KimChay Moments

183: Esencia favorita (Día 3)

Kim aspiró el suave aroma a tierra húmeda y hierba cubierta de rocío que ascendía desde el jardín al pie de su ventana. Aquella era una mañana nueva, radiante, una mañana cálida porque el cuerpo de Chay estaba entre sus brazos.

La sonrisa natural que acudió a sus labios cuando se dio cuenta de que otra vez, había despertado en un mundo en el que Porchay estaba a su lado, hubiera podido competir con el sol del amanecer que en ese momento trepaba por la piel desnuda de Chay alentándolo a despertar.

Kim sintió celos del sol en ese instante, así que sus manos ocuparon el lugar de los rayos dorados y el joven decidió abrazarlo para no tener que levantarse todavía y escondió su nariz en su pecho y Kim aspiró el aroma de Chay, siempre limpio y puro, siempre dulce y tentador, una esencia embriagadora que se combinaba con la suya y que era mil veces mejor que el perfume de una nueva mañana. Ese aroma era su esencia favorita y Kim deseaba, en ese instante, poder llevarla en su propia piel todos los días de su vida.