Kim cree que Chay no se ha dado cuenta todavía de que él lo ha notado: el hecho de que durante los últimos días, Chay ha estado tomando prestadas varias de sus sudaderas.
Kim no dice nada porque le gusta ese tipo de cotidianidad, ese tipo de confianza. Chay debe saber ahora que todo lo que tiene Kim es para él también y eso es bueno, eso es lo que Kim siempre ha querido: que Porchay sepa que puede pedirle lo que sea o tomar lo que le venga en gana porque él jamás podrá negarle algo y aunque suene como un posesivo de lo peor, que la gente mire a Chay usando su ropa le produce demasiada satisfacción.
Además, es lindo contemplar el ritual de Chay. El chico se quita la sudadera que ha estado usando después de olfatearla y Kim siente que su corazón se derrite al darse cuenta de que Chay debe hacer eso porque su propio aroma debe haberse desvanecido de la prenda. Es entonces cuando Chay se levanta y camina hacia el armario abriéndolo de par en par para exponer la ingente colección de sudaderas oscuras que Kim ha acumulado con el paso de los años. Chay se acerca a ellas y hunde su nariz en la tela como si buscara la sudadera que podrá conservar el aroma de Kim más tiempo para él.
—Esta es la mejor— dice el chico al fin y pasa la sudadera por su cabeza haciendo que Kim tenga que sonreír como idiota porque bueno, su novio es adorable.
—¿Por qué esa, ángel?— pregunta Kim y Chay se sobresalta un poco porque hasta ese momento no había notado la presencia de Kim en la habitación.
—Porque huele a ti— dice Chay de forma sencilla—. Así no tengo que extrañarte cuando no estás.
Kim siente que su corazón es atacado por todo el amor que siente por Porchay así que camina hacia él y lo abraza con fuerza como si quisiera que un poco más de su aroma se pudiera quedar en la prenda que Chay está usando. No quiere que Chay lo extrañe. No cuando antes eso lo hizo sufrir.
—Eres adorable y te amo— dice Kim—. ¿Y qué haré yo si te extraño?
—Puedes ponerte la sudadera que usé, ahora huele a mí— dice Chay y Kim tiene que besarlo porque ese chico dice las cosas más tiernas y hermosas del universo sin darse cuenta.
Y eso es maravilloso y Chay tiene razón: ahora la mitad de su guardarropa tiene el aroma de Chay al igual que su corazón y cada célula de su piel. Por supuesto que ya no tienen que extrañarse y jamás tendrán que volver a hacerlo en realidad.
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KimChay Moments
FanfictionEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.