No Pude Hablar De Mi Amor Cuando Contaba, Ah, Pero Estoy Cantando Como Un Ave Sobre Eso Ahora.
Chay estaba ahí y era todo lo que le importaba a Kim.
Chay estaba ahí porque le había pedido que viniera. De hecho, Kim había pedido lo mismo una y otra vez en cada video nuevo que había grabado para Porchay.
Chay estaba ahí, no estaba sonriendo, sus ojos no brillaban y algo dolía en sus ojos. Pero Chay estaba ahí.
Chay estaba ahí en ese bar lleno de gente donde nadie más que Kim sabía quién era. Mucha gente lo miraba, pero los ojos de Kim estaban atrapados en el rostro de Chay, su hermoso rostro.
A decir verdad, Kim sabía que las posibilidades de verlo ahí eran muy pequeñas, aunque su esperanza siempre había sido necia. Tenía esperanza y sabía que no se lo merecía.
Kim estaba cantando con todo su corazón, todo lo que quería decir estaba siendo dicho a través de esa canción pero al mismo tiempo no era así.
Chay merecía más. Mucho más. Chay merecía verlo de rodillas, pidiendo perdón, pidiendo una oportunidad más.
Kim había descubierto que era capaz de hacerlo. Rogar. No podía encontrar ninguna razón para no hacerlo. Él rogaría. Diría las cosas que no había dicho antes.
Era hora. Sabía que era su última oportunidad.
Chay estaba allí y también Kim.
Era hora de dejar que las palabras se le escaparan de la boca. Era hora de mirar a Chay a los ojos y decirle lo que ha estado guardando en secreto hasta ese día:
Te amo.
Te amo, Porchay.
Esta canción es para ti y mi corazón también.
Te amo.
Lo estoy cantando.
Lo estoy gritando a los cuatro vientos.
No me digas que es demasiado tarde.
Por favor.
Elígeme una vez más.
Chay estaba ahí y Kim sabía que tenía que acudir a él.
Chay estaba ahí y Kim se levantó y fue directamente al lugar donde Chay estaba esperando.
Los ojos de Chay lo estaban llamando. Los ojos de Chay le estaban pidiendo solo una cosa. Lo mismo de siempre. Lo único que Chay le había pedido alguna vez.
-Porchay- dijo.
Kimhan Theerapanyakul tartamudeaba. Kimhan Theerapanyakul se sentía tan pequeño y sin esperanzas frente a los ojos tristes de Chay.
-P'Kim- dijo Chay.
Sólo eso. Solo su nombre en sus labios y Kim lo sintió como una espina perforando su corazón. Su nombre en los labios de Chay era una canción. Una canción dulce, dolorosa, maravillosa.
-¿Alguna vez me amaste de verdad?- Chay volvió a preguntar y Kim notó que cada palabra era una herida en el corazón de Chay.
-Lo hice. Lo hago. Te amo.
Y eso fue todo. Las palabras flotaban a su alrededor. El mundo se detuvo para ambos. Estaban rodeados de tanta gente que tomaba fotos y publicaba todo en línea. Pero ante sus ojos, solo eran ellos dos.
Chay estaba ahí, con lágrimas en los ojos y las mejillas. Kim también estaba ahí y, después de mucho, había encontrado las palabras correctas para decir.
Así que Kim tomó a Chay en sus brazos y Chay lo dejó. Y no había lugar para más palabras. Sus corazones cantaban. Cantaban como aves que finalmente habían encontrado el lugar al que pertenecían.
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KimChay Moments
Hayran KurguEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.