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¿Chay pensaría que es demasiado pronto? ¿Es correcto siquiera pensar en ello?
Tal vez no. Ciertamente es una locura y Kim está seguro de que mucha gente querría matarlo solo por atreverse a imaginarlo.
El caso es que Chay está ahí frente a él con la camiseta que él mismo usó la noche anterior.
Chay está ahí bailando en el baño mientras se cepilla los dientes y es tan precioso.
Kim puede ver las marcas que dejó en su piel la noche anterior y eso lo hace sonreír desesperadamente. Chay es todo cabello desordenado y el olor a champú de fresa y jabón que emana de él hace que Kim se sienta intoxicado por su mera existencia. Chay está ahí y Kim no quiere que se aleje de él pero sabe que la pregunta "¿te mudarías a vivir conmigo?" está fuera de los límites. Aún no es el momento. Tener a Chay ahí con él todos los días es un sueño demasiado hermoso como para que sea realidad justo ahora.
Kim se levanta y envuelve a Chay en sus brazos. Kim sabe que el chico tiene que irse sin más demora porque si no está en la casa de los hermanos Kittisawat al mediodía Porsche empezará a ponerse paranoico. Pero Kim quiere llenar sus pulmones con el olor de Chay, quiere mantener el calor del otro chico unos minutos más antes de que tengan que volver a sus mundos separados.
-No te vayas- dice Kim, haciendo reír a Chay.
-Tengo que. Porsche y Kinn quieren que los ayude con la remodelación de la casa de nuestros padres.
-¿Por qué no puedo ir contigo?- pregunta Kim sabiendo muy bien que la única razón es que su amado cuñado nunca lo va a aceptar en la familia.
-Estoy preparando algo para ti- dice Chay y esa información es nueva para Kim.
-¿En serio?
-Sí, pero es un secreto. No quiero que veas nuestra habitación hasta que esté terminada.
-¿Nuestra habitación?- pregunta Kim y Chay se ríe nerviosamente como si el chico hubiera dicho algo que se suponía que no debía decir.
Y luego Chay termina de limpiarse los dientes y se da la vuelta en sus brazos. Sus mejillas están sonrojadas y sus ojos brillan, esos ojos siempre brillan cuando Chay está a punto de decir algo importante.
-Kinn y Porsche dijeron que esa casa será mía de por vida- dice Chay tímidamente-. Y, bueno, solo pensé que... quiero decir, tengo muchas de mis cosas aquí en tu apartamento y pensé que era justo que tuvieras una habitación en mi casa también porque, bueno, en caso de que quieras quedarte allí conmigo quiero decir. Así que... Porsche dijo que sabía que algún día viviríamos juntos y que no quería vernos haciendo... bueno, cosas de pareja en la casa principal, así que... uhm, esa casa será nuestra. Si tú quieres...
Kim no puede más así que solo besa a Chay y siente que todo su ser está lleno de felicidad y alegría. Kim siente que entrará en combustión por amor. Chay le está pidiendo que tengan una larga vida juntos. Chay le está pidiendo que vivan en el mismo lugar. Y eso es perfecto. Esa es su idea del paraíso hecha realidad.
-Por supuesto que quiero eso, ángel-susurra Kim sobre los labios de Chay. -Y deja de llamar a este lugar mi apartamento, este también es nuestro lugar, Chay. Esta también es nuestra casa.
-Lo supe desde el momento en que me dejaste tener un cepillo de dientes aquí.
-Me muero por tener el mío en nuestro nuevo hogar.
-Suena tan bien- dice Chay, con los ojos llenos de ilusión.
Ambos comienzan a reír y se besan dulcemente. Puede que sea pronto para otros, pero están convencidos de que quieren lo que tienen ahora. Quieren que dure indefinidamente y es bueno saber que pronto construirán un hogar juntos.
