Los dos miramos el paisaje a través de la ventana del comedor de la casa de nuestros padres mientras afuera la lluvia cae. Sus ojos marrones se quedan quietos en los míos, no sé decir si él está enojado, si está aliviado, o si quiere matarme a causa de todas las cosas que le he confesado el día de hoy.
Los ojos de mi hermano siempre han sido un misterio para mí, él jamás deja que sus ojos delaten las emociones que están invadiéndolo, eso es lo que lo hace un hombre confiable y decidido. Y yo me siento nervioso por su silencio. He sido sincero con él y le he contado todo al respecto de mi nueva relación con Kimhan Theerapanyakul, el hombre que hasta hace unos días no era más que un recuerdo doloroso y que ahora es el hombre al que he decidido entregarle mi corazón.
Porsche me mira un largo rato como si quisiera descubrir algo que le indique que no estoy bien con lo que he decidido hacer pero él no podría decir que el brillo de mis ojos o la felicidad de mi sonrisa no sean algo autentico. Porque hablar de Kim me hace feliz ahora, porque basta con recordar el calor de Kim para sentir que el mundo no es ese lugar terrible en el que siempre había tenido que vivir.
—¿De verdad él te hará feliz?— dice Porsche por fin y sé que esto es difícil para él, pero quiero que mi hermano se sienta feliz por mí, quiero que él sepa que estaré bien, que ya no tendrá que preocuparse por cuidar de mí como siempre lo ha hecho.
—Ya me hace feliz...— le digo con firmeza—. Me siento feliz porque por fin he dejado de luchar contra lo que deseo, Porsche, y lo que deseo es estar con él, ser feliz al lado suyo. Sé que es difícil de entender pero él no me ha hecho daño.
—Él fue el chico que te abandonó, Porchay, fue el chico que te dejó a la deriva y por poco hace que renunciaras a tu más precioso sueño— dice él con rabia reprimida y me doy cuenta de que convencerlo de que ahora todo está bien será difícil, muy difícil.
—Él quería protegerme, Hia, pero no lo hizo del modo correcto— le digo a mi hermano con una sonrisa triste—. Él es tan nuevo en esto como yo y creo que tú debes saber mejor que nadie lo difícil que es aceptar estar enamorado de alguien si tu apellido es Theerapanyakul. Porsche, creo que por nuestro bien debemos dejar el pasado en el pasado ¿no crees? Kim es maravilloso, él me ama de verdad, él solo quiere protegerme y lo hace, lo hará.
—¿Ya se te olvidó lo mucho que lloraste por él? ¿Olvidaste toda esa tristeza y cómo no podías dormir ni comer por semanas?— dice Porsche sin renunciar.
—Kim ya me explicó por qué tuvo que hacer lo que hizo y yo le creo. Kim volvió a mí y quiero estar a su lado. No me niegues esto, Hia, no es un capricho. Nada malo sucederá ya, lo juro.
—Pero puede pasar, Porchay, ese tipo no me gusta, lo siento—dice él de forma necia—. Pasarán mil años y yo seguiré pensando que ese idiota no te merece, que no podrá merecerte jamás. Él cree que convenciéndote de ser tu héroe ahora yo olvidaré todo lo que pasó, pero no puedo perdonarlo. Si tan solo te hubiera visto, Porchay, si tan solo él supiera lo difícil que fue afrontar todo...
—Lo sabrá, yo le contaré...— digo con calma—. Él tampoco la ha tenido fácil, Porsche. Sé que él debe saber la historia completa y yo le diré todo pero... ¿de verdad crees que será imposible que puedas mirarlo de otro modo? Tú siempre me has dicho que quieres que sea feliz, sé que tú has cuidado de mí como si fueras mi padre pero Hia... Kim no va a decepcionarte y yo tampoco. El tiempo de sufrir se ha terminado, sé que la felicidad no es algo eterno pero yo no podré sentirme del todo contento si tú sigues estando preocupado. Yo soy fuerte ahora, Porsche, tú educaste a un hombre fuerte después de todo lo que pasó con nuestra familia y sé que lo sabes. Quiero vivir esta aventura al lado de Kim y si termino herido una vez más, saldré adelante como siempre lo he hecho porque sé cómo sobrevivir. Pero aunque suene a que soy un iluso, Kim no va a dañarme, sé que él no me hará daño jamás y tú debes confiar en eso y confiar en mí.
Mi hermano se queda callado una vez más y me mira de ese modo divertido y enigmático que me hace ver que una parte de él está orgulloso de mí, mientras que la otra sigue viendo en mí al hermanito ingenuo que siempre seré para él.
Pero esa sonrisa significa que él ha entendido todo lo que he intentado decirle, que él me dejará enfrentar lo que haya que enfrentar pero que no dejará de preocuparse y de desear que todo salga bien. Y él me toma entre sus brazos sin decir nada, él me abraza como si estuviera a punto de realizar un viaje a donde él no podrá acompañarme y aun así, me deseara lo mejor aún si no entiende del todo los motivos que me llevan a buscar un lugar donde él no podrá protegerme.
—Quiero que seas cuidadoso, que vivas lo que tengas que vivir pero que no te hagas un daño innecesario— dice mi hermano soltándome simplemente para mirarme a los ojos—. Yo estaré ahí para ti siempre ¿entiendes? Estaré ahí para ti y más le vale a Kimhan Theerapanyakul que no vuelva a dañarte porque lo mataré, Porchay, voy a matarlo si vuelve a hacerte llorar.
—¿Vas a intentar tratarlo mejor?— le pregunto a mi hermano con una sonrisa tímida.
—Claro que no...—dice él con una sonrisa traviesa—. Si hago eso, el muy idiota no se dará cuenta de lo hermoso que eres, de lo mucho que vales. Y él tiene que saberlo, Porchay, él tiene que saber que teniéndote a ti, se ha ganado el amor de un hombre maravilloso, de un hombre al que yo he visto crecer. Tú vales mucho, Porchay, tú eres parte de lo mejor que hay en mi vida. Así que se feliz, hermanito, nadie más que tú merece ser feliz.
Abrazo a mi hermano porque sus palabras me han ocasionado un nudo en la garganta. Así que no digo nada, sé que él entiende mi silencio. Sé que él sabe que lo amo y que él es también una de las personas que me hace feliz en este universo. Y mientras la lluvia cae, me doy cuenta de que soy un hombre rodeado de amor, que siempre lo había sido pero que no lo había entendido sino hasta ahora. Y sintiendo eso, sé que mi historia entonces no será ya más una historia de dolor, y tengo esperanza de que todo estará bien, de que podré enfrentarlo todo.
Sé que puede haber más días oscuros en mi vida, tan oscuros como cuando Kim no estaba aquí pero también sé que encontraré la luz de nuevo en la sonrisa de mi hermano o en el amor que siento en mi corazón, ese amor que siento por Kim y que él siente por mí y con el cual, no debo tener miedo de nada. Esta vez mi historia será distinta me digo, esta vez será el amor y no el dolor lo que triunfe en mi camino.
NDA: Yo sé que Porsche es el mejor hermano mayor de la vida. De verdad necesitaba escribir esto, ojalá les haya gustado :D
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KimChay Moments
FanficEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.