—Cuéntame un cuento de buenas noches. Cuéntame algo que jamás le hayas contado a nadie— pide Kim y Porchay sonríe mientras acaricia su cabello húmedo.
Kim ha tenido un día terrible y pesado, y ahora intenta relajarse después de haber tomado una ducha. Kim quiere dejar de pensar. Kim quiere olvidarse del mundo en los brazos amados de Porchay porque esos brazos siempre son su refugio al final de la jornada.
—¿Te he contado ya acerca de cómo me encontré por primera vez con el amor de mi vida?— pregunta Chay y Kim sonríe de forma dulce.
—Creo que yo estuve ahí, ángel— dice Kim y Porchay ríe de forma nerviosa porque bueno, de verdad no ha hablado con nadie de lo que dirá a continuación.
—Oh sí, estuviste en el encuentro oficial pero no en el primer encuentro, en el primero de verdad— dice Chay y al mirar su rostro, los ojos de Kim brillan con curiosidad y con amor a partes iguales.
—¿Cuándo pasó eso?— pregunta Kim y sus ojos se llenan de alegría, la alegría que siempre ha sentido cuando alguien está a punto de contarle una historia buena de verdad como solía hacer Tankhun durante las noches de tormenta en las que ninguno de de los tres hermanos Theerapanyakul podía dormir.
—Fue un encuentro que sucedió en dos partes—dice Chay acomodando mejor a Kim entre sus brazos, haciendo que el hombre al que ha amado por años se quede perdido en sus ojos que en ese instante de verdad parecen dos ventanas al pasado.
—¿Y en ninguna de las dos yo estuve presente?
—En una de ellas sí—dice Chay besando sus labios antes de continuar—. Pero la primera vez que me encontré contigo fue en la sala de mi casa. Yo estaba enojado ¿sabes? Había recibido una mala crítica en uno de mis trabajos donde hablaba de mi amor por la música y de cuánto deseaban estudiar en la universidad. El profesor me había dicho que mi sueño era algo estúpido.
—Pero tú no le creíste, ¿o sí?— con algo de preocupación.
—Claro que le creí, Kim. El profesor estaba siendo sincero conmigo y creo que yo también lo pensaba. Después de todo, un chico pobre como yo no tenía derecho a soñar con algo tan poco productivo como la música. Aquello me hirió de verdad así que lo único que se me ocurrió hacer fue escapar así que salí de la escuela dejando al profesor con un gesto de espanto en la cara pero no me importó. Yo solo quería huir de todo y por eso corrí como loco por las calles de la ciudad, corrí hasta que no quedó más aire en mis pulmones. Cuando llegué a casa, Porsche estaba durmiendo en el sofá. Mi hermano solía hacer eso después de un turno especialmente pesado en el bar. El televisor estaba encendido y entonces te vi. Estabas ahí, en la pantalla. Tocabas tu guitarra y estabas sonriendo, parecías estar cantando para mí solamente.
—Era el destino— dice Kim riendo alegremente— ¿Verdad que fue el destino, ángel? El destino te guio a mí aquella tarde.
—Claro que fue el destino, mi Kim. No sé por qué lo hice pero vi el video hasta el final y luego corrí a mi cuarto y escuché todas y cada una de tus canciones. En más o menos dos horas, ya tenías un nuevo fan incondicional.
—Qué afortunado soy—dice Kim y Porchay besa su frente.
—Yo también lo soy pero aquel primer encuentro hizo que deseara ser como tú. Me dije que si había sido posible para ti crear música de ese modo, yo también podría hacerlo. Vi todas tus entrevistas y te escuché decir que si amas algo vale la pena luchar por ello y eso me llenó de valor y de esperanza. Creo que cuando te escuché decir eso, me enamoré de ti.
—¿Y supiste que yo era el amor de tu vida en ese instante, ángel?
—Claro que lo hice y estuve molestando a Porsche toda la cena y le dije que algún día me casaría con WIK, si no me crees podemos preguntarle— dice Chay sin poder evitar reírte de aquel recuerdo.
—Te creo, sé que tú supiste de nuestro amor antes que yo—dice Kim y Chay nota que la historia aquella empieza a hacer que Kim sienta ganas de dormir, como si su voz estuviera arrullándolo—. Tú supiste que yo te entregaría mi corazón algún día sin siquiera verme en persona.
—Y cuando logré verte por primera vez de verdad terminé por enamorarme de ti sin esperanza— dice Chay con un suspiro lleno de recuerdos—. Esa es la segunda parte de mi historia pero si estás cansado debes dormir un poco.
—Ya no estoy cansado, cuéntame esa historia— dice Kim y la luz en sus ojos hace prácticamente imposible que Chay pueda negarle algo— ¿Qué pasó cuando me viste por primera vez?
—Cuando te vi supe que eras tan hermoso como tus canciones, no podía ser de otro modo. Tú habías lucido hermoso en el escenario pero me pareciste aún más hermoso cuando te vi entregar las camisetas firmadas a tus fans, los que respondieron más preguntas que yo. Varios chicos lloraban al estar cerca de ti, las personas que organizaban el evento no querían que nadie se tomara fotos contigo pero tú lo hacías de todos modos. Sonreías sinceramente mientras tu agente tomaba la foto y los chicos se iban de tu lado pensando que eras mil veces más maravilloso en persona que a través de tus videos y yo sentí lo mismo, sentí que el mundo era un lugar mejor simplemente porque tú eras capaz de sonreír de aquel modo en el que lo hacías.
"Aquella vez quise decirte tantas cosas, quería hablarte de mi corazón y de todo lo que tu música le hacía sentir. Quería decirte que estaba feliz por verte frente a mí. Pero sólo te pregunté si querías ser mi tutor de guitarra y estaba tan avergonzado. Pero tú sonreíste y firmaste mi camiseta de la escuela y me deseaste suerte. Ahí fue cuando me dije a mi mismo que algún día los dos estaríamos cerca, que yo lograría que tú estuvieras cerca de mí. En aquel momento me pareciste tan hermoso, Kim, hermoso e inalcanzable como la estrella más lejana de la galaxia pero mi corazón me decía que no debía rendirme, que estaría cerca de ti algún día."
"Y fue así como supe que tú eras el amor de mi vida, simplemente lo supe, ni siquiera me puse a pensar en que quizá tú ya tenías un amor, ni siquiera pensé que estaba loco de remate. Yo supe que tú eras el amor de mi vida como quien mira el cielo clarear y sabe que el amanecer está a punto de llegar. Lo supe con certeza, sin lugar a dudas y aquella certeza en mi corazón era suficiente para mí y cuando nuestro primer encuentro a solas ocurrió, bueno, me volví a enamorar de ti mil veces ¿sabes? Me enamoré de ti cuando me pediste que escribiera una canción para Porsche. Me enamoré de ti cuando me escuchaste cantar y tú tocaste el piano conmigo. Me enamoré de ti con cada día que pasamos juntos aunque al principio todo haya sido parte de, bueno, ya sabes qué. Creo que justamente ahora, al contarte todas estas locuras me he vuelto a enamorar de ti."
—Romántico sin esperanza— dice Kim acariciando su rostro—. Debiste contarme esta historia antes. Habría escrito una canción al respecto para tu nuevo disco.
—No quería compartir esto con mis fans, Esta es una historia solo para ti.
—Gracias, ángel—dice él y Chay nota que sus ojos se cerrarán de un momento a otro.
—Debes descansar ahora, mi Kim. Hay muchas historias que no te he contado todavía pero necesitas descansar y yo también quiero que me cuentes historias de los dos como si fueran un cuento de buenas noches.
—Me parece una idea maravillosa, Porchay. Mañana te contaré cómo fue que el ángel más hermoso del cielo me enamoró con su sonrisa.
K
Chay sonríe al escuchar esas palabras y observa cómo los ojos de Kim se cierran despacio y cómo su amado se abandona al sueño sabiendo que nada malo va a suceder. No mientras los dos estén juntos. No mientras los dos compartan los recuerdos de su historia como si fueran cuentos de hadas para antes de dormir.
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KimChay Moments
FanfictionEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.