Harriet sabía que la intención de Helmer había sido buena, pero eso no le impidió enfadarse con él. Había sido propietaria de la mejor escoba del mundo durante unas horas y, por culpa de Helmer, ya no sabía si la volvería a ver. Estaba segura de que no le ocurría nada a la Saeta de Fuego, pero ¿en qué estado se encontraría después de pasar todas las pruebas antihechizos? Rose también estaba enfadada con Helmer. En su opinión, desmontar una Saeta de Fuego completamente nueva era un crimen. Helmer, que seguía convencido de que había hecho lo que debía, comenzó a evitar la sala común. Harriet y Rose supusieron que se había refugiado en la biblioteca y no intentaron persuadirlo de que saliera de allí. Se alegraron de que el resto del colegio regresara poco después de Año Nuevo y la torre de Gryffindor volviera a estar abarrotada de gente y de bullicio. Wood buscó a Harriet la noche anterior al comienzo de las clases.
-¿Qué tal las Navidades? -preguntó. Y luego, sin esperar respuesta, se sentó, bajó la voz y dijo-: He estado meditando durante las vacaciones, Harriet. Después del último partido, ¿sabes? Si los dementores acuden al siguiente... no nos podemos permitir que tú... bueno...
Wood se quedó callada, con cara de sentirse incómoda.
-Estoy trabajando en ello -dijo Harriet, rápidamente-. La profesora Howell me dijo que me daría unas clases para ahuyentar a los dementores. Comenzaremos esta semana. Dijo que después de Navidades estaría menos atareada.
-Ya -dijo Wood. Su rostro se animó-. Bueno, en ese caso... Realmente no quería perderte como buscadora; Harriet. ¿Has comprado ya otra escoba?
-No -contestó Harriet.
-¿Cómo? Pues será mejor que te des prisa. No puedes montar en esa Estrella Fugaz en el partido contra Ravenclaw.
-Le regalaron una Saeta de Fuego en Navidad -dijo Rose.
-¿Una Saeta de Fuego? ¡No! ¿En serio? ¿Una Saeta de Fuego de verdad?
-No te emociones, Olivia -dijo Harriet con tristeza-. Ya no la tengo. Me la confiscaron. -Y explicó que estaban revisando la Saeta de Fuego en aquellos instantes.
-¿Hechizada? ¿Por qué podría estar hechizada?
-Serena Crabbe -explicó Harriet sin entusiasmo-. Parece que va detrás de mí. Así que Ross piensa que ella me la podría haber enviado.
Desechando la idea de que una famosa asesina estuviera interesado por la vida de su buscadora; Wood dijo:
-¡Pero Crabbe no podría haber comprado una Saeta de Fuego! Es una fugitiva. Todo el país la está buscando. ¿Cómo podría entrar en la tienda de Artículos de Calidad para el Juego del Quidditch y comprar una escoba?
-Ya lo sé. Pero, aun así, Ross quiere desmontarla.
Wood se puso pálida.
-Iré a hablar con él, Harriet -le prometió-. Le haré entrar en razón... Una Saeta de Fuego... ¡una auténtica Saeta de Fuego en nuestro equipo! Él tiene tantos deseos como nosotros de que gane Gryffindor... Le haré entrar en razón... ¡Una Saeta de Fuego...!
Las clases comenzaron al día siguiente. Lo último que deseaba nadie una mañana de Enero era pasar dos horas en una fila en el patio, pero Hagrid había encendido una hoguera de salamandras, para su propio disfrute, y pasaron una clase inusualmente agradable recogiendo leña seca y hojarasca para mantener vivo el fuego, mientras las salamandras, a las que les gustaban las llamas, correteaban de un lado para otro de los troncos incandescentes que se iban desmoronando. La primera clase de Adivinación del nuevo trimestre fue mucho menos divertida. El profesor Trelawney les enseñaba ahora quiromancia y se apresuró a informar a Harriet de que tenía la línea de la vida más corta que había visto nunca. A la que Harriet tenía más ganas de acudir era a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Después de la conversación con Wood, quería comenzar las clases contra los dementores tan pronto como fuera posible.
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Harriet Evans
FantasyUniverso alterno en el que todos los sexos están cruzados, la cuestión es que tan diferente sería la historia original cambiando los sexos, obviamente muchas cosas cambiarían pero, ¿el final sería distinto? Nota importante: La tradición inglesa solo...