120: Hogwarts AU

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Ahí está de nuevo, el mismo de siempre

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Ahí está de nuevo, el mismo de siempre. Su túnica negra ondea con el viento al igual que su cabello que flota libre y su bufanda de color verde y plateado. Hay magia a su alrededor pero poco tiene que ver con la magia de la escuela, es algo más, algo que llama a Porchay de una manera poderosa: es como una melodía que nace de las manos de Kimhan, porque así se llama el chico aquel.

Porchay se siente un poco avergonzado de haber preguntado a todos sus compañeros sobre ese chico pero tenía que saber su nombre y no fue tan difícil averiguarlo. Todo el mundo sabe quién es Kimhan Theerapanyakul. Todo el mundo sabe que es el heredero de una de las familias de sangre pura más poderosas del mundo mágico. Kimhan Theerapanyakul es también el mejor alumno de la casa Slytherin y también el más guapo. Todo el mundo habla de él como si fuera un dios. Todos dicen que llegará lejos, que tal vez todos ahora están estudiando con el próximo Ministro de Magia pero Porchay no se siente llamado a él por eso, no, es la música.

Hay música alrededor de Kimhan y a Porchay le gustaría ser parte de ella. Hay música alrededor de Kimhan y Chay no sabe de dónde viene porque bueno, Hogwarts no es conocida por ser una escuela que dedica demasiado tiempo a las artes y ningún dispositivo de música muggle podría funcionar correctamente en los terrenos de la escuela y, sin embargo, Kimhan Theerapanyakul es capaz de crear música.

Kimhan agita sus manos y cuerdas de guitarra y suaves notas de piano nacen en el aire. Kimhan mueve las manos con los ojos cerrados y una sinfonía parece nacer de él. Y Chay siente que su corazón baila al ritmo de esa música. Chay siente que esta melodía se está creando solo para él, un torpe chico de Hufflepuff de tercer año del que el glorioso Kimhan Theerapanyakul no sabe nada pero no necesita saberlo. Chay solo quiere seguir escuchándolo. Chay desea poder crear música como lo hace Kimhan.

Y aunque sabe que es un caso perdido, Chay comienza a imitar los movimientos de Kimhan con sus manos desde lejos. El baile de sus manos no produce música pero el chico sonríe cuando piensa que tal vez es como un fanático cantando en un concierto de su cantante favorito. Eso es suficiente para hacerlo feliz. No, no tiene la misma magia que Kimhan, pero puede fingir que la tiene. Esa canción que parece existir solo junto al lago es como un talismán al que Chay puede aferrarse. Esa melodía es tan suya como del chico que la está creando aunque sus ojos nunca lo hayan visto.

Kimhan crea música solo para él porque nadie más parece estar interesado en escucharla y Chay se siente especial. Sí, tal vez esté mal espiar a Kimhan, pero él no puede evitarlo. Ha pasado las últimas tardes de su vida tratando de armarse de valor para hablarle, para preguntarle cómo es posible hacer que la música salga de la nada, pero no se atreve. Kimhan es demasiado divino. Kimhan es intimidante y Chay se siente ridículo solo de pensar en estar frente a esos ojos llenos de poder.

Todos dicen que Kimhan es educado pero no es muy amigable. Solo tiene un amigo, un chico llamado Big que parece seguirlo fielmente a todas partes y ese chico pone nervioso a Chay porque lo ha pillado más de una vez mirando a Kimhan en el Gran Comedor.

KimChay MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora