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—¿Estás nervioso?— pregunta Kim y él sabe que es una pregunta estúpida porque obviamente Porchay debe sentirse de ese modo.
Después de todo, es su primer concierto en solitario y aunque Kim intenta mantenerse fuerte y estoico par Porchay, la verdad es que es él mismo quien está muriéndose de nervios pero es que quiere que todo salga bien para Chay. Esa noche, más de diez mil personas estarán coreando las canciones del hombre que ama y Kim no podría sentirse más orgulloso.
—Creo que tendré un ataque de pánico de un momento a otro— dice Chay con sinceridad porque él sabe que sólo Kim puede escucharlo decir algo así sin juzgarlo.
—Respira profundamente, todo saldrá bien— dice Kim y Porchay empieza a respirar de forma profunda y pausada—. Eres Porchay Kittisawat, un joven talento musical que se roba los corazones del mundo entero a donde sea que vaya. Tu música es hermosa al igual que tú. Tus fans te aman y yo te amo y quiero que sepas que estoy orgulloso de ti. Soy tu fan número uno y me siento feliz al poder compartir algo así contigo porque...
Las palabras de Kim se desvanecen en el aire cuando los labios de Porchay impactan en los suyos. Es un beso dulce y lleno de agradecimiento así que Kim cierra los ojos y deja que Chay siga besándolo como él desee y del modo en el que lo necesite. Quizá ese beso sea una mejor forma de calmarlo que seguir diciendo cosas que de cualquier modo, Porchay ya sabe.
—Beso de buena suerte— dice Chay y se abraza al cuerpo de Kim con fuerza—. De hecho, tú eres mi amuleto de la buena suerte.
—Todos van a amarte, ángel...
—Ámame más que todos, ¿está bien?
—Por supuesto que sí. Siempre. Te amo más que el mundo entero.
Chay sonríe y no suelta a Kim hasta que alguien toca la puerta de su camerino y le dice que es hora de empezar. Y en sus ojos ya no hay miedo, simplemente besa a Kim otra vez antes de salir al escenario y Kim sabe que no hay nada de qué preocuparse: Porchay es una estrella que brilla con luz propia y Kim se siente agradecido por poder verlo brillar en cualquier lugar ya sea en sus brazos o en un enorme escenario donde Chay hará magia musical...
