TAN ESPECIAL

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  Laura
  El apartamento frío, la luz de la ciudad se colaba por la ventana, una pequeña planta decoraba mi habitación, una foto de Andrea y yo sobre mi mesa de noche, un libro , mi bata sobre la cama, mi cuerpo cubierto por loas sabanas, mi corazón estaba vacío, mi cuerpo no tenía fuerza, extrañaba como loca a mi niña, cada mes era difícil y todo un reto, respire profundo, tome el celular, me levanté de la cama, me cubrí con la bata, con el celular entre mis manos fui a la cocina, preparé café, abrí las persianas , suspire, mi vida necesita luz, pensé, la luz de la mirada de mi hija, me senté sobre el sofá, tome mi celular, entre a Facebook y ahí estaban, la familia feliz, Jazmín con una enorme sonrisa, sosteniendo entre sus brazos, Flor a su lado y al lado de Flor Andrea estaba más alta, su cara de niña empezaba a cambiar, los padres de Flor y otros señores supongo que son los padres de Jazmín, suspire, en ese momento la envidié, deje caer los hombros, coloqué la taza sobre la mesa, camine hacia la ventana, mi teléfono sonó camine de prisa, en la pantalla el nombre de Andrea me alegre.
 
  - Hola Laura- dije sonriendo, colocando el plato sobre la lava trastes, le di una sonrisa a mi madre y salí de la casa.
 
  - Mi amor, Justo estaba pensando en ti- dije con una sonrisa en los labios, con melancolía en mis palabras, me levanté del sofá, caminé en la estancia- cuéntame- ¿cómo va todo? – me senté, quería escuchar todo de ella.
 
  - Bien, estoy en el equipo de voleibol, en natación por las tardes y me va muy bien en el colegio-sonreí-  y lo mejor tengo hermanito nuevo- una sonrisa se dibujó en mi rostro.
 
  - ¿Ya nació? - finjo no saberlo, con un nudo en la garganta, con los ojos llenos de lágrimas, respire profundo.
 
  - Si, nació hace dos semanas, es tan pequeño, cuando lo cargo me da miedo tirarlo, su piel es blanca, tiene muy poco cabello, su ceja es café, sus ojos parecen ser color miel como los de Jazmín- me hacía ilusión hablar de mi hermano.
 
  - Que lindo- en mis palabras había un poco de celos y melancolía, ella continuó hablando de su hermano, de Jazmin, yo  la escuchaba, atenta, parecía estar tan feliz, tan contenta, con su hermano, con Jazmín, me daba alegría y tranquilidad saber que mi niña estaba bien, continué hablando con ella cerca de dls horas, hasta que llegó la hora de despedirnos, con la voz entrecortada- cuídate mucho mi amor, come bien, duerme tus ocho horas, recuperada que te amo y que siempre podrás llamarme me haces muy bien escuchar tu voz , hablar contigo que me cuentes tu día a día- suspire.
 
  - Te envío un fuerte abrazo te quiero mucho- sonreí.
 
  - Yo te quiero más, espero ansiosa las vacaciones de verano para verte y abrazarte, te enviaré fotografías de tu habitación, aún falta decorar, eso lo haremos cuando vengas- sonreí - cuídate- colgué, debía agradecerle a esa mujer por cuidar tanto y también de mi pequeña, pero me dan celos y no sería capaz de escribirle, de llamarle, deje caer los hombros, me senté sobre el piso, con la cabeza recargada sobre la pared.
 
  Jazmín
  Recostado en mis piernas, estaba Florian, tomando baños de sol, su sonrisa se dibujó en sus labios, en su pequeña boquita, su nariz se arrugaba y yo era la persona más feliz, más enamorada, una sonrisa se dibujaba en mi rostro, mis ojos llenos de amor lo veían, el llegaba a mi vida para cambiarla, para enseñarme que el amor y la ternura hacia un hijo son lo mejor que te puede pasar, para completar mi vida, para llevarme de amor y felicidad, mi esposa se acercó.
 
  - Hola guapos- besé los labios de mi esposa- te traje jugo mi amor- sonreí.
 
  - Gracias, cielo- lo tomé, di un sorbo, ella tomo el vaso.
 
  - Lo colocaré por aquí, si quieres más me dices- me senté a su lado, admirando a mi bebé, su mano sujeto mi dedo y yo me quede ahí junto a él, mirándolo dormir, hasta que fue hora de entrar, lo cubrimos con una sábana color amarilla, Jazmín lo coloco en mis brazos, yo me senté en la mecedora de su habitación, lo tuve junto a mi por un par de minutos, luego lo coloqué sobre su cuna, me quede parada morándolo dormir, susurre- duerme tranquilo mi amor, yo cuidaré de ti, toda la vida, voy a guiar tus pasos, acompañarte, orientarte, siempre estaré a tu lado mi bebé, suspire.
 
  Laura
  Ya no tenía nada que perder, suspire, pero si tenía a alguien por quien seguir, por quien levantarme todos los días e ir al trabajo, sonreí, tome entre mis manos la fotografía de mi hija conmigo, lo hago por ti, tome mi bolso, mi ropa, iniciaba una nueva aventura, estaba reconstruirme, camine hacia la sala, luego salí de la casa, subí al taxi.
 
  Jazmín
  Mi bebé tenía ya tres meses de nacido, yo era la mujer más feliz del planeta mi hijo nació el mismo mes que mi esposa, sonreí, noviembre, me levanté de la cama, tenía un bebé que cuidar, una adolescente que preparar para el colegio, me coloqué una sudadera y un pantalón deportivo, mi esposa ya no estaba se había ido al trabajo y yo me encargaba de llevar a Andrea al colegio, ella fue a la cocina.
 
  - Hola Jazmín, buen día- le dije una sonrisa.
 
  - Hola preciosa- me acerque, bese su mejilla- desayuna por favor para irnos al colegio.
  - Gracias- me senté cerca de ella, al terminar me llevo al colegio, al bajar del auto dijo.
 
  - Que tengas bonito día, preciosa, vendrá por ti, tú madre a la salida- ella sonrió.
 
  - Gracias bonito día- cerré la puerta, caminé hacia la entrada.
 
  Flor
  Al trabajo luego de tres semanas de estar en casa, con mi esposa e hijos de disfrutar en familia, estacione el auto, baje mis cosas y camine hacia la entrada, fui a mi oficina, la cual está a unas oficinas de la oficina de mi esposa, suspire, cerré mi puerta, saque de mi bolso una foto con mi familia, sonreí, me dio fuerza para iniciar mi día.
 
  Jazmín
  Volví a casa, Florian dormía, aproveché el tiempo, para hacer unas cosas, como la lista de despensa, mis padres y los padres de Flor volvieron a sus casas y yo quería llevar a mi hijo a mi ciudad, al menos un fin de semana, mi teléfono sonó, en la pantalla el nombre de mi esposa, respondí.
 
  - Hola guapa- sonrisa.
 
  - Hola, señora de Rosas- sonreí- ¿cómo va todo?, ¿cómo está mi hijo? - me recargué sobre el respaldo de mi silla.
 
  - Tranquila muchas preguntas a la vez- una sonrisa se dibujó en mi rostro, un suspiro.
 
  - Esta bien me tomare las cosas con calma- sonreí- pero debo decirle que la amo- suspire- que extraño estar en la oficina y coincidir contigo- sonrisa.
 
  - También te extraño mi amor, en unos meses estaré contigo, conversando, enojándonos en el trabajo.
 
  - Hasta en esa faceta eres hermosa y sexy, es usted tan única, tan especial.
 
 
 

FLORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora