Kim sabe que solo hay una persona en este mundo a la que no puede decirle que no. Durante años, se ha acostumbrado a hacer exactamente lo que quiere, solo las cosas que considera importantes.
Nunca sigue las órdenes de nadie, ni siquiera de su padre. Nunca obedeció a Kinn ni a Khun, siempre se ha considerado un espíritu libre. Pero claro que todo ha cambiado ahora que Porchay está con él y no puede decir que sea un mal cambio. De hecho, disfruta sabiendo que él existe simplemente para hacer lo que Chay quiera que haga.
Hay algo en la forma en que Porchay sonríe cuando Kim dice que sí a lo que pide que hace que el deseo de complacerlo sea adictivo. Es algo maravilloso pensar que Porchay es feliz si Kim dice que sí a lo que sea. Cualquier deseo, cualquier capricho suyo, bueno, Kim haría cualquier cosa para hacerlo realidad para Chay.
Lo que Porchay quiere, Porchay lo consigue.
Si Porchay dice por ejemplo que quiere tener una cita, Kim pasará todo el día planeando la mejor cita jamás realizada. Porchay dirá que Kim siempre se excede en todo pero él también sonreiría y esa es la única recompensa que quiere Kim: verlo sonreír, borrar cada rastro de cualquier lágrima que Porchay haya llorado por él con miles de sonrisas.
—¿Podemos tomar un poco de helado? Leí sobre una tienda donde hacen los mejores helados de fresa que puedas imaginar— pide Chay ahora mientras ambos caminan de la mano por esa hermosa ciudad extranjera que Porchay tenía muchas ganas de visitar.
—Por supuesto, ángel— responde Kim.
—Y hay un restaurante que sirve mi comida favorita, ¿podemos probarla también?
—Sí, primero el helado, luego tu comida, necesitas comer bien.
—¡Tengo tanta hambre! ¡Llevamos horas haciendo turismo! P'Kim, ¿estás cansado? Quiero ver la ciudad de noche, no me importa si hace frío, ¿podemos seguir? ¡Quiero tomar miles de fotos! ¡Porsche estará tan celoso!
—Podemos hacer lo que quieras, ángel, no estoy cansado.
—¿Hay algo que quieras hacer?
—Lo que quieras está bien para mí, ángel, este viaje es para ti.
—¿Eres realmente feliz haciendo lo que quiero hacer?— pregunta Porchay y Kim toma sus manos suavemente mientras sonríe.
—Totalmente. Quiero que disfrutes esto. Mientras tú seas feliz, yo soy feliz.
—Pero...
—Soy feliz, ángel. Soy feliz porque estoy contigo así que no tengas miedo y pídeme lo que quieras, lo tendrás.
—¿Lo que yo quiera?
—Sí.
—¿Está seguro?— pregunta Porchay y Kim sonríe ante la sonrisa traviesa en los labios de Porchay.
—Nunca he estado más seguro de nada en mi vida.
—Entonces, P' Kim, ¿me amarás para siempre?
Kim asiente y toma a Porchay en sus brazos, haciendo que el otro chico se ría feliz.
—Por los siglos de los siglos, Porchay. Te amaré por siempre e incluso más que eso.
Porchay lo besa suavemente y luego, ambos siguen caminando de la mano hacia esa popular heladería que Porchay quiere visitar.
Sí, la gente diría que Kim está definitivamente comiendo de la mano de Porchay, pero ¿a quién le importa? Desea poder permanecer así por mucho, mucho tiempo porque nunca antes ha sido más feliz.
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KimChay Moments
FanfictionEscritos cortos llenos de amor y cosas dulces para sanar nuestro corazón después del final desgarrador de Kim y Chay en el canon.