- mi madre sonrió.

-    Claro que puedes- Andrea beso mi mejilla, Laura también, yo me aleje.

-    Gracias ma- sonreí, Laura me abrazaba.

-    Volveré más tarde por ti- Salí de la casa, tome el taxi y fui directo a la oficina.

Jazmín

Era miércoles por la mañana, faltaban dls días para que mi esposa volviera a casa, fui al centro médico por los resultados de los exámenes, me acerque a la recepción.

-    Buen día señorita- sonreí.

-    Buena día señora Rosales.

-    Vengo por los estudios- dije nerviosa, todo lo que tiene que ver con médicos y exámenes no me gusta.

-    Claro, aquí tiene- le di una sonrisa.

-    Gracias- estaba nerviosa, preocupada por los resultados, subí al auto, tomé el celular, le marqué a Flor.

-    Hola, mi amor- sonreí- ¿te puedo marcar más tarde? - suspire.

-    Si, claro- estaba por colgar.

-    Cielo, si es urgente puedo salirme- insistí.

-    No, no es urgente, hablamos por la noche- colgué, respiré profundo, tomé el sobre, estaba por abrirlo cuando mi teléfono sonó, lo coloqué sobre el aviento de copiloto, respondí la llamada, al finalizar conduje hacia la oficina.

Flor

Reuniones, trabajo y más trabajo, tanto que no tuve oportunidad de comer, al salir de la oficina, me fui a casa de Laura, llegué a las 7:00 pm, al llegar llame a la puerta Laura abrió.

-    Hola – sonreí, me hacía tanto bien verla, tenerla cerca.

-    Buena noche- me quede en la puerta.

-    Pasa por favor, estamos cenando Andrea y yo- le di una sonrisa.

-    Prefiero esperar afuera- di media vuelta, Andrea salió.

-    Madre- me pare en la puerta junto a Laura.

-    Hola, mi amor- regresé, besé su mejilla.

-    Ven, pasa , cena conmigo- la jale de la mano, quería cenar en familia.

-    Esta bien- camine con ella hacia el interior de la casa, nos sentamos juntas, Laura me sirvió la cena, mi hija se veía feliz, mi teléfono sonó, en la pantalla el nombre y la fotografía de mi esposa, me levanté de la mesa- ahora vuelvo- camine hacia el jardín, le marque- hola, mi amor- suspire.

-    Hola- sonreí, al verla por videollamada, su sonrisa, sus ojos, todo en ella es Perfecto pensé.

-    Te extraño, me hiciste falta anoche- suspire.

-    Y tú a mi – sonreí.

-    Te amo, amor de mi vida- sonrisa nerviosa, ella me veía sin decir nada- cielo que me querías decir por la mañana- la mire,

-    Fui al médico- el rostro de Flor cambió.

-    ¿Por qué no le dijiste? - la mire- debí quedarme contigo- me sentí mal- ¿Qué te dijo?, ¿estás bien? -me preocupe.

-    Primero cálmate, segundo me hice unos estudios- cuando dije eso Andrea y Laura aparecieron, Andrea llamaba a Flor.

-    Madre, ven – me quede cerca, esperando por ella.

-    Ahora voy- dije molesta, Jazmín en tono muy tajante dijo.

-    Ve con ellas, hablamos más tarde- Andrea se veía feliz y esa mujer también.

-    No, amor espera- ella estaba molesta.

-    Hablamos más tarde por favor- me sentí molesta e incómoda.

-    Cielo- insistí.

-    Flor- tome aire- por favor atiende a tu hija- no muy convencida acepto ir con ella.

-    Te marco en una hora mi amor- estaba preocupada.

-    Si- colgué, me senté al borde de la cama, con el sobre entre las manos, siempre está ella, haciendo sombra, eso me molesta e incómoda, abrí el sobre, no puede ser.

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora