Flor
Una maleta sobre la cama, mi esposa sentada sobre el sofá leyendo un libro, me senté al borde de la cama dejando caer los hombros, acompañada de un suspiro, levantó la mirada hacia mi, se quitó esos anteojos que la hacen verse hermosa.
- ¿Qué sucede? - me senté a su lado, besé su mejilla.
- Es raro irme de viaje tanto tiempo- suspire- sin ti- desde que nos casamos he evitado a toda costa viajar tanto tiempo, pero ahora debo hacer y pasar vacaciones también con mi hija.
- Serán dos semanas- intenté animarla y convencerla, sonreí.
- Extrañare dormir a tu lado, tu calor, tus besos, tu sonrisa- suspire.
- Estaré esperándote cuando vuelvas- la abrace, la anime al día siguiente muy temprano la lleve al aeropuerto, al bajar del auto, ella se abrazó a mí.
- Me harás falta- le dije al oído, sintiendo que una parte de mi se quedaba con ella, cuando me soltó tome sus manos- ven conmigo- le prepuse.
- Mi vida- acaricie su mejilla, levante su rostro, colocando mis dedos en su mentón sus ojos negros se encontraron con los míos- me encantaría, pero tengo trabajo y usted debe pasar este verano con su hija, lo necesitan- intente convencerla.
- Yo estaré aquí cuando vuelvas, esperando por ti, por ustedes- voltee la mirada hacia Andrea, quien nos observaba a la distancia en la compañía de esa mujer.
- Te amo- suspire- lo digo desde el fondo de mi alma y mi corazón- nos despedimos ella se fue, yo camine hacia el interior con mi hija, caminamos en silencio, al llegar entregamos los pases de abordar, Andrea tomo mi mano, me sonrió, yo correspondí, nos sentamos a esperar, mi hija recargaba su cabeza en mi hombro, yo con la mirada hacia el frente, ver aviones, gente ir y venir, en mi cabeza Jazmín, suspire.
Jazmín
Las reuniones sin mi esposa no eran lo mismo, llegar a casa y no verla a parecer por la puerta, suspire mientras tomaba entre mis manos nuestra foto, la foto de nuestra boda, una sonrisa acompañada de miles de recuerdos, una sonrisa en mis labios, un suspiro y mi cara de boba.
Flor
La noche, la nueva ciudad, mi hija durmiendo a un lado mío, yo con la mirada puesta en la luna, deseando tener a mi Jazmín a mi lado, suspire, me puse de pie, camine hacia un costado de la terraza, tome mi celular, le marque.
- Mi amor- suspiro.
- Hola mis ojos de cielo- una sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar su voz.
- El cielo, la luna, las olas del mar, la noche es muy romántica- suspiro- me haces falta aquí.
- Y tú a mi- camine hacia la habitación.
- Quiero estar contigo, extraño dormir entre tus brazos, escucharte decir que me amas- suspire.
- Te amo- voz suave- te amo- casi un grito, me levante de la cama- te amo- grite- estoy segura de que te amo, eres el amor de mi vida, de mis días, de esta y las próximas vidas, voy a amarte, en cada una más.
- Eres el amor de mi vida- seque la lagrima que recorría mi mejilla- eres la mujer de mis sueños- suspire- me has enseñado el verdadero amor, te has convertido en mi sueño, en mi fantasía, en mi símbolo sexual- soltó una carcajada- mi vida no te burles es verdad, tengo fantasías contigo.
- ¿Las hacemos realidad? - sonrisa pícara.
- En cuanto vuelva o tu vengas- suspire.
- Cuando vuelvas- suspire- ahora señorita a dormir yo debo trabajar y tu tomar tiempo con tu hija.
- Te amo, sueña conmigo- suspire.
- Hasta despierta estas en mi pensamientos- sonreí.
- Me alegra saberlo- colgamos la llamada, volví a la cama, cerré los ojos y dormí.
Jazmín
Los días pasaron tan de prisa que sin darme cuenta, el dia de su regreso había llegado, me levante temprano, me puse un vestido, camino al aeropuerto compre unos tulipanes, color rosa, al llegar estacione el auto, acomode mi cabello, retoque mi labial, acomode el moño de las flores, baje del auto, camine hacia la entrada del aeropuerto, con el corazón palpitando de prisa, las piernas temblando, habían pasado dos semanas y para mí , era como tenerla por primera vez en casa, unas gafas de sol cubrían mis ojos, levante la mirada y ahí estaba ella, mi peruana favorita, una sonrisa se dibujó en nuestros labios, la gente desapareció, solo éramos ella y yo, caminamos ella se abrazó de mí y yo de ella.
- Te extrañé mi mexicana- le dije al oído.
- Y yo a ti mi peruana bella- la solté al ver a Andrea, me acerque a ella- hola guapa- bese su mejilla, la abrace.
- Hola Jazmín- mi tono serio y tímido.
- Bienvenida señorita- le di una sonrisa, Flor nos tomó de la mano a las dos.
- Tengo hambre- sonreí, Andrea cambio totalmente de actitud.
- Yo quiero irme a casa, quiero ver a Laura- mire a mi madre buscando su aprobación, ella dijo sin mirarme.
- Sube al auto- caminamos yo tomaba la mano de Jazmín, Andrea caminaba de prisa, subió al auto, coloco la maleta sobre el asiento trasero, Jazmín condujo conversando del viaje, Andrea se mantuvo en silencio al llegar, bajo del auto y yo con ella- coloque mi mano en la pierna de Jazmín- ahora vuelvo- bese su mejilla, baje del auto con Andrea, nos detuvimos a la entrada.
- Gracias por el viaje madre- me acerque bese su mejilla.
- La próxima vez que te vea no quiero este tipo de escenas, Jazmín es mi esposa y debes respetarla- mi tono y rostro serios.
- Pero madre- no me dejo continuar.
- No volveré a tener esta conversación contigo- la mire fijamente, ella agacho la mirada, la puerta se abrió y salió Laura.
- Mi amor- abrace con fuerza a Andrea, ella me abrazo.
- Te extrañe Laura- mi madre me miro, en tono serio dijo.
- Te amo, cuídate- bese su frente.
- También te amo, má- la abracé con fuerza, la vi irse al auto, Jazmín la recibió con una sonrisa.
Laura
Verla irse con otra persona, me dolía, cada día era difícil estar sin ella, verla de lejos, imaginarla decirle te amo, besar a esa chica, me ponía, me llenaba de tristeza, pero era mi realidad, Andrea me trajo de vuelta a esa cruda realidad.
— ¿Entramos?- tome su mano con fuerza, intentando darle valor, regreso la mirada hacia mi.
— Claro- sonreí- preparé tu comida favorita.
Flor
No podía quitarme de la cabeza, que la actitud de Andrea era provocada por Laura, Jazmín tomó mi mano y dijo.
- ¡Ey!- ella sonrió- ¿te parece si vamos a comer a un restaurante?.
- Prefiero comprar comida e ir a casa- sonrisa pícara- quiero estar a solas con usted- guiño de ojo.
- No se diga mas- conduje al restaurante más cercano, ordenamos la comida, durante la espera, ella besaba mi mejilla, mi mano.
- Eres una mujer hermosa- suspire- muy sexy y sensual- sonreí.
- Y usted, la chica más linda, guapa e inteligente- acaricie su mejilla- la chica de mis sueños- la mire- el alimento de mi alma.

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FLORES
RomanceFlor una mujer de 49 años, fría, estable, sería, contrata a una chica de 30 años para una de las sucursales de la empresa donde trabaja. Jazmin provoca en Flor una incomodida y a la vez una alegría cuando hablan, cuando conviven.